Confesiones | Luis Gnecco: “Esta es una película que te linkea con un terreno psicológico desafiante”

Visceral, incómoda y reflexiva, Confesiones - 70% de Carlos Carrera llega este fin de semana a salas nacionales para mantener al filo de tu asiento con un misterio oscuro que conserva el mismo estilo contundente por el que Carrera es conocido. La película únicamente necesita dos cosas para acelarar tu ritmo cardíaco, la primera es una sola locación en la que se hace presente una atmósfera opresiva difícil de sacudir, y la segunda es una plana protagónica de primer nivel que hace maravillas con el material escrito por Alberto Chimal. Dentro del reparto podemos encontrar a Claudia Ramírez, Juan Manuel Bernal, Emilio Treviño y el actor chileno Luis Gnecco, con quien Tomatazos tuvo la oportunidad de conversar con motivo del anticipado estreno.

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La trayectoria de Luis Gnecco ha estado llena de grandes hitos, como su participación como Pablo Neruda en la película Neruda - 94%, dirigida por el renombrado Pablo Larraín. Esta interpretación le valió nominaciones en los Premios Fénix y Premios Platino en España. Su colaboración con Larraín no es nueva, habiendo trabajado juntos en películas como Una Mujer Fantástica - 94%, que obtuvo el codiciado premio Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2018. Entre otros proyectos, Gnecco ha sido parte de filmes como Aurora de Rodrigo Sepúlveda, Aquí no ha pasado nada de Alejandro Fernández Almendras, y Los Dos Papas - 100% junto al actor Anthony Hopkins. En televisión, ha destacado en series como Narcos - 78% (Netflix), Los Simuladores (HBO), y Aquí en la Tierra - 100% (FOX), una de las primeras series televisivas presentadas en Cannes.

¿De qué trata Confesiones?

La sinopsis oficial del más reciente proyecto de Carlos Carrera es la siguiente: Una familia acomodada de la Ciudad de México está conmocionada por la desaparición de su hija pequeña. Por la noche, horas después de su desaparición, uno de los captores llega a la casa. Ha venido por el rescate… pero lo que quiere no es dinero, sino una confesión. Alguien en la familia está ocultando una atrocidad, y el captor los obligará a revelar las cosas más terribles que cada uno ha hecho en sus vidas.

Aunque en la película todos los personajes tienen su espacio para brillar, el interpretado por Gnecco destaca de todo el conjunto por todos los matices claros y oscuros que lo vuelven tan complejo. Al conversar con el actor sobre lo que le resultó atractivo del papel y de la historia, nos reveló como el reto que representaba la historia fue lo que le terminó convenciendo de participar en el proyecto.

Lo que me atrajo desde el inicio fue leer el guion, la historia es muy entretenida, pero sobretodo desafiante, tengo un personaje que no se si muchos actores estarían dispuestos a interpretar por muchos prejuicios con algunos temas y roles (…) lo primero que le dije a Carlos Carrera cuando lo conocí fue “Mira, hay dos posibilidades, que esto resulte ridículo, al borde de lo creíble y lo otro es que salga una gran película”. Y Carlos me dijo “Hagamos una gran película”. Darle verosimilitud a una historia de esta intensidad no es poca cosa, y Carlos sabía perfectamente el desafío al que estaba sometido.

A lo largo de la cinta, el pequeño conjunto de personajes comparte momentos muy fuertes que sin lugar a dudas llevó a todos los actores al límite. Luis, a pesar de lo sombría y asfixiante que puede ser Confesiones, comparte que en el set se vivió un ambiente agradable donde todos terminaron volviéndose buenos amigos y apoyándose para lograr el máximo efecto dramático en cada escena.

Yo soy un actor más visceral, yo llego y me lanzo, analizo muy poco el guion, prefiero olerlo, vivirlo e intuirlo (…) Afortunadamente se logró dentro del grupo actoral conformar lo que se necesita para una película de estas: que todos los actores estén muy relacionados, que se conozcan, que se vivan, que haya una relación real. Y luego eso ayuda en los momentos para descargar la intensidad de la historia, eso hace que te vayas transformando en amigos de las personas, y también es muy necesario saber reírse.

Los retos en el camino para realizar Confesiones no fueron pocos, y Luis enfrentó los propios durante la producción. Regresar a la actuación después de un breve intermedio requiere muchas veces volver a lo básico, y para Gnecco resultó muy grato pasar por todo este proceso.

Esto fue volver a encontrarme con la cámara después de un buen tiempo, en un país extranjero, teniendo que hablar con acento mexicano, eso para mí siempre es un reto. Hay cosas externas en las cuales prepararse, y el resto es simplemente entregarse al viaje, y entregarse con poco prejuicio (…) Para mi personaje, lejos yo de meterme analíticamente tenía que meterme más con los sentidos, dejar que entrara con todo, y como la historia va creciendo cada vez más y se filmó en orden, entonces me permitió construir muy bien el final. Fue como volver a reconstruir un montón de cosas, de cómo pararse frente a una cámara y como enfrentar un personaje fuerte como este.

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El estilo de Carlos Carrera

El trabajo de un actor y un director siempre es ir al viaje tomados de la mano, y en Confesiones, Luis quedó gratamente sorprendido por el estilo de Carlos Carrera y su forma de impulsarlo a llegar al fondo de la locura juntos.

No me di ni cuenta cómo Carlos me tomo de la mano y me llevo a la intensidad emocional del personaje. Yo creo que mutuamente nos descubrimos, yo a él como director y él a mi como actor, y de a poco nos fuimos perdiendo los miedos, fuimos agarrando confianza y de a poco fuimos estudiando los límites de cada uno. Yo creo que él es un hombre muy intuitivo, un hombre muy observador, y yo creo que el descubrió mucho antes mis límites que yo, porque hacia el final de la película yo no sabía que él se iba a volver tan loco en términos de filmación, de dejarse llevar. Al final él también se sumó a esta locura que plantea la película.

Finalmente, Luis no dejó pasar la oportunidad de invitar a todos los lectores de Tomatazos a no perderse Confesiones, un thriller al que todos los involucrados le pusieron todo su corazón y esfuerzo, y que esperan sea del agrado de la audiencia.

Soy un gran creyente del libre mercado, pero creo que si la gente decide ir va a tener una experiencia que no le va a ser para nada indiferente. La oferta es muy amplia, pero afortunadamente esta es una película hecha para el cine y siempre se pensó así, por tanto estamos volviendo a una tradición, y creo que si la gente que va y paga su entrada va a tener una experiencia inmersiva, donde experimentará muchas emociones durante la proyección, porque es una película que ofrece un viaje intenso, una buena conversación posterior. Es una película que te ofrece linkearte con terreno psicológico desafiante y profundo, por tanto, no es una experiencia sencillita.

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