Star Wars: razones por las que las nuevas películas son peores que las precuelas

Diciembre será la prueba de fuego para la trilogía de secuelas comandada por Kathleen Kennedy y J.J. Abrams que comenzó en 2015 con Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92%. Para los seguidores de la franquicia galáctica que tuvo su origen en 1977 a manos de George Lucas, la situación actual no es muy buena por diferentes razones. Las últimas entregas han causado polémica entre los fans y una sensación de malestar general que se generó a partir de la entrega escrita y dirigida por Rian Johnson. Controvertida es decir poco, pero Luscasfilm y Disney aún tienen una última oportunidad para sorprendernos.

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Las precuelas no están exentas de errores y podríamos mencionar una pobre dirección y guión, o incluso hablar de algunas actuaciones que deslucen las películas. Sin embargo, hay cosas imperdonables que han ocurrido en los episodios VII y VIII que no tienen comparación con lo que pasó en cintas como Star Wars: Episodio I - La Amenaza Fantasma - 55% y Star Wars: Episodio II - El ataque de los clones - 66%. Estas nos dejaron grandes personajes como Darth Maul, peleas épicas y personajes de grandes destrezas como Obi-Wan Kenobi, además del camino oscuro y las decisiones que llevaron a Anakin Skywalker a convertirse en el Lord Sith Darth Vader.

A la espera del Star Wars: el ascenso de Skywalker - 61% y confiando en las palabras de su director, que afirma que recuperará el rumbo de lo que inició hace cuatro años, les compartimos las razones por las cuales las nuevas películas de Star Wars son peores que las precuelas:

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No toman riesgos y no son originales

Del lado que se mire, el resurgimiento de Star Wars estaba destinado a ser exitoso. Su millonaria taquilla lo confirma, pero eso no quiere decir que como historia también tenga los mismos resultados. ¿Cómo hacer una película que continúe la famosa saga que inició George Lucas, pero que también les permita ir a lo seguro? Parece que el equipo que empezó a trabajar en las secuelas no quiso pensar mucho y decidió tomar la forma de la trilogía original, haciendo de Rey la nueva Luke Skywalker, de Kylo Ren el nuevo Darth Vader y haciendo que los nuevos personajes sean hijos de los anteriores. Al menos eso fue lo que sucedió con J.J. Abrams y ni hablar del problema que terminó ocasionando Rian Johnson solo porque se atrevió a hacer algo diferente.

No tienen coherencia porque cada película tiene un director y guionista diferente

Este es uno de los grandes errores de las nuevas películas. Contar con un nuevo equipo de trabajo en cada una de las partes del relato puede ser bueno siempre que los involucrados se hayan puesto de acuerdo en los lineamientos que debían seguirse después de Star Wars: El Despertar de la Fuerza. No decimos que no se dé libertad creativa, pero da la impresión que a nadie le interesó preocuparse por hacer que Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% no destruyera lo que empezaron los guionistas Lawrence Kasdan , Michael Arndt y el propio Abrams.

Su protagonista es una Mary Sue

Aprendió a manejar la Fuerza con gran experticia en poco tiempo y cuando no sabía nada de ella logró convencer a un stormtrooper de que la dejara ir. Rey, la protagonista de la trilogía de secuelas es otra Mary Sue a quien no terminamos de ver con buenos ojos. Además, el negocio de venta de chatarra parece ser uno muy competitivo en el que cualquiera necesitaría saber defenderse para poder formar parte. Al parecer ella es perfecta en todo, logra vivir de eso en un ambiente hostil y además se defiende demasiado bien.

Personajes poco interesantes para cubrir la cuota de minoría

Aunque al comienzo nos quisieron vender a Finn como un Jedi, causó curiosidad que uno de los protagonistas de las nuevas películas sea un actor afroamericano. No obstante, descubrimos que Rey tiene más potencial para serlo en la ficción y él pasó a ser la damisela en peligro a la que tienen que rescatar. La adición del personaje de Rose Tico a la secuela no hizo más que empeorar las cosas con subtramas innecesarias y causó tal polémica que los "fans" alejaron a la actriz, de padres asiáticos, de las redes sociales. Esto podía haber sucedido de otra manera si los actores llegaban a la franquicia para interpretar a buenos personajes y no ser un mero relleno, pero parece que solo están para ser el aporte de diversidad que busca la película, pese a que estuvieron emocionados por formar parte de Star Wars.

La música de las nuevas películas no es memorable en comparación a las trilogías de George Lucas

Con la excepción de “Rey’s Theme” y quizás “March of the Resistance”, las secuelas carecen de melodías memorables. Las de la trilogía original y de precuelas las sabemos de memoria y las reconocemos rápidamente, pero este no es el caso de los nuevos trabajos de John Williams. Tampoco queremos decir que le ha faltado la inspiración, pero quizás tenga mucho que ver el hecho de que prácticamente cada escena de las secuelas tiene una o más melodías diferentes. En la trilogía de precuelas no pasaba eso: tenían un total de 13 a 15 canciones mientras que las nuevas de 20 a 23. Nos da la impresión de que Disney prefiere la cantidad y desafortunadamente termina perdiéndose la música.

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