William Shatner, protagonista de la serie Star Trek clásica, se burla de Star Wars: el ascenso de Skywalker

Uno de los pasatiempos favoritos de William Shatner es trollear a los fans de Star Wars. Con una carrera de más de cincuenta años, es aún muy recordado por generaciones de fans de la televisión gracias a su interpretación en el papel del icónico capitán James T. Kirk, el comandante de la nave U.S.S. Enterprise en la serie clásica de Star Trek. Aunque la disputa entre los fans de la ciencia ficción nunca llegará a la completa paz sobre cuál de las franquicias es mejor, cabe destacar que la ficción creada por Gene Roddenberry apareció por primera vez en 1966.

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De eso se aprovecha Shatner para revivir la polémica, pero también es solidario ya que al igual que muchos de los fans él también salió de ver Star Wars: el ascenso de Skywalker - 61% con más preguntas que respuestas, y él les demuestra que no están solos. En un tuit (vía Comic Book) el actor hace referencia a la trama enredada de la película dirigida por J.J. Abrams, quien tuvo que sacar un par de trucos bajo la manga para poder llegar a un final que pueda complacer a los fans y que al mismo tiempo tenga sentido.

Acabo de ver la última película de Star Wars. Necesito mi propio cazarrutas para poder entender lo que vi. #BuscandoUnaDaga

So I saw the new @StarWars Movie. I need a wayfinder of my own to understand what I saw. #lookingforadagger 😏

— William Shatner (@WilliamShatner) December 23, 2019

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Pero esta no ha sido la única ocasión en el año que Shatner ha trolleado a los fans de Star Wars. En junio, la NASA dio a conocer que existe una marca en la superficie de Marte que luce extrañamente familiar por su parecido con la insignia Starfleet. Meses después, con el estreno de El Muñeco Diabólico - 79%, película en la que Mark Hamill pone voz a Chucky, aprovechó para decirle al actor que finalmente se convirtió en su padre, refiriéndose a Darth Vader que fue presentado como su padre en la trilogía original de Star Wars.

Hey Star Wars ¿podrías decirle a tu escoria rebelde que se apresure? Ya les ganamos.

Hey @starwars! Will you hurry up your Rebel Scums? 🙄 We beat you! 😉😝👇🏻 https://t.co/b53KxKlAlj

— William Shatner (@WilliamShatner) June 13, 2019

Como recordarán, al inicio del Episodio IX aparece Kylo Ren, quien luce desesperado por encontrar al Emperador para acabar con él y sus intenciones de liderar una nueva llegada del mal sobre la galaxia. Para lograrlo, debe llegar a Exegol, el planeta que el Sith usa como su hogar, y para ello necesita de un dispositivo llamado Wayfinder o Sith Wayfinder, traducido como cazarrutas, que le indicará por donde de seguir para dar con el lugar. Lo que sucede es que Abrams vuelve a hacer de las suyas y todo lo presenta muy rápido y a modo de prólogo, por lo que para el momento en el que nos damos cuenta Kylo ya tenía el dispositivo en su nave y se dirige hacia el planeta.

Este wayfinder es sospechosamente familiar ya que se parece a un holocrón, que es un dispositivo que usaban tanto los Jedi como los Sith para almacenar información importante y que solo resulta útil cuando lo tiene el bando al que le pertenece. Esta podría ser otra jugada del director para ganarse a los fans con la nostalgia, pero por el cambio de nombre suponemos que se trata de un objeto completamente diferente al que ha aparecido en otras partes del universo de Star Wars.

Este mcguffin es parte de lo que convierte a El ascenso de Skywalker en una película divisiva y controversial. Tan es así que su director ya estaba preparado, pero según él sin preocupaciones por la respuesta de los fans, ya que aseguró en una entrevista con Comic Book que esperaba ver reacciones mixtas sobre el final, y que después de todo cada una de ellas es totalmente válida.

La logística de filmar las piezas del set, porque el alcance de las imágenes es bastante grande, por lo que la forma en que íbamos a hacer cualquiera de ellas fue enorme. Obviamente, la narrativa de la película, lo que estábamos diciendo, lo que íbamos a hacer. Solo porque no importaba lo que hiciéramos, sabíamos que iba a ser divisivo y controvertido... Sabíamos, al principio, incluso antes de que lo empezáramos, que era un hecho que no importaba qué elección hiciéramos, iba a [molestar a algunos fanáticos y] habría facciones.

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