Steven Spielberg pedirá reglas más estrictas para Netflix ante la Academia

Green Book: Una Amistad sin Fronteras - 78% vs Roma - 99% fue sólo el principio. Netflix todavía tiene muchos detractores y uno de los más poderosos es Steven Spielberg. El director de Ready Player One: Comienza el Juego - 78% es uno de los miembros de la Academia de Hollywood que más preocupados está por que el streaming reemplace a los cines y dejará esto en claro en la próxima reunión de los líderes de la institución fílmica para que se discutan reglas más estrictas.

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De acuerdo con The Playlist, Steven Spielberg aprovechará la reunión de Gobernadores de la Academia del próximo mes para discutir cómo se puede hacer más difícil que Netflix logre ganar votos de miembros de la Academia a través de sus campañas publicitarias. El reporte indica que la institución no descarta discutir estos temas, pero salta la pregunta de qué es lo que realmente pueden hacer para frenar todo el dinero que la plataforma invierte en sus producciones.

El principal problema que Spielberg y otros miembros que podrían unirse a su propuestas tienen con Netflix es la proyección limitada que le dan a las cintas antes de lanzarlas en su catálogo. Sin embargo, Roma logró quedarse en cines mucho más tiempo que Un Asunto de Familia - 100% o Guerra Fría - 98%, las demás películas nominadas en la categoría de Mejor Película Extranjera. El problema radica en frenar a Netflix sin ponerle el pie al resto de las producciones independientes.

Muy similar a lo que sucedió en México con Cinépolis y Cinemex, la cuestión es que Netflix no quiere respetar el tradicional período de ventana que se suele llevar en cines antes de los formatos caseros o en este caso el lanzamiento en streaming. Las opciones de la Academia son establecer dicho período como una regla para ser nominado o extender el tiempo en cines, pero esta última opción sería perjudicial para filmes pequeños.

A diferencia de Netflix, que parece tener una cartera sin fondo, producciones independientes o extranjeras podrían no contar con el dinero para lograr que los cines se interesen en tener sus cintas por más de una semana, que es el mínimo requerido por la institución que da el Óscar, así que de aplicar esa última opción el último en verse perjudicado sería Netflix.

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El temor de Spielberg y otros miembros es que con el eventual prestigio que ciertas de sus cintas podrían ganar a través de los Óscar, la gente dejaría de ir al cine, pues eventualmente todas esas historias llegarían hasta sus dispositivos. Pero, ¿es esto lo que realmente pasa? Hace falta estudiar a fondo los hábitos de consumo del público y dado que la plataforma no rinde cuentas, no se puede más que especular.

Dado que no se puede evitar que Netflix haga fiestas para miembros o realice sus campañas, será interesante ver qué es lo que estos conservadores inventan para mantener el cine, o lo que ellos creen que es cine, en las salas. Si es tan brillante como la categoría de Mejor Película Popular o pasar entregas del premio durante el corte comercial, podemos esperar todavía más polémicas en contra de la Academia que no ha tenido la mejor de las rachas en cuanto a innovaciones se refiere.

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