El Artista Anónimo | Una búsqueda por los confines del arte y el afecto

Klaus Härö es un cineasta finlandés muy popular en su país, hasta ahora, sus seis películas (contando en el que nos ocupa) han conseguido la simpatía de la crítica y del público por la cadencia que desprenden sus relatos y su impecable estilo. Su más reciente filme titulado, El Artista Anónimo - 94%, no podía ser la excepción ya que, además de acercarse al mundo del arte y las subastas, ha entregado una emotiva reflexión sobre el fin de la vida, la capacidad de perdón y la responsabilidad individual.

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En esta ocasión, el director de El Último Duelo: El Esgrimista - 94%, toma el guión de Anna Heinämaa para acercarnos a la vida de Olavi (Heikki Nousiainen), un anciano negociante de arte que tiene una modesta galería en la que vende cuadros que ha ido adquiriendo en subastas; su negocio paulatinamente ha quedado rezagado por los corporativos que han ido tomando la industria. Olavi es viudo y distante con su única hija y nieto, hasta que un día, ella le pide ayuda para que Otto, su nieto adolescente, pueda hacer tareas de reinserción luego de que un juez lo ordenara como consecuencias de su mal desempeño escolar. Aunque un principio Olavi no quería, termina aceptando a Otto, naciendo entre ellos un vínculo afectivo fuerte. Pero su nueva camaradería los llevará a trabajar juntos para descubrir al autor de un cuadro renacentista que Olavi está seguro de que es un ícono infravalorado y que, una vez consiguiéndolo en la subasta, puede sacarle una fortuna.

A diferencia de películas como Al Mejor Postor de Giuseppe Tornatore o Velvet Buzzsaw - 69% de Dan Gilroy e incluso The Square, La Farsa del Arte - 80%, El Artista Anónimo no busca hacer una crítica a la masificación o al arte moderno, ni siquiera a sus costos o tráfico, esta película habla del mercado del arte y sus costos, pero en un nivel íntimo para echar una mirada a las vicisitudes que generan en las personas que no tienen un gran capital, pero que han destinado su vida en torno a ella.

La forma en la que se desarrolla la trama y la manera en la que los vínculos familiares se van arreglando y desgastando, es uno más de los frentes en los que actúa el guión para guiar un tono tierno, emotivo y encantador que se equilibra muy bien con sus notas de humor y por la personalidad un tanto egoísta del Olavi.

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Hablando de Olavi, el actor Heikki Nousiainen hace un trabajo estupendo para plasmar las contradicciones y complejidad de Olavi, su testarudez y pedantería, pero también su cariño y sensibilidad, así como su amor al arte. Sin duda, Nousiainen sostiene esta película de pocos personajes y pocos escenarios; una película que se enfoca más en las emociones y las consecuencias de los actos.

Por otro lado, vale la pena destacar el pulso narrativo de Klaus Härö, digamos que gran parte del impacto emocional de El Artista Anónimo se debe a su temple para conjugar la frialdad, el distanciamiento y la candidez que muestra al acercarse a Olavi con su cámara, acompañándolo en los momentos de triunfo como en aquella secuencia de puja para obtener el cuadro del artista desconocido; también en sus momentos más desafortunados.

El Artista Anónimo - 94% no es una película trascendente o que marcará a todos aquellos que la vean, sin embargo, es un drama conservador cuyos valores y narrativa, merecen la pena destaca.

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