Paramount no se arrepiente de haber lanzado ¡madre! al mercado

Con un costo de $30 millones de dólares en producción, más lo gastado en publicidad, ¡madre! - 69% de Darren Aronofsky es un fracaso rotundo de taquilla a nivel global. Con apenas $35 millones USD recaudados en todo el mundo, ni la controversia ni las críticas encontradas han motivado al público para ver la nueva cinta del realizador de Réquiem por un Sueño - 78%.

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La cinta, protagonizada por Jennifer Lawrence y Javier Bardem, es una suerte de alegoría bíblica dramática, cargada de escenas de contenido gráfico. Para algunos críticos la historia contiene muchas lecturas, mientras que para otros es una tontería sin sentido, pretenciosa y producto de un director arrogante. Megan Colligan, presidenta de distribución y marketing de Paramount, fue clara al decir que para la nueva cinta de Aronofsky no quería un estreno limitado, como ocurre con otros largometrajes con perfil independiente o experimental. Colligan explicó que deseaban que la cinta se lanzara en la mayor cantidad de salas posible para que todos la vieran, que se lanzara como una bomba, el problema es que explotó antes de poder causar algún efecto en el respetable. Para The Wrap, Megan comentó lo siguiente:

Ésta es una película punk-rock en su actitud desafiante, generalmente este tipo de cine sólo llega a algunas salas de arte en grandes ciudades. Teníamos gran confianza en este proyecto desde que empezó a gestarse en la mente de Darren, así que deseábamos causar un gran impacto, queríamos generar una conversación en torno a la cinta y esto se logró.

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¿En verdad se logró? A pesar de su estreno en 2400 salas en Estados Unidos, la película ha sido opacada por It (Eso) - 85% y Kingsman: El Círculo Dorado - 51%, opciones con un perfil más accesible y que han atraído a diversos públicos. Tanto los ejecutivos del estudio como Aranofsky tendrán que entender que shock y controversia no siempre son sinónimo de una buena cinta o algo que siquiera llame la atención. Por lo pronto, esta alegoría bíblica aún se puede ver en algunas salas de nuestro país, por si tienen curiosidad de observar lo hecho por el realizador. Tendrán que verla de una vez antes de que la retiren de las salas de cine, pues la apatía del público a lo hecho por Aranofsky es más que evidente.

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