Nada para pasársela bien como un buen viaje. Y merecido: este fin de semana, Meryl Streep rompió su propio récord al lograr su nominación número 21 en la categoría de Mejor Actriz por su interpretación de la propietaria de The Washington Post, Katherine Graham, en la película número 57 de Steven Spielberg (director que en su haber sólo cuenta con tres películas podridas según la crítica), The Post: Los Oscuros Secretos del Pentágono - 
88% (nominada también en la categoría de Mejor Película). Toda una faena que culminó, como siempre, en el zarandeo de la pasarela más pintoresca de Hollywood. (Y no, lo pintoresco no lo decimos por Eiza González, ya dejen de molestarla: su vestido estaba padre.)
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Según informaron medios serios como Reforma y no de chocolate como you know who, la foto de un seguidor de la actriz publicada en Instagram, se volvió viral al dejar al descubierto que Streep está de vacaciones en San Miguel de Allende, uno de los lugares más bellos de México y declarado patrimonio de la humanidad desde 2007. Sede, también, del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (FICG).
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El detalle fue replicado por la revista de sociedad y espectáculos Quién, otro medio creíble y notable en estos avatares. Y la noticia se la debemos a un joven fan de la actriz, Alex Jáuregui, quien alegremente se tomó varias fotografías y las subió a su Instagram personal, con la jocosa, poco auténtica –no por ello recriminable– mas emotiva leyenda: “Esto es increíble #merystreep #ElDiabloVisteDePrada” y “Simplemente la amo, mi sueño se hizo realidad, ¿no es increíble?” Y nosotros pensamos: #AmasMil #Tomates.
La actriz visitó este paraje y deambuló, como buena turista, entre los estantes y puestos del mercado local, probablemente con la chacharera intención de comprar las típicas artesanías mexicanas. Durante el fisgoneo reglamentario con lentes cual fondo de botella y composición bifocal, el mozuelo se percató de los rasgos inconfundibles que la han tornado objeto de deseo para unos, admirable para otros. No perdiendo ocasión y con la firme intención de volverse un fenómeno viral y warholiano de Internet, manifestó su admiración, devoción y faneo oficial en redes sociales y, por supuesto, propició la noticia frívola del día.
Claro, ya en estas andanzas, no faltan los agregados culturales y un tendero de artesanías mexicanas también se sumó a los retratos. He aquí la evidencia:
Nosotros le deseamos lo mejor a Meryl Streep durante este paseo por tierras mexicanas. La noche de los Óscares 2018 fue, como se acostumbra, incómoda en muchos sentidos, fogosa en otros, pero un cansino repaso por una gala que no ofrece nada nuevo —ni siquiera para festejar su 90 aniversario. Hartos puntos deliciosamente turísticos y culturalmente tonantes perfilan unas merecidas y naturales vacaciones para una actriz digna del Óscar. Suficiente de farándula: México tiene mucho que ofrecer a los creadores. Aunque, ¿para qué querría ella una estatuilla en su buró? Sus trabajos más íntimos, son los que formarán parte icónica de esta historia del séptimo arte.
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