Mete Crítica: El Sueño en Otro Idioma del cine mexicano que no es el de Chaparro y el de Derbez

Si duda Sueño en Otro Idioma (91%) de Ernesto Contreras, es una muestra del camino que le hace falta retomar al cine mexicano. Ese que se presenta como tercera alternativa ante el que deambula en excesivas pretensiones intelectuales y que a veces termina por perderse en un estéril afán de ser indescifrable, y aquel que solo apuesta por la frivolidad y busca fórmulas fáciles que impacten en taquilla pero no ofrecen más que entretenimiento prefabricado y lo que es peor, reciclado, dígase los cada vez más recurrentes remakes de producciones realizadas en otros países, incluso de apenas hace un par de años.

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Y es que la película del otrora responsable de la también estupenda Párpados Azules, viene acompañada de un discurso crítico inteligente, no exenta de valores sociales y culturales, y al mismo tiempo resulta entretenida, emotiva y completamente digerible.

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Su paso por la cartelera, pese a lo desigual de las condiciones de distribución, puede considerarse afortunado, sobre todo si tomamos en cuenta que se mantuvo a pesar de la llegada y permanencia de gigantes comerciales como Deadpool 2 (85%) y Avengers: Infinity War (79%), lo cual fue una muestra de que no se debe subestimar al público y dar por sentado que no son capaces de apreciar este tipo de obras. Claro que en esto tuvo mucho que ver el clásico “de boca en boca”, un recurso importante si, pero del que no se puede depender siempre.

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Ojalá y las cadenas exhibidoras hicieran un esfuerzo aún mayor y dejaran de relegar este tipo de películas a complejos y horarios inaccesibles -por que sabemos que esa es la que les aplican, les respetan a veces el número, pero no la ubicación de las salas-, pero lo más importante, que también la gente se diera cuenta que si es que además de ver el blockbuster en turno, también les interesa el buen cine mexicano -por que es poco, pero si lo hay- deberían convertirlo en su prioridad dentro de los estrenos, al fin y al cabo las de superhéroes y los Derbez, ahí estarán bastante tiempo. En cambio las otras, si no las ven en su primer fin de semana, es muy posible que se pierdan la oportunidad de disfrutarlas en pantalla grande, además de que difícilmente tendremos más propuestas similares, y nuestra intermitente industria, seguirá solo sustentada en lo que entregan los Chaparro, los Uribe y compañía.