Capitana Marvel | La Capitana que nunca estuvo

Finalmente, el universo cinematográfico de Marvel le dio el protagonismo de una película entera a una mujer en Capitana Marvel - 60%, pero pese a lo prometido, el primer vuelo de la superheroína más poderosa de la saga falla en entregar una aventura emocionante que elevara todavía más la anticipación por Avengers: Endgame y la fase cuatro de la mega franquicia.

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Dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck, Capitana Marvel cuenta el origen de Vers (Brie Larson), una guerrera kree que forma parte de un grupo paramilitar en una guerra intergaláctica milenaria. Luego de que una misión sale mal, ella termina descubriendo que realmente conoce muy poco sobre su pasado y que lo que ella cree saber sobre su origen y la raza a la que pertenece no es lo que parece.

Para ser la película número 21, Capitana Marvel - 60% se siente como un retroceso. El principal problema parece ser una dirección insípida que carece de personalidad. Sin un estilo que le de coherencia en su tono espectacular y reflexivo, el filme se siente vacío, incluso pese a entregar, elemento por elemento, lo que la saga nos ha acostumbrado a recibir de sus historias, optimismo ante un futuro desolador, y el pobre enfoque hacia la lucha de la protagonista por sobresalir en un mundo donde todo parece oponérsele por su condición de mujer, le impide al público establecer una verdadera conexión con el personaje. Vale mencionar que existen secuencias donde los directores, Anna Boden y Ryan Fleck, prefieren explicar las intenciones de ciertos personajes que contar con imágenes, lo que evidentemente empobrece más la narrativa.

Lo poco destacable que hay en Capitana Marvel son las actuaciones de todo el elenco, que a decir verdad, tampoco son para un Óscar. Sí, mucho se ha dicho de Ben Mendelsohn como Talos, Jude Law y Annette Bening, pero la verdadera revelación es Samuel L. Jackson como un Nick Fury mucho más relajado e incluso divertido que en sus participaciones previas. En cuanto a Brie Larson, el guión y la dirección le exigen muy poco. Podríamos decir, que quizá este sea uno de los papeles más intrascendentes como actriz de la ganadora del Óscar en 2016, precisamente por su labor interpretativa en La Habitación de Lenny Abrahamson. A nivel técnico, el CGI tampoco favorece a la heroína que se siente rígida y con pocas secuencias memorables de acción.

La historia no sabe estructurar sus diferentes elementos narrativos y encauzarlos hacia su protagonista. La guerra Kree y Skrull, así como el objeto que ambos están buscando le roban tiempo al filme, divagan sin mucho sentido y nunca vemos los conflictos internos y de descubrimiento a los que Carol deba enfrentar y tomar decisiones difíciles que revelen su personalidad. El tema del feminismo es inexistente, hay pequeños guiños a retos que las mujeres deben enfrentar, pero son revisados de una forma tan superficial que, además de eliminar el tono inspirador que la superheroína debería provocar, evitan que se profundice y el público cree empatía. En particular, hay una escena en la que es acosada en la calle y simplemente ignora lo sucedido.

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Las secuencias de acción son incomprensibles a causa de un montaje caótico e iluminación sombría que no ayuda a comprender qué sucede. Es hasta que las escenas concluyen que uno puede entender lo sucedido. El diseño de producción es igual de barato con los escenarios espaciales que presenta y el maquillaje de los Skrulls, por momentos, es completamente notorio y se vuelve un distractor. Esto desentona todavía más porque el rejuvenecimiento digital de algunos personajes y hasta la forma binaria de la protagonista se ven poco creíbles. Capitana se siente como el piloto de una buena idea que no logró cuajarse cuando ya estuvo aprobada.

Capitana Marvel - 60% no es la superheroína que se nos prometió. Y aunque las trilogías de Iron Man, Capitan América y Thor han demostrado que algunos de estos personajes mejoran con el tiempo, será difícil convencer al público de darle otra oportunidad al personaje luego de un despegue tan decepcionante. La base está ahí, simplemente hace falta un realizador con una voz más fuerte que explote el potencial. Con un poco de suerte, los hermanos Russo habrán sabido hacerlo en Avengers: Endgame. La primera escena post créditos lo es todo, asegúrese de verla.

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