¿Game of Thrones es una metáfora del cambio climático? George R.R. Martin responde

¿Game of Thrones - 98% es una gran metáfora del calentamiento global? El autor de las novelas ha respondido a esta pregunta, pero antes de leer lo que dijo, hay que meditar un poco sobre una suposición tan extravagante. Las obras de ficción siempre van a estar abiertas a la interpretación desde diferentes áreas de estudio, pero asegurar que Game of Thrones es una gran metáfora es un error muy claro en el que no debemos caer.

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Los mejores libros y las mejores obras audiovisuales de fantasía tratan temas como la guerra, la ambición, la familia, el amor, la maldad, y un largo etcétera; por eso es que nos sentimos identificados con personajes que viven en un mundo habitado por seres mitológicos y magia. Somos nosotros quienes proyectamos nuestras experiencias y sentimientos en las páginas que leemos o en lo que vemos en la pantalla, y es así que encontramos paralelismos en Game of Thrones con lo que sucede en nuestra vida y en nuestro mundo, pero no significa que las novelas o la serie hayan sido hechas deliberadamente para hacernos entender el calentamiento global. En entrevista con The New York Times Style Magazine, George R.R. Martin dijo:

Es un poco irónico porque comencé a escribir Juego de Tronos en 1991, mucho antes de que alguien hablara sobre el cambio climático. Pero hay, en un sentido muy amplio, un cierto paralelismo allí. Y las personas en Westeros están librando sus batallas individuales por el poder, el estatus y la riqueza. Y eso los distrae tanto que ignoran la amenaza de que "se acerca el invierno", que tiene el potencial de destruirlos a todos y destruir su mundo.

Es fácil proyectar sobre la terrible amenaza del invierno y los Caminantes Blancos nuestros miedos, si estuviéramos en plena Guerra Fría la habríamos relacionado con la amenaza de un holocausto nuclear (como hicieron algunos lectores con El Señor de los Anillos). El paralelismo de nuestra época con el mundo de Westeros se debe a que el ser humano se ha comportado de una forma muy parecida por siglos, la ambición desmedida ha llevado a la devastación ecológica, pero ¿realmente el calentamiento global es la amenaza que nos pitan?

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Cuando Al Gore se hizo famoso con su documental Una Verdad Incómoda la gente quedó aterrorizada por el fin del mundo que se avecinaba. En 2006 pronosticó que el mundo estaría viviendo un apocalipsis climático en diez años… estamos en 2018 y las cosas no son así. Sin duda el calentamiento global es un problema real pero está lejos de ser el Día del Juicio que nos pitan algunos alborotadores. El tema ha sido corrompido por una especie de fanatismo religioso al grado de que no se puede ir en contra de la opinión generalizada porque corres el riesgo de ser linchado mediáticamente, como le sucedió al escritor danés Bjørn Lomborg.

El cambio climático es real, pero no es tan devastador como el invierno en Westeros y el ejército de muertos vivientes controlado por los Caminantes Blancos al que veremos enfrentarse a los protagonistas en 2019, en la octava temporada de Game of Thrones.

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