Artículos

Las películas más tristes del siglo XXI según la crítica

Estas son las películas más desgarradoras en lo que va del siglo XXI al hacernos sentir las profundidades del dolor humano

Por mucho que busquemos un buen drama o un emocionante thriller impecablemente realizado, incluso los cinéfilos más exigentes, debemos admitir: a veces solo queremos una buena película para llorar. Sin embargo, las películas que hacen sacar el pañuelo suelen ser desgarradores relatos que permanecen en la memoria colectiva, por ejemplo, La Decisión de Sophie (79%), La Fuerza del Cariño (88%) o La Lista de Schindler (96%), por mencionar algunos ejemplos. Incluso en estos tiempos en que las franquicias de ciencia ficción y superhéroes reinan en la cartelera, Hollywood siempre amará una película que saque lágrimas. Por eso, creímos que era necesario destacar algunas de las películas más tristes que hemos presenciado en lo que va del siglo XXI (vía IndieWire).

Podría interesarte: Las 10 películas del siglo XXI con la cinematografía más bella

Las películas de esta lista no sólo encuentran belleza en las experiencias humanas más desgarradoras, sino que representan a algunos de los cineastas de autor más brillantes en activo de la actualidad como Asghar Farhadi, Michael Haneke y Darren Aronofsky. De Secreto en la Montaña hasta Amour, estas son las películas más tristes del este siglo.

Amour (93%)

Amour puede ser una de las películas más tristes que se hayan hecho, pero lo más triste es que tiene un final feliz. El público estaba comprensiblemente escéptico sobre una película de Michael Haneke con un título tan desarmador, después de todo, es un director que hizo una meditación hiper-perturbadora sobre la violencia (Funny Games - Juegos Divertidos (63%)), y la hizo nuevamente en Estados Unidos. Desafortunadamente no hay nada irónico en Amour, este drama de relaciones confinadas es mucho más frío que una historia de amor promedio. La historia sigue a un hombre anciano (Jean-Louis Trintignant) que se ve obligado a cuidar de su frágil esposa (Emmanuelle Riva) después de que sufre un derrame cerebral, es profundamente hermosa por su frialdad. Insinuado en la sorprendente primera escena, esta película se convierte en un acto de misericordia pura cuando el marido pone fin a la miseria de su mujer. Sin duda, es un momento devastador, pero de manera realista también es la mejor resolución posible.

Secreto en la montaña (87%)

La historia de amor entre Ennis (Heath Ledger) y Jack (Jake Gyllenhaal) es pura y apasionada, sin embargo, se complica por el matrimonio que tiene cada uno de ellos, así como por los estrictos límites sociales de la época. El amor y la atracción de Ennis hacia Jack se desenfrena cuando están solos y aislados, pero también lucha con su propia sexualidad, atormentado por los recuerdos de la infancia de los asesinatos de dos hombres sospechosos de ser homosexuales. Aunque Ennis continúa viendo a Jack durante la pesca, es brusco con él y su familia, pero a pesar de todo, su matrimonio termina en divorcio. Pero cuando Ennis se entera que Jack ha muerto, finalmente deja escapar sus emociones cuando visita la habitación de Jack y encuentra una camisa en la que hunde el rostro y empieza a llorar.

Triste San Valentín (88%)

Hay una triste sensación de que algo inevitable pasara en la historia de amor entre Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams), y es que esta se desmorona. La disolución en cámara lenta tanto de su matrimonio como de su familia ocurre cuando se dan cuenta. Son dos personas que narran el declive de una relación, casi impotentes para evitar que sucediera. Todo esto sería suficientemente devastador como para ver cómo se desarrolla, pero la película de Derek Cianfrance se balancea entre el presente y el pasado, mostrando cómo se unieron. La escena en la que Gosling toca el ukulele es un espiral descendiente aplastante, canta: “siempre lastimas a la persona que más amas”, sin duda, un presagio de su propio futuro.

La Historia de la Princesa Kaguya (100%)

Cuando se trata de películas que han adaptado alguna leyenda del folclor antiguo, nunca es prudente mantener la esperanza de un final feliz: los narradores de antaño no fueron tan amables como los ejecutivos de películas, por lo que algunos espectadores no podrían estar preparados para un final como el de La Historia de la Princesa Kaguya de Isao Takahata, basada en una leyenda japonesa del siglo X cuyo nivel de devastación nunca se había visto en una película animada de Japón desde La Tumba de las Luciérnagas, del mismo director. La historia comienza cuando un humilde leñador encuentra a una brillante niña en miniatura en un brote de bambú y decide criarla con su esposa. La joven Kaguya se convierte en una hermosa joven cuyo resplandor natural la condena a una repugnante realeza; en un ataque de frustración reza para poder regresar a su vida en la Luna ya que ella es de ese satélite, pero, sus oraciones son escuchadas cuando Kaguya se ha reencontrado con el esplendor bucólico de su infancia y el calor que encontró en la Tierra. La película termina con un extraordinario desfile celestial, una explosión de color que desciende de los cielos, pero toda esa belleza solo hace que las cosas sean mucho más tristes.

Lee también: Las películas más taquilleras del siglo XXI

Bailando en la Oscuridad (68%)

La creencia sincera e inocente de Selma de que todo saldrá bien es lo que hace que Bailando en la Oscuridad sea tan desgarradora. Selma (Björk) es una madre soltera que miente sobre su vista, la cual poco a poco va perdiendo, para mantener su trabajo en una fábrica donde hace horas extras ya que ahorra cada centavo para una operación de su hija que, genéticamente, también está predispuesta a la ceguera. Esto más su encantadora habilidad para convertir cada momento en una versión romántica de un musical de Hollywood, es lo que hace pasadero su día a día. Las cosas van bien para Selma hasta que su arrendadora, que se encuentra en una situación financiera desesperada, descubre su reserva secreta de dinero y se lo roba. La historia de Selma da un giro brusco cuando intenta recuperar su dinero ya que ella se aferra a la esperanza de que todo saldrá bien.

El luchador (98%)

El Luchador no sería tan triste si no fuera tan realista. La difícil situación de Randy “The Ram” Robinson no es única entre los luchadores profesionales que mueren antes de tiempo, y aunque esté coreografiada, no hay nada falso en esta película. Mickey Rourke es tan magnético como trágico en la que para muchos es la mejor película de Darren Aronofsky que sigue a un veterano luchador que busca un último momento de atención, mientras busca reparar la relación con su hija. El final puede ser ambiguo, pero la implicación no lo es: incluso si Randy no está fuera de combate, sus días de gloria terminaron mucho antes de que lo conociéramos.

Manchester Junto al Mar (96%)

Esta dolorosa historia de familia y tragedia es una clase magistral de escritura de guión y dirección de Kenneth Lonergan, pero la emoción salta de la pantalla gracias a un brillante elenco. La victoria de Casey Affleck en los Óscar siempre tendrá un punto discutible debido a las acusaciones de acoso sexual hechas en su contra, pero su actuación como Lee Chandler, enteramente afligido, ondea de energía en todo su ser. Emparejado con escenas poderosas con Michelle Williams, Kyle Chandler y Lucas Hedges, es imposible no dejarse aturdir mientras este grupo de orgullosos personajes aprender a seguir adelante ante una pérdida impensable.

Expiación, Deseo y Pecado (83%)

Adaptado de la desgarradora novela del mismo nombre de Ian McEwan , Expiación, Deseo y Pecado, dirigida por Joe Wright, es una película deprimente desde el momento en que comienza, pero realmente no te rompe hasta sus últimos minutos. La historia abarca varias décadas con tres actrices diferentes interpretando a la atormentada protagonista, Briony Tallis. Saoirse Ronan ocupa el papel en los días previos a la Segunda Guerra Mundial, y se queda con la joven Briony hasta que un enamoramiento la lleva a acusar falsamente al hijo del ama de llaves y amante de su hermana de agresión sexual. Cuando llega la guerra y Briony madura, ya está paralizada por su culpa, convencida de que sus acciones arruinaron dos vidas inocentes. Es algo melodramática y triste, pero aún no hay forma de determinar cuán brutalmente el prólogo reabre estas viejas heridas.

Cuando la película corta a un tiempo presente, con una Briony adulta luciendo el mismo corte de cabello de su niñez y siendo una famosa escritora interpretada por Vanessa Redgrave, la película termina con un golpe de tripa que alude a su título. Al dar una entrevista sobre su último libro, una dramatización del daño que causó, la moribunda Briony confiesa que gran parte del segundo acto nunca sucedió. Su hermana y el hijo del ama de llaves en realidad no se reunieron: cada uno de ellos murió horriblemente y todo por la decisión que tomó cuando era una niña de 13 años.

13875

Golpes del Destino (91%)o

Una oda a la culpa paterna hecha por Clint Eastwood. La mesera y aspirante a boxeador de Los Ángeles, Maggie Fitzgerald (Hilary Swank), convence al dueño de un gimnasio, Frankie Dunn (Eastwood) para que la entrene, convirtiéndose en una representación de su hija. A lo largo de los tres actos de la película (que coprotagoniza Morgan Freeman como asistente de Frankie y nuestro narrador) Maggie sufre una fractura en la nariz y el cuello, confinándola a una silla de ruedas, además de úlceras y amputación de piernas. Cuando su familia visita la cama de su hospital, es solo para reclamar su dinero. Dunn, que asiste a misa todos los días, desafía a su sacerdote ayudando a Maggie a suicidarse, administrando la inyección mortal de adrenalina y revelando el significado detrás de “Mo chuisle”, el conmovedor apodo gaélico que Maggie nunca entendió.

También podría interesarte: Los mejores directores de fotografía del siglo XXI

Una Separación (100%)

Aunque Simin (Leila Hatami) quiere irse de Irán con su hija Termah (Sarina Farhadi), su esposo Nader (Peyman Moaadidi) no quiere irse, y Simin decide terminar su matrimonio como resultado. Nader lucha por mantener su vida equilibrada y, finalmente, debe contratar a una mujer joven y profundamente religiosa llamada Razieh (Sareh Bayat) para cuidar a su padre anciano que tiene Alzheimer. Razieh encuentra el trabajo muy exigente debido a que tiene algunos meses de embarazo y vive lejos. Una tarde. Nader llega a casa y encuentra su padre solo e inconsciente en el suelo, con el brazo atado a la cama. Cuando Razieh pierde a su bebé, Nader es legalmente responsable por el aborto y acepta pagar una fianza para evitar ir a prisión. Pero el daño ya está hecho y la familia de Razieh no es la única destruida: el matrimonio de Nader ahora no tiene esperanza de reconciliación y, aunque no vemos su decisión, Termah tiene que decidir con qué padre quiere vivir después.

Tags:

Comentarios