RESEÑA: Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad | Entretenimiento para menores con un toque a la del Toro

Alvin Schwartz (1927-1992) fue un periodista y escritor estadounidense cuya obra mostraba un interés particular por explorar temas relacionados con el folklore y las leyendas urbanas de su país. En 1981 publica Scary Stories to Tell in the Dark, el primer volumen de una serie de antologías de cuentos de terror inspirados en dichos temas. Ese primer tomo contaba con ilustraciones del artista Stephen Gammell (especializado en libros para niños) y su contenido estaba orientado a un público eminentemente infantil. A pesar de recibir críticas negativas por parte de un sector de padres de familia y profesores de primaria, la antología resultó ser un éxito, editándose un par de volúmenes más. Y hasta nuestros días sigue apareciendo en las listas de best seller juveniles, por lo que la serie completa ha sido reeditada en un par de ocasiones.

Podría interesarte: Historias de miedo para contar en la oscuridad: 12 relatos que todavía nos asustan

En 2013, CBS Films adquiere los derechos de los libros para su adaptación cinematográfica. Y tras dos años de trabajar un primer tratamiento con el escritor John August , en 2016 anuncian que Guillermo del Toro se adhiere al proyecto y que existía la posibilidad de que lo dirigiese, lo cual finalmente no ocurrió, ya que esa función recayó en el noruego André Øvredal, con experiencia en el ramo gracias a filmes como Trollhunters - 94% y La Morgue - 86%. Así el tapatío pasaría a ocupar el lugar de productor, y a tener un crédito por participar aportando ideas a la historia.

La trama de esta adaptación transcurre justo en la noche de Halloween de 1968, en un pequeño pueblo en Pennsylvania. Allí, una joven aspirante a escritora de horror llamada Stella y sus amigos Auggie y Chuck, le juegan una broma pesada a Tommy Milner, el abusón de su escuela, quien no lo toma de buen modo y decide perseguirlos para vengarse. En dicha persecución involucran a un cuarto personaje (el inmigrante mexicano Ramón), con quien el trío de bromistas se oculta. Mas tarde -tras eludir a Tommy-, el recién formado cuarteto decide irse en una incursión nocturna a una mansión abandonada, perteneciente a una de las familias más ricas y antiguas de la región: los Bellows. Stella les cuenta que sobre el lugar pesa una leyenda siniestra, que involucra a la hija de dicha familia de nombre Sarah, a la cual se le acusó de provocar la muerte de varias personas al emplear magia negra y quien finalmente, se quitaría la vida.

Al estar hurgando en la casona, se topan con una habitación oculta, en cuyo interior Stella encuentra una libreta que parece haber pertenecido a la tristemente célebre Sarah Bellows, y en ella se hallan diversos cuentos macabros escritos en tinta roja. Sin pensar en lo que esta haciendo, la incipiente escritora “invita” al espíritu de Sarah a que se manifieste contándole una historia. Mientras ello ocurre, son encerrados por Tommy Milner (quien los ha descubierto y sigue molesto por la pesada broma) y cuando por fin logran escapar del lugar, Stella se da cuenta de que ha aparecido una nueva historia en la libreta… y que el protagonista es Tommy, el cual es perseguido por un espantapájaros que se encuentra cercano a su granja. Cuando Tommy desaparece sin dejar rastro (y ella y Ramón encuentran que el espantapájaros del lugar usa la misma ropa que el joven traía puesta), sospechan que lo que le ocurrió esta relacionado con lo escrito en la misteriosa libreta.

En corto tiempo pasan de la sospecha a descubrir la aterradora realidad: el espíritu de Sarah Bellows esta acosándoles, escribiendo en su libreta una historia relacionada con cada uno de ellos, donde los confrontará y hará sucumbir ante sus temores más profundos, hasta dar cuenta de todos aquellos que invadieron su casa. Y la única forma de evitarlo es descubrir alguna forma de revertir esta maldición, por lo que buscando claves para lograrlo, indagarán acerca del pasado de Sarah y harán varios descubrimientos escalofriantes.

La obra es en realidad un nuevo ómnibus cinematográfico que reúne una serie de relatos cortos (la gran mayoría de ellos extraídos de los diferentes tomos que conforman la serie) bajo la premisa de que estos le acontecen a un grupo de jovencitos por intervención de un espíritu cuya ira sobrenatural es liberada a través de la libreta embrujada en cuestión. Así, veremos desfilar por la pantalla a un grotesco espantapájaros, a un ser que puede desmembrarse a voluntad y a una extraña criatura de piel pálida, entre otros. Una galería de horrores que representan alguno de los temores más profundos yacentes en cada uno de los personajes, y a su vez simbolizan diferentes miedos que moran en el inconsciente colectivo.

Lee también: Guillermo del Toro es entrevistado por un niño de 8 años

En cuanto a su formato, dinámica, y orientación, Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad - 77% no difiere al empleado por otras recopilaciones de terror que se han hecho antes (como el serial Escalofríos (Rob Letterman, 2015; Ari Sandel, 2018), por ejemplo) y aunque algunos de los relatos brindan los sobresaltos esperados en un filme del género, su guión cuasi episódico es muy elemental, algunos de sus personajes se sienten poco trabajados y la trama incluso es un tanto predecible.

Pero lo que termina por favorecer al filme es que en algunos detalles se perciben pinceladas que denotan varias de las obsesiones y constantes estilísticas en la obra de Guillermo del Toro: los diseños de un par de las criaturas fantásticas, la presencia de insectos… y sobre todo el concepto de un tenebroso y rencoroso espíritu que con sus actos de venganza pretende que salgan a la luz las atrocidades a las que fue sometido en vida por humanos sin escrúpulos que resultan más monstruosos que cualquiera de las criaturas que rondan en la historia. Todo esto con la guerra de Vietnam y la reelección de Richard Nixon de trasfondo, recordándonos que los horrores del mundo real son los más espeluznantes. Un trasfondo que, inclusive, tiene un rol activo en una de las historias.

Aunque no hay que confundirse: la presencia de estos elementos no significa que se trate de un filme de del Toro como tal. Sino que más bien, gracias a sus aportaciones y su vasto conocimiento del género aunado a la pericia de Øvredal, consiguen que la película irradie una atmósfera mucho más oscura y siniestra que otros filmes comerciales dirigidos a ese público específico; al tiempo que genera un sentimiento de nostalgia que emerge más del terreno de lo sensorial que de lo racional (y así toma distancia de otras producciones que apelan de forma explicita a las añoranzas de un sector de la audiencia, como el reciente remake de It (Eso) - 85% o la serie Stranger Things - 96%). Porque astutamente el filme se preocupa más por evocar que por homenajear.

También podría interesarte: Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad | Top de críticas, reseñas y calificaciones

A pesar de sus defectos argumentales, y aunque Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad - 77% esta dirigida principalmente a audiencias infantiles y adolescentes, tiene suficientes elementos que la enriquecen y nutren para volverla más interesante en comparación a otras producciones semejantes.