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La vida de Calabacín: top de críticas, reseñas y calificaciones

Un trabajo plástico que bucea entre la poesía íntima de Tim Burton y la fuerza social del cine de Ken Loach. Claude Barras amasa la desgracia y le da forma de esperanza

[amazon]La Vida de Calabacín||1|B06WRTFKRY|amplia|mx|Centrada en niño de 10 años, apodado Courgette (“calabacín”) y enviado a un orfanato tras la muerte de su madre, la historia narra cómo superará las dificultades y se integrará en este nuevo ambiente en medio de un pequeño grupo de niños maltratados, como él, por la vida.|Blu-Ray|Blu-Ray|-1|view|297.98|[/amazon]

El animador francés Claude Barras sorprende con su ópera prima, La Vida de Calabacín (98%), una delicada y tierna animación stop-motion que muestra en todos sus matices el viaje iniciático de un niño huérfano que aprende a llorar para afrontar el mundo, que descubre que la vida vale la pena vivirla aunque sea una sucesión de dramas. Narrada con una encomiable sensibilidad y sentido del humor y ausencia de victimismo barato, todo ello materializado en unos encantadores pequeños muñecos animados de enormes y expresivos ojos y sonrisas melancólicas. Un trabajo plástico que bucea entre la poesía íntima de Tim Burton y la fuerza social del cine de Ken Loach. Claude Barras amasa la desgracia y le da forma de esperanza.

La vida de Calabacín

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Lo que eleva a la propuesta por encima de la media y la hace tan especial es su pausado tono que se aleja de la espectacularidad y velocidad de las típicas películas animadas de Disney que estrenan cada mes del año en las salas de cine. Tampoco excede el tiempo de duración de dos horas para contar a capricho o dejar cabos sueltos, La Vida de Calabacín (98%) se toma su justo tiempo para hablar de la infancia, la construcción de uno mismo, la importancia de la amistad, con brevedad, finura y precisión impecable. Aquí Calabacín -apodo dado por su madre- hace amigos, tiene miedo y también se enamora. Basada en la novela Autobiografía de un calabacín (Autobiographie d’une courgette, 2001) de Gilles Paris , la cinta se centra en un niño de nueve años llamado Ícaro y apodado Calabacín que tras la repentina muerte de su madre, de la mano del policía Raymond, un hombre noble que se convertirá en su amigo y protector a lo largo de la historia, ingresa en un orfanato llamado Les Fontaines donde conocerá a otros pequeños que como él, buscan su lugar en el mundo. Siete infantes a través de los que se aborda con mucho tacto, la violencia que sufren algunos niños: el abuso parental y social, el abandono. Críos que olvidan sus circunstancias gracias a los juegos y la inocencia propia de la niñez. Un viaje de fin de semana a las montañas y la nieve lo cura todo. Un plato de papas fritas, un papalote, un regalo furtivo, una sonrisa cómplice tras una travesura en pandilla. Un retrato, por cierto, nada complaciente, esquivo en todo momento con la auto indulgencia. En esa casa hogar tampoco existen directoras villanas, ni profesores crueles, abusivos y corruptos.

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La adaptación de la novela de Gilles Paris estrenó en la Quincena de Realizadores 2016 del Festival de Cannes. Ganó el premio del público a Mejor Película europea en el Festival de San Sebastián de ese mismo año y fue candidata al Oscar 2017 en la categoría de animación. Hoy llega a las salas de cine de México La vida de Calabacín, que debutó con certificado de frescura desde su primera proyección. Aquí las opiniones de los especialistas cinematográficos que ya pudieron verla. Luis Enrique Forero de El Antepenúltimo Mohicano dijo del filme:

Cada uno de los elementos visuales, narrativos, sonoros y metacinematográficos está cuidado hasta el extremo; lo cual denota no solo un perfeccionismo obsesivo, sino el trabajo apasionado de un grupo de talentosos creadores, que demuestran cómo es posible construir complejos entornos emocionales sin olvidar apelar a esa gran cualidad que solo los niños demuestran sin complejos: la capacidad de observar alrededor con una mirada de pura curiosidad y libertad imaginativa sin el estigma del prejuicio. Una lección de cine con mayúsculas.

Javier Ocaña de El País describió como un filme indispensable a La Vida de Calabacín (98%):

La perfección también existe. Se ve en esta película de animación suiza recomendada solo a los más atrevidos e inteligentes, a los valientes.

A.O. Scott de The New York Times acotó de la cinta:

La técnica de animación es en ciertas maneras un tanto más cruda de lo que se ve en otras películas para niños, pero tiene muchas más alma.

Las primeras impresiones de Andrea G. Bermejo de Cinemania van sobre la fuerza emocional de las marionetas:

He aquí la mejor película de animación europea (y del mundo) de 2016. ¡Peligro! Viéndola corres el riesgo de morir de ternura.

Alonso Díaz de la Vega de El Universal dijo del filme:

Claude Barras ha creado una película importante en su género por su compasiva manera de representar una niñez rota.

Para Wendy Ide de la revista británica del BFI, Sight and Sound, está es la mejor película animada de los últimos diez años:

Una película animada en stopmotion acerca de la tragedia durante la niñez, el abandono y la maleable naturaleza de la familia.

Por lo pronto La Vida de Clabacín ya está en la cartelera mexicana. Véanla y juzgen con sus propios criteriosy cuéntennos
cómo la vieron.

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