J.K. Rowling admite que le tiene miedo a las personas trans

Tal parece que J.K. Rowling está decidida a ganarse el desprecio de la comunidad LGBTQ+, dado que recientemente la autora detrás de Harry Potter añadió nuevas declaraciones en contra de las personas transgénero. De acuerdo con la escritora británica, muchas mujeres como ella temen lo peligroso que podría resultar la “ideología de género” para sus derechos fundamentales.

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Desafortunadamente, este año J.K. Rowling se convirtió en una persona non grata para las redes sociales luego de un aparente inofensivo tuit donde se burlaba de una campaña que hacía referencia a las personas que menstrúan. La autora explicó a grandes rasgos su postura en un ensayo posterior donde expresó que las personas transgénero ponían en peligro a las mujeres. Desde ese entonces la escritora no ha parado de decepcionar a quienes todavía son fans de Harry Potter y Animales Fantásticos, sobre todo cuando se reveló la conexión entre su seudónimo Robert Galbraith y el psiquiatra afín a la terapia de conversión.

En declaraciones recientes para la revista Good Housekeeping, Rowling afirmó que existen muchas mujeres que actualmente se sienten “preocupadas” por las implicaciones a sus “derechos fundamentales” que plantea el debate sobre el género (vía New York Post):

Muchas mujeres están preocupadas por los desafíos a sus derechos fundamentales que plantean ciertos aspectos de la ideología de la identidad de género.

La autora agregó que desde que empezó esta polémica ha recibido muchas más cartas que antes, de las cuales presume el 90% han sido de total apoyo a su postura. Según Rowling, su correspondencia incluye desde personal de refugios para mujeres, hasta miembros de la propia comunidad transgénero:

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He tenido una gran bolsa de correos desde que hablé sobre este tema y más del 90 por ciento de las cartas y correos electrónicos han sido de apoyo. Mi correspondencia ha incluido personal médico, trabajadores sociales, trabajadores penitenciarios, trabajadores en refugios para mujeres y miembros de la comunidad LGBT, incluidas las personas trans.

J.K. Rowling también reveló que muchas de las personas que le escriben lo hacen con el fin de desahogarse sobre su decisión de transicionar. La novelista afirma que estos remitentes lamentan haberse realizado un cambio permanente en sus cuerpos, como sucedió recientemente con Keira Bell de Reino Unido, joven de 23 años que demandó a una clínica juvenil de identidad de género por recetar bloqueadores de la pubertad en la edad de 16 años.

A pesar de presumir una gran cantidad de apoyo, la escritora británica asegura que las personas tienen “miedo de hablar porque temen por sus trabajos e incluso por su seguridad personal" y agregó que “este clima de miedo no le sirve a nadie, y menos a las personas trans”. Rowling hizo un llamado a una "conversación más matizada sobre los derechos de las mujeres y el enorme aumento en el número de niñas y mujeres jóvenes que buscan la transición".

Si bien ahora la autora asegura que se encuentra abierta a un supuesto diálogo sobre el tema, sus declaraciones durante todo este año han demostrado que no está dispuesta a ampliar su postura sobre el género y que no está interesada en la gran cantidad de fanáticos transgénero y LGBTQ+ que han encontrado en su obra mucha empatía. Judith Butler, una de las feministas teóricas del género más conocidas, afirmó en una entrevista con NewStatesman que la forma de pensar de Rowling tiene su raíz en “fantasías aterradores” y ansiedades personales que atentan contra la dignidad de las personas trans:

Sería un desastre para el feminismo volver a una comprensión estrictamente biológica del género o reducir la conducta social a una parte del cuerpo o imponer fantasías aterradoras, sus propias ansiedades, a las mujeres trans... Su sentido de género permanente y muy real debe ser reconocido social y públicamente como una cuestión relativamente simple de otorgar otra dignidad humana. La posición feminista radical transexclusiva ataca la dignidad de las personas trans.

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