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J.K. Rowling comparte sus lecciones de éxito y fracaso y lo que aprendió antes y después de Harry Potter

La autora de la saga de fantasía más famosa de todos los tiempos tiene mucho que enseñar, y no sólo se trata de hechizos

El nombre de J.K. Rowling es considerado sinónimo de éxito y, hoy en día, es usual que la historia de esta célebre mujer sea usada como ejemplo de ganarle a la vida, pasando de ser una madre soltera sin trabajo a la escritora de las novelas de fantasía más vendidas en todo el mundo.

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Joanne Rowling nació en Gran Bretaña el 31 de julio de 1965. Al no pasar el examen de admisión para la Universidad de Oxford, se matriculó en Exeter donde obtuvo la doble titulación en Filología Francesa y Clásica. Después de pasar un año en París completando sus estudios, Rowling regresó a Londres, donde comenzó a trabajar en Amnistía Internacional como investigadora y secretaria bilingüe.

Luego de una estancia en Portugal, un matrimonio, el nacimiento de su hija y un divorcio, Rowling se encontró en el punto más oscuro de su vida, como ella misma lo ha descrito en varias entrevistas. Sin empleo, viviendo de subsidios del estado y criando a su hija ella sola, la ahora escritora fue diagnosticada con depresión clínica y llegó incluso a plantearse la idea de suicidarse, según contó al periódico Sunday Times.

En 1995, Rowling terminó de redactar el manuscrito de Harry Potter y la Piedra Filosofal en una vieja máquina de escribir. Su primer triunfo llegó cuando la agencia Christopher Little Literary Agents se ofreció para representarla y buscarle un editor a su obra. Luego de sufrir un sinnúmero de rechazos por parte de editorial tras editorial, finalmente en 1996 Bloomsbury aceptó publicar el libro. Dos años más tarde, Warner Bros. compró los derechos de las obras para así adaptarlas a cine.

La siguiente parte de la historia es más feliz y una que ya todos conocemos bien. Hoy en día, Harry Potter puede presumir de ser la serie de fantasía más vendida en la historia, siendo Rowling una de las mujeres con más ingresos en el mundo. Tal vez se diga fácil, pero luego de todo lo que tuvo que pasar para llegar a donde se encuentra ahora, es un logro memorable y ella misma ha hablado de las lecciones que aprendió en el camino y las que a la fecha sigue aprendiendo.

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The Guardian publicó una serie de frases rescatadas de un discurso que dio a los alumnos de la Universidad de Harvard sobre las virtudes del éxito y el fracaso, consejos que en realidad sirven para todos los que quieran aplicarlos.

Sobre madurar:

Llega un punto en el que ya no puedes echarles la culpa a tus padres por guiarte en la dirección incorrecta. En el momento en que tienes la edad suficiente para tomar el volante, la responsabilidad recae en ti.

Sobre el fracaso:

No soy tan tonta como para suponer que, si eres joven, talentoso y recibiste educación, nunca has conocido las dificultades o el desamor. El talento y la inteligencia nunca salvaron a nadie contra los caprichos del destino.

Sobre la frustración:

No vengo a decirle a nadie que el fracaso es divertido. Ese período de mi vida fue oscuro y no tenía idea de que iba a hacer lo que la prensa ha representado desde entonces como una especie de triunfo de cuento de hadas.

Sobre el enfoque:

El fracaso significó despojarme de todo lo que no era esencial. Dejé de pretender que no era lo que era y comencé a dirigir toda mi energía para terminar el único trabajo que me importaba. Si realmente hubiera tenido éxito en cualquier otra cosa, tal vez nunca hubiera encontrado la determinación de tener éxito en la única arena a la que creía pertenecer realmente.

Sobre el poder interior:

No necesitamos magia para cambiar el mundo, ya llevamos todo el poder que necesitamos dentro de nosotros: tenemos el poder de imaginar un mundo mejor.

Sobre la imaginación:

Muchos prefieren no ejercitar su imaginación en lo absoluto. Eligen permanecer cómodamente dentro de los límites de su propia experiencia, sin preocuparse nunca de cómo se sentiría haber nacido de otra forma.

Sobre la empatía:

Quienes eligen no empatizar dan vida a los verdaderos monstruos, porque sin cometer nunca un acto de maldad absoluta nosotros mismos, nos confabulamos a través de nuestra propia apatía.

Sobre la gratitud:

Todos los días de mi semana laboral en mis primeros veinte años de vida pensé en lo increíblemente afortunada era de vivir en un país con un gobierno democráticamente elegido, donde la representación legal y un juicio público eran los derechos de todos.

Sobre la conexión con el mundo:

Una de las muchas cosas que aprendí al final de ese corredor de las obras clásicas a las que me aventuré a la edad de 18 años, en busca de algo que no pude definir, fue esto, escrito por el autor griego Plutarco: ‘Lo que logremos interiormente cambiará la realidad del exterior.’ Esa es una declaración sorprendente y, sin embargo, probada mil veces todos los días de nuestras vidas. Expresa, en parte, nuestra conexión ineludible con el mundo exterior, el hecho de que tocamos las vidas de otras personas simplemente por existir.

Sobre la vida:

Como en un cuento, también en la vida: No importa qué tan larga sea, sino qué tan buena es.

La editorial Salamandra recopiló el discurso de Rowling y lo convirtió en un libro titulado Vivir Bien La Vida: Los Beneficios Inesperados del Fracaso y la Importancia de la Imaginación.

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