Diablo IV: Las críticas dicen que no reinventa la saga, pero la mantiene en lo alto del género

Los fans de los videojuegos son de los más leales y comprometidos en el mercado, pues a veces deben esperar más de cinco años para poder tener una nueva entrega de sus títulos favoritos. En algunos casos el resultado bien vale la espera, pero en otros la decepción se percibe como cruel. Hay series que tienen un gran legado entre los conocedores y no es sencillo cumplir las expectativas. Es por eso que la llegada de Diablo IV era un tema muy debatido entre los jugadores, con algunos asumiendo que no sería tan bueno y otros esperando un cambio radical. Luego de tanta incertidumbre, por fin llegan las primeras críticas y reseñas de esta secuela, y parece que cumplirá muy bien para los fanáticos.

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Blizzard Entertainment es una empresa que ha desarrollado juegos como StarCraft y Warcraft, que incluso tuvo una película live action llamada Warcraft: El Primer Encuentro de Dos Mundos - 28% dirigida por Duncan Jones, y a pesar de ser un fracaso en su estreno se ha hecho de un cierto estatus de culto con el paso de los años. La compañía también desarrolló la serie Diablo en 1997, misma que ha sobrevivido a varios cambios de poder dentro de la empresa. Diablo se desarrolla en el reino de Khanduras, donde el jugador toma control de un guerrero que busca derrotar al Señor del Terror que da nombre a la saga.

Al principio, los análisis de ventas indicaban números moderados para esta entrega, pero las buenas reseñas hicieron que las cosas cambiaran de un momento a otro y pronto se convirtió en uno de los juegos más vendidos del año, y en uno de los favoritos del público, siendo un gran éxito para el formato y la empresa misma. A pesar de ser una misión sencilla, el canon sobre los ángeles, los demonios y el reino mortal de los hombres, hicieron que muchos se sintieran particularmente atraídos por el tono, que además también estaba hecho para satisfacer a los conocedores de mundos fantásticos más tradicionales, pero que buscaban nuevas convenciones.

Con tal éxito, la empresa decidió dar prioridad a una secuela y Diablo II finalmente se estrenó en el 2000, siendo también un éxito gracias a la expansión de material narrativo y la mejora en la estructura principal del juego. En el 2012 llegó Diablo III que rompió un récord como el juego más vendido en las primeras 24 horas, aunque aquí ya se dieron algunas críticas sobre lo poco que había evolucionado la saga a diferencia de otras del estilo. Desde entonces, los fans esperaban una nueva entrega, misma que fue oficialmente anunciada en 2019.

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Hace poco se dio a conocer un tráiler para promover el lanzamiento de Diablo IV que fue dirigido por Chloé Zhao, más conocida por Nomadland - 100% y Eternals - 58%. El avance funcionó para reanimar a los fans que esperaron más de una década y ahora quieren conocer todos los detalles sobre la resurrección del demonio Lilith. Las primeras críticas han sido bastante positivas y los fans pueden estar seguros de que la saga se mantiene tan bien como siempre con algunos ajustes para adaptarse a los nuevos tiempos y consolas:

Travis Northup de IGN:

Al igual que ver a tu banda favorita tocar su mayor éxito en vivo, Diablo IV es completamente increíble de contemplar aunque sepas exactamente cómo va la canción desde el momento en que escuchas la primera icónica nota. Diablo IV no hace mucho por reinventar los juegos de rol o superar los límites de un género que su serie ayudó a promover, pero los ajustes, las mejoras y las ideas prestadas que presenta han convertido este último modelo en el mejor Diablo que hemos tenido.

Will Greenwald de PC Magazine:

Diablo IV tiene mucho de Diablo III, pero con mucho mejores gráficos y un alcance más amplio. Es la misma fórmula de siempre de matar monstruos y recolectar el botín, pero hay una razón por la cual los juegos de hack and slash y looter-shooter perduran. Correr, matar cosas y recolectar equipo nuevo y mejor se suma a un ciclo de juego simplemente agradable.

Nic Reuben de The Guardian:

Pero a pesar de la interacción gratificante entre varias estadísticas y atributos, y la loable sensación de que, incluso desde el principio, tienes acceso al tipo de libertad en la personalización del personaje y del combate que normalmente está encerrado por horas en otros juegos similares, Diablo IV se siente... como un juguete. Si quitas los gritos infernales y los disfraces de Halloween aterradoramente convincentes, lo que queda es el equivalente de los videojuegos a la comida chatarra híper apetecible, aunque con innumerables advertencias coloridas en el empaque.

Carrie Lambersten de ScreenRant:

La naturaleza de mundo abierto de Diablo IV es a la vez satisfactoria y abrumadora. Con tantas diferentes direcciones a las que puede ir un jugador y la gran cantidad de misiones disponibles, a veces puede ser un poco caótico. Funciona en general, pero puede resultar molesto al principio, especialmente para aquellos que esperan una experiencia refinada y optimizada en la exploración.

Jez Corden de Windows Central:

En pocas palabras, Diablo IV podría ser el mejor juego de Blizzard, y es realmente difícil estar a la altura de ese legado. Una narración inmaculada se combina con un arte impresionante, una jugabilidad pulida y sin errores, además de un combate infinitamente personalizable con la promesa de docenas, tal vez cientos de horas de contenido: Diablo IV podría ser el juego más importante y fundamental de Blizzard desde World of Warcraft.

Rodrigo Cortes de Tierra Gamer:

Diablo IV toma todo lo bueno de las entregas pasadas, lo mezcla de una manera eficiente y nos pone en bandeja de plata un producto que puede resultar abrumador en un inicio, pero luego muy entretenido después de un par de horas. La historia es entretenida, pero difícil de seguir y las clases de los personajes brindan diferentes perspectivas de lo que el combate puede ofrecer en este juego.

Shane Robert Moyer de GameRant:

Blizzard ha tomado veinte años de lecciones de diseño de juegos y las ha puesto todas en Diablo IV. La variedad de cosas para hacer en el juego y la plétora de opciones de construcción se sienten como si vinieran de una compañía que ha experimentado lo mejor y los peor en el desarrollo de juegos y tomó de corazón algunas de esas lecciones aprendidas con esfuerzo. Hay mucho amor integrado en cada aspecto de Diablo IV, y los usuarios lo encontrarán en cada sistema y rincón de Santuario.

Alessandro Barbosa de GameSpot:

En este momento, Diablo IV no puede escapar a la comparación con el pasado de la franquicia a la que pertenece, pero afortunadamente es un juego que se ha creado con una gran conciencia de lo que hizo que cada uno sea venerado o atacado. Representa un enfoque mesurado para combinar los muchos elementos de entradas anteriores que funcionaron en un sistema que se siente como el nuevo abanderado de los juegos de rol de acción.

Erick Romero de IGN Latinoamérica:

Diablo IV es la mejor entrega de la saga desde Diablo II, su atmósfera es sumamente aterradora y hay mucho que hacer o explorar en cada rincón de Santuario. Las clases son únicas y distintas entre sí, aunque la variedad no es tan amplia como en otros títulos de la franquicia. El juego es tan divertido que puedes pasar horas sin darte cuenta de cuánto tiempo realmente ha pasado. Lilith es una de las mejores villanas que hemos visto, es un ser manipulador y sumamente peligroso a quien solamente le basta susurrar los deseos más profundos de la gente para ponerlos de su lado, y eso es asombroso.

Luis Sánchez de LevelUp:

Una de las facetas más desalentadoras de Diablo IV radica en la tediosa progresión de niveles. Al inicio, te encuentras con un protagonista frágil que, poco a poco, adquiere poder mediante objetos, armas y habilidades. El verdadero inconveniente no radica en el personaje en sí, sino en la constante escalada de nivel y poder por parte de los enemigos en paralelo a tu propia evolución. Esta dinámica conlleva a una situación en la que, si no prestas una atención meticulosa a todos los sistemas de personalización, te encuentras desfasado y rápidamente te enfrentarás con dificultades para avanzar.

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