Jean-Claude Van Damme se interpreta a sí mismo en esta película de crimen y comedia que le consiguió más titulares que sus trabajos anteriores. Con películas que se vendían directamente en DVD y una reciente oportunidad de trabajo perdida contra Steven Seagal, el actor maduro regresa a Bélgica abatido por haber perdido el juicio de custodia de su hija en Hollywood. Desde su llegada, las malas noticias continúan cuando tiene un encuentro desafortunado con un cajero electrónico y se dirige directamente al banco, en donde ocurre un robo, por el cual el culpado. Pronto, las personas se acumulan en la calle, con policías listos para llevarse a Van Damme a la cárcel y fanáticos exigiendo su libertad.
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