Star Wars: Los Últimos Jedi pinta para ser uno de los mayores éxitos de taquilla de este 2017, las estimaciones de los expertos también lo predicen entonces, ¿por qué algunas salas de cine en Estados Unidos se negarían a proyectar uno de los blockbusters más esperados de fin de año? La respuesta llega directo de The Wall Street Journal (vía Slash Film) quienes han publicado un artículo que señala el costoso contrato que Disney estipula como condición para que la segunda cinta de la nueva trilogía de Star Wars sea proyectada por las cadenas de cine.
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De acuerdo con los medios señalados, desde que el estudio del ratón compró los sellos Marvel y Lucasfilm se convirtió en la compañía de cine más exitosa de la actualidad, hecho que los respalda para ejercer un tremendo poder sobre los exhibidores, en el caso específico de Star Wars: Los Últimos Jedi, Disney está obligando a los propietarios de los cines a aceptar términos secretos que los empresarios consideran “los más onerosos que hayan visto en su vida”. Estos términos incluyen el hecho de que Disney recibirá el 65% de los ingresos de la venta de boletos lo cual sería el porcentaje más alto que un estudio de Hollywood haya demandado en la historia por una película. También está obligando a los cines a que la película dirigida por Rian Johnson se proyecte en la sala más grande de sus respectivos complejos durante un lapso de cuatro semanas. Anteriormente, la compañía había solicitado a los empresarios el 64% de los ingresos de la venta de entradas de las películas previas de Star Wars y su exhibición durante cuatro semanas, algo que contrasta con el contrato de cualquier otra película del sello Disney la cual requiere un compromiso por parte de los cines de sólo dos semanas.
Las consecuencias podrían ser peores para aquellos cines que no respetan este acuerdo, por ejemplo, si el inmueble en cuestión lanza una proyección fuera de la programación o incluso anunciándola antes de que Disney dé su aprobación, el estudio cobrará una multa del 5% y elevará su porcentaje de ganancia por venta de boletos a un 70%. Con este porcentaje, la cifra que retribuirían los exhibidores sería una bastante exorbitada incluso para los estándares convencionales ya que cada estudio obtiene entre un 55-60% de los ingresos por venta de entradas en Estados Unidos.
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Aunque Star Wars: Los Últimos Jedi ya tiene un éxito millonario garantizado, esta medida no sería igualmente afortunada para los propietarios de cines ya que los más afectados serían las pequeñas salas en pueblos de la periferia. Para estos cines independientes no sería negocio mantener por cuatro semanas en sus pocas salas una única película ya que limitan la oferta de la gente que en plena temporada navideña desea asistir al cine.
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