RESEÑA: The Boys | El lado oscuro de los superhéroes y las corporaciones

Ah, otra producción de superhéroes como si no tuviéramos -al menos- películas aseguradas para los dos próximos años gracias a los estudios que funcionan como una maquinaria que cumple su único propósito. No es exageración si digo que la cosa ya está algo saturada, pero qué bueno es saber que aún hay espacio para historias más originales que permiten mirar hacia un horizonte que parecía dominado por los Vengadores. La flamante propuesta de Amazon Prime Video no es otra que una protagonizada por seres con habilidades sorprendentes que salvan el día mientras usan capas o trajes ajustados y los habitantes de la ciudad los alaban, porque de eso tiene bastante, pero en el fondo es mucho más de lo que aparenta.

No te lo pierdas: The Boys: la serie de Amazon que se burla de DC y de las películas pretenciosas de Zack Snyder

The Boys - 90% es una adaptación de la serie de cómics homónima creada por el escritor Garth Ennis en compañía del dibujante Darick Robertson, que se extendió por 72 números a través de las editoriales Wildstorm y Dynamite Entertainment, y nace como una sátira por parte de sus creadores hacia la mitología superheroica. Sabiendo esto, la principal duda era si el estudio, en este caso Amazon, estaba listo para hacerle justicia al contenido de la historia original y la respuesta es un rotundo sí.

Si en realidad existieran los superhéroes de Marvel suponemos que de alguna forma serían manejados por una gran corporación que se encargaría de su imagen, mercadería y presentaciones en eventos, además de que recibirían el tratamiento de celebridades porque su popularidad estaría por los cielos. Este es el mundo en el que transcurre The Boys, donde la corporación Vought se encarga de manejar a Los Siete, un grupo de superhéroes conformado por Vengador (Antony Starr), Queen Maeve (Dominique McElligott), Audaz (Jessie T. Usher), Translúcido (Alex Hassell), Black Noir (Nathan Mitchell) y The Deep (Chace Crawford). A ellos se une la novata Starlight (Erin Moriarty) luego de pasar por un proceso de casting ya que la corporación buscaba una nueva adición al equipo.

A través de los ojos de la inocente Starlight descubrimos que la existencia de estas personas con superpoderes es tratada por Vought como su principal fuente de ingresos bajo el mando de la corrupta Madelyn Stillwell (Elisabeth Shue), que actúa como la Kevin Feige de todo esto. Tampoco es coincidencia que los protagonistas tengan mucho en común con la formación de los héroes vista en Liga de la Justicia - 41% o que parezcan salidos de una película de Zack Snyder con todas las exageraciones que eso implique.

Te puede interesar: The Boys ya tiene calificación de la crítica

Esta efectiva sátira nos deja ver qué sería del mundo si la ficción se convierte en realidad: los héroes pierden el interés en salvar el mundo (o se aprovechan de su estatus), se ven obligados a hacer cosas que no están bien para seguir los intereses propios de la compañía y no salen a acabar con el crimen si no los sigue una cámara que captura cada uno de sus movimientos, aunque siempre estén transmitiendo esa imagen de ciudadano ejemplar cuando de hecho son codiciosos y tratan mal a sus fans.

También es escalofriante saber que la gente que tiene el poder actúa como juez y verdugo para decidir qué crímenes son rentables y a qué millonarias cifras ponen en alquiler a sus superhéroes a otras ciudades para que estas puedan estar seguras. La precisión en la denuncia de The Boys es uno de sus puntos más fuertes, ya que la sátira hacia estos personajes no es nueva, pero combinarla con el tema de la América corporativa y el capitalismo salvaje le da un claro toque diferencial a la producción creada por Eric Kripke, Evan Goldberg y Seth Rogen.

Del otro lado de la historia está Hughie (Jack Quaid), un joven que pierde a su novia en un accidente ocasionado por un superhéroe irresponsable. La sed de venganza lo lleva a encontrarse con un tal Billy Butcher (Karl Urban), que está empecinado con desmantelar la inmoralidad de Vought y hundir al gigante, ya que es acechado día y noche por un suceso que ocurrió en su pasado y que tiene que ver con Vengador, el superhéroe favorito de todos, que curiosamente es el que más tiempo pasa debajo de una falsa capa de bondad. Así podríamos decir que estos son “los chicos” a los que se refiere el título de la obra de Ennis.

Bastó una primera temporada de ocho episodios para que la serie capture la esencia y sea tan avasalladora como el cómic. Aunque en sus páginas la violencia llega a niveles brutales, consigue ser más salvaje y corrosiva que el material de origen a su manera. La razón de esto es que para cuando se publicó, el mundo del entretenimiento no estaba dominado por los superhéroes, pero ahora en pleno 2019 es el momento perfecto para que el mensaje del escritor y el giro de los showrunners irrumpa con fuerza en la actualidad.

Es obvio que la sátira va de lado y lado al ser realizada por Amazon, una de las mayores corporaciones de la actualidad que no tiene nada que envidiar a Vought. De esta forma, sigue una filosofía muy punk que comenzó en la mente de Garth Ennis y su aversión hacia los superhéroes para terminar en esta sátira anti-todo que luce más como una superproducción que no escatima en efectos y diseño de producción, pero que también da en el clavo e invita a reflexionar sobre el presente en el que vivimos y el futuro que queremos.

Continúa leyendo: Mira aquí todas las escenas eliminadas de Avengers: Endgame