Stalker: La Zona, de Andrei Tarkovsky, ¿qué dijo la crítica de este clásico?

El viaje físico y espiritual dentro de la corta pero magistral obra de Andrei Tarkovsky, encontró un punto de inflexión existencial en Stalker: La Zona - 100%, quinta película de su filmografía y su segunda intervención en el género de la ciencia ficción tras Solaris - 96%. Sombría y pausada, la cinta es un viaje a los oscuros abismos del espíritu, los deseos y la decepción provocada por la pérdida de la esperanza presentada como una gran parábola de la insatisfacción en un mundo que ha perdido la fe, pero totalmente necesitado de ella; líneas que Tarkovsky ya había explorado en sus anteriores filmes, incluso que ya había depurado en la introspectiva Andrei Rublev - 96% y la poética Solaris, interés temático que simplemente extendió en un filme que marcaba otro punto en su evolución como autor.

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Basada en la novela Picnic Extraterrestre (Piknik na obochine, 1972) de Arkadiy Strugatskiy y Boris Strugatskiy , el último largometraje que Andrei Tarkovsky pudo filmar en su país natal antes de su exilio es un viaje lleno de misterio a través de un paisaje postapocalíptico. Stalker (Aleksandr Kaydanovskiy) es un guía contratado para llevar a un Escritor (Anatoliy Solonitsyn) y un Profesor (Nikolay Grinko) a "La Zona", un espacio restringido y enigmático que sufrió tiempo atrás la caída de un meteorito. Ahí, los tres hombres intentarán llegar a una habitación donde se cumplen los deseos más profundos. Stalker: La Zona es una meditación sobre la crisis espiritual de un mundo que ha perdido la fe y la esperanza, a partir de una puesta en escena de trágica belleza visual y una fuerza sonora apabullante dividida en dos partes bien delimitadas por su aspecto estético: una escala de grises platinados pintan la desesperante realidad de los tres hombres, mientras que la excursión a “La Zona” se presenta con todo el colorido que rodea los desolados paisajes del terreno que enmarcará la catarsis humana; simplemente, un testimonio estético en torno a las preguntas primarias que nunca tendrán una respuesta definitiva.

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Reconocida con el Premio del Jurado Ecuménico en el Festival de Cine de Cannes en 1980, la versión restaurada de Stalker: La Zona - 100% realizada por el estudio Mosfilm, forma parte de la 64 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional. El filme también ha sido considerado como uno de los mejores dramas de la segunda mitad del siglo XX y ocupa el lugar número 29 en la lista de las 50 mejores películas de todos los tiempos del British Film Institute. En seguida te compartimos algunos de los comentarios que ha realizado la crítica especializada sobre este clásico:

E. Román, de El Nacional, manifestó:

Stalker es un viaje hacia la capacidad creativa del hombre, un itinerario sobre la relación del artista con los demás seres humanos; un viaje a los sentimientos y la capacidad de raciocinio del ser humano.

Janet Maslin, de New York Times, indicó:

Stalker, una sombría fantasía futurista de la Unión Soviética, intenta construir una visión apocalíptica de los más empobrecidos materiales imaginables.

Philip French, de Observer (UK), dijo:

Visualmente inolvidable y posiblemente el mejor trabajo de Tarkovsky.

Kristin M. Jones, de Wall Street Journal, apuntó:

No hay platillos volantes en la inquietante historia del director ruso de un viaje a las profundidades de un paisaje postapocalíptico, pero ofrece esplendor visual, así como misterios, portentos y milagros.

Dan Jardine, de Cinemanía, comentó:

La imaginaria de Tarkovsky marchitará sus imágenes de pesadillas en las más profundas y oscuras esquinas de tu subconsciente.

Andrés de Luna, de Uno más uno, afirmó:

Stalker es todavía un cántico que hace refulgir la posibilidad futura. En un mundo incoloro y turbio, aún es posible concebir una mejoría y soñar con un futuro más alentador.

Anton Bitel, de Projected Figures, destacó:

Stalker traza una misteriosa odisea metafísica emprendida por tres extraños que no están seguros de los límites de sus propios deseos.

Derek Adams, de Time Out, expuso:

Tarkovsky conjura imágenes como nunca has visto; y como un viaje al corazón de las tinieblas, éste es mucho más persuasivo que el de Coppola.

Sam Jordison, de Film4, opinó:

Una poderosa e inquietante parábola de ciencia ficción imbuida por Tarkovsky con una resonancia visual multicapa y, a pesar de su ritmo estático, el impacto emocional es crudo.

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