El 9 de abril de 1940 el ejército alemán invade Noruega sin haber declarado antes la guerra. La creencia de los noguergos de que sus políticas neutrales los iban a proteger de los agresivos planes de Hitler, no pudieron haber estado más equivocadas. La confusión y el caos pronto se expanden. La familia real noruega se niega a ceder ante la voluntad de los alemanes. El rey Haakon VII (Jesper Christensen) quien ha dejado Oslo con dirección al poblado de Nybergsund con su familia, funcionarios de gobierno y varios políticos, ha probado ser un bastión de calma. Si el parlamento noruego decidiera ceder ante Berlín, él abdicaría sin dudarlo un instante. Hitler responde a esta reacción con un bombardeo. Los noruegos, sin embargo, interpretan las palabras del rey como una incitación a la resistencia.
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