RESEÑA: ¿Conoces a Tomás? | Una pequeña y profunda odisea

En fechas muy recientes, una pequeña porción de cineastas mexicanos se ha abocado a la tarea de abordar en sus trabajos temas relacionados con diversos tipos de discapacidad cognitiva y otros trastornos neuronales, a través de historias que buscan fomentar la inclusión y donde su protagonista (o uno de sus protagonistas) es aquejado por alguno de estos padecimientos. En ese rubro podemos mencionar a Tamara y la Catarina - 100% (Lucía Carreras, 2016) o El Alien y yo (Jesús Magaña Vázquez, 2016), por mencionar un par de ejemplos recientes. Ahora, se les une un título más: ¿Conoces a Tomás? - 88%.

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El protagonista que da título a esta historia es un joven huérfano quien padece autismo, por lo que debe asistir a una institución donde se le brinde un trato especializado. Cuando no se encuentra allí, es atendido por su hermana Fernanda; una joven doctora quien labora en un hospital donde intenta cimentarse una carrera como cirujana. Desde hace un tiempo, ella mantiene una relación amorosa con Leonardo, un incipiente músico y compositor el cual aspira a forjarse una brillante carrera en ese medio, pero mientras obtiene la fama se gana la vida tocando en un grupo de música versátil al lado de Christopher, su socio y amigo. Leonardo ha llegado a un punto crítico en su vida: su trabajo amenizando fiestas y eventos no le agrada mucho, y aún tiene dudas sobre dar el gran paso y e irse a vivir con su novia, con todo lo que ello conlleva.

Un día, Leonardo y Fernanda deciden pasar una tarde junto con Tomás, y cuando están a punto de irse a casa, ella recibe una llamada del hospital, donde requieren urgentemente su presencia para encabezar una importante y delicada cirugía. Ante esto (que significa una oportunidad profesional importante para ella), se ven obligados a cambiar de planes, y Leonardo le propone quedarse al cuidado de Tomás, viendo así una forma de probarse como alguien responsable y confiable. Ella esta renuente en un principio, pero termina por aceptar y regresa al hospital. Las cosas se complican cuando Christopher se aparece más tarde en casa, para avisarle a su socio que ha surgido un trabajo para esa misma noche, en la boda de un personaje importante.

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Para resolver esta situación, Leonardo resuelve llevarse consigo a Tomás, decisión que desencadenará una serie de situaciones inesperadas y divertidas, a través de las cuales estos dos personajes se acercarán más entre sí, y harán que el músico comprenda mejor a su especial cuñado y descubra un par de cosas que los dos tienen en común, las cuales ni siquiera imaginaba.

Tomando como base sus propias experiencias (ya que una persona cercana a ella tiene dicha condición especial), la debutante María Torres elabora en ¿Conoces a Tomás? - 88% una entrañable comedia con tintes dramáticos, donde dos de sus personajes atraviesan por una pequeña -pero no por ello menos épica- odisea que desembocará en profundos aprendizajes para ambos. Una especie de miniviaje iniciático que transformará sutil pero notoriamente las cotidianidades particulares de Tomás y Leonardo.

Y es que gracias al conjunto de sucesos y experiencias ocurridas ese día (algunas placenteras, otras no) Tomás puede acceder a todo un universo de sensaciones y estímulos sensoriales que terminan impactando positivamente en él. Y en el caso de Leonardo, este descubre no sólo formas distintas de tratar y comunicarse con Tomás, sino que, a través de los inesperados eventos de esa noche, halla la determinación necesaria para afrontar sus propias incertidumbres y miedos.

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Apoyado por un guion bien equilibrado, donde se aborda el tema de forma seria, directa y sensible pero también de modo liviano, antisolemne y cómico (sin caer en la mera caricatura ni en el chiste socarrón), y reforzado por un más que competente trabajo por parte de su cuarteto estelar (Hoze Meléndez, Leonardo Ortizgris, Marcela Guirado y Alan Estrada, donde sin duda destaca particularmente el desempeño de los dos primeros), María Torres desarrolla un divertido y fresco dramedy, el cual además de ir a contracorriente de la tendencia predominante en comedias mexicanas comerciales actualmente; también resulta ser un vehículo ideal para sensibilizar al espectador acerca del autismo, e invitarlo a su vez a conocer mejor la forma apropiada de acercarse y tratar con las personas que padecen dicha condición.

Finalmente, hay que aplaudir la decisión de Videocine al decidir respaldar ¿Conoces a Tomás? - 88%, una película con tan particulares características. Y es que, en el panorama del cine comercial mexicano, se requieren más filmes como este, donde se arriesguen a hacer cosas distintas al tiempo que intentan no perder de vista al gran público, y es muy loable también brindarles espacio entre las rutinarias (y muchas veces poco imaginativas y propositivas) comedias que pululan en la cartelera actualmente.

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