Aunque Andrew Garfield tuvo un excelso 2016, apareciendo en los nuevos filmes de Martin Scorsese y Mel Gibson (Silencio - 84% y Hasta el Último Hombre - 86%), los periodistas lo siguen "molestando" sobre su salida de la franquicia de Spider-Man. Y es que una vez que ocurrió el famoso hackeo a Sony, a finales de 2014, emergió el rumor de que fue el mismísimo CEO de la compañía, Kazuo Hirai, quien ordenó la destitución de Garfield luego de dos películas sobre Spider-Man protagonizadas por el actor: El Sorprendente Hombre Araña - 73% y El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro - 52%. En su momento se dijo que la gota que derramó el vaso fue la ausencia de Garfield en un evento de Sony en Brasil, donde supuestamente Hirai iba a anunciar la tercera cinta del Hombre Araña. Garfield se excusó diciendo que estaba enfermo, pero al parecer esto fue lo que llevó a Sony a ponerle fin al reboot de Spider-Man y decidir aliarse con Marvel para una nueva versión; la del actor Tom Holland que fue introducida en Capitán América: Civil War - 90%.
En esta ocasión fue The Guardian la publicación que reveló las declaraciones del actor respecto a su supuesto despido. Garfield no dijo mucho, simplemente aclaró que él no intentó sabotear su propio trabajo al no asistir al mencionado evento de Sony, además de afirmar que, en efecto, no todos en el estudio cinematográfico estaban contentos con él.
No, no lo creo [haber saboteado su trabajo]. Lo que diré orgullosamente es que nunca comprometí mi personalidad. Siempre fui yo mismo. Y eso pudo haber sido difícil para algunas personas".
Anteriormente, Garfield había expresado la decepción que tuvo al interpretar un par de ocasiones al Hombre Araña.
Aprendí que la historia y los personajes no siempre son prioridad. Eso fue muy extraño. Firmé para servir a la historia, y a este increíble personaje del que me he disfrazado desde que tenía tres años, y luego todo se compromete y eso te rompe el corazón. Tuve el corazón roto [por las películas de Spider-Man] hasta cierto punto. Hay algo sobre ser tan joven en una maquinaria como esa que pienso que es muy peligroso. Estaba aún lo suficientemente joven para batallar con el sistema de valor, supongo, de la América corporativa. Es un proyecto corporativo en su mayoría.
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