Oso Polar: 5 razones para ver la película

La decimoquinta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia trajo algunas de las cintas más esperadas a nivel internacional como La Forma Del Agua - 92% de Guillermo del Toro o Coco - 97%, la producción de Pixar inspirada en el Día de Muertos, pero la selección mexicana de ficción que compitió en la muestra ofreció todo tipo de producciones nacionales aunque sólo una se ganó el prestigioso Ojo, el galardón del certamen.

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En esta edición, la ganadora en la categoría de Mejor Largometraje de Ficción fue para Oso Polar de Marcelo Tobar. La cinta es una historia de reivindicación que fue filmada completamente en un teléfono móvil y que narra la historia de tres amigos reuniéndose para asistir al reencuentro de su generación de la primaria.

Tras recibir el honor, Tobar recordó a los jóvenes cineastas la importancia de no dejar de crear a pesar de contar con pocos recursos y tampoco darse por vencidos a la hora de llevar sus ideas a productores que pudieran rechazarlos.

Quiero agradecer a Elsa Reyes, la productora, porque ella fue la única que me contestó los mails cuando empezaba a buscar productores, a lo mejor ahora ya me contestan más. Lograr esta película significa que otros cineastas como yo, que creen que no pueden filmar porque no tienen dinero, pueden hacerlo.

Pero la perseverancia de su autor no es la única razón para disfrutar del filme, pues los medios para filmarse son sólo uno de los valores que tiene la cinta. Estos son algunos otros que deberías conocer ante de ir a verla.

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El juego con los géneros

La trama de la película es sencilla, Heriberto (Humberto Busto) decide darle un aventón a Trujillo (Fernando Álvarez Rebeil ) y Flor (Verónica Toussaint), sus amigos de la primaria a los que no ve desde que salieron de la escuela y con quienes asistió a su reunión de generación. A pesar de estar dispuesto a dejar ir el pasado, las conductas abusivas de sus acompañantes y los obstáculos del viaje lo obligan a reconsiderar su relación con ellos. El filme, aunque cuenta con elementos de road trip, no deja a un lado la tensión dramática que hay entre los tres personajes principales. Conforme su camino avanza, la presión va aumentando hasta que las escenas terminan por parecer más bien las de una cinta de terror psicológico, lo que se beneficia de la grabación en celular que le otorga cierto sentido de vértigo a al montaje de algunas secuencias.

El formato en móvil

Oso Polar es la primera película mexicana en ser grabada por completo en una cámara de teléfono. Para ser más precisos, la cinta se filmó en un iPhone 5, un modelo ya algo viejo en comparación con los dispositivos actuales, y requirió tan sólo 250 mil pesos de financiamiento, los cuales se recaudaron a través de una plataforma digital. A pesar de que los recursos fueron escasos, el filme se beneficia a lo grande de su formato puesto que le da una sensación de cercanía e intimidad a los hechos del relato. Aunque la falta de un lente fijo puede estropear la calidad de la composición en ciertos cuadros, en general la cinta consigue crear una atmósfera que se siente más privada, que aumenta aún más con otras secuencias que juegan con la idea de metraje encontrado. En gran medida, el éxito del formato también depende de la edición del filme y de la selección de planos, los cuales hacen hincapié en las expresiones de los personajes.

Humberto Busto

Busto se ganó una mención especial en el FICM y no es por nada. En esta cinta, el actor logra crear un personaje convincente en la búsqueda de una verdad que quizá ni él mismo conoce. Mientras lleva a sus supuestos amigos a la reunión, se va dando cuenta de que sus recuerdos no son tan inocentes como a sus acompañantes podrían parecerles y es esa realización, que va de un muchacho tímido e introvertido a un hombre determinado a reivindicar su dignidad a través de la venganza, que la interpretación del actor cobra relevancia. Busto carga el protagónico del filme con una ligereza y un equilibrio tan cuidado que la audiencia termina haciéndose a sí misma la reflexión que su personaje.

La construcción de los personajes

Cuando tu película gira en torno a tres personajes en un coche más vale que sean interesantes e impredecibles. El guión de Oso Polar, que también es de la mano de Tobar, prueba que no se necesitan cámaras profesionales para contar un historia cuando hay personalidades que la puedan sostener. Así es Flor, interpretada por Toussaint, impredecible y defectuosa, pero determinada y lo mismo sucede con Trujillo, a quien Álvarez da vida, un personaje que carece de compasión y al mismo tiempo de maldad, pero lidia con la falta de confianza en sí mismo ante la mujer que ama. Ambos actores hacen un gran trabajo delineando a sus personajes y ofreciéndoles la complejidad que está en el fondo del guión.

La originalidad en la que se tocan los temas

Sexualidad, bullying, religión, maternidad, hay muchos temas dentro de la cinta de Tobar que se pueden leer uno tras otro conforme la audiencia vaya identificándose con un personaje u otro. Cada uno parece llevar sus propias líneas, pero sin duda el tema principal es la confrontación al trauma infantil y la resolución de ese conflicto. Justo cuando, en los últimos minutos de la cinta, parece que la película tendrá un final predecible, la mirada de su director gira para ofrecer una lección sobre el carácter del ser humano y lo único necesario para apaciguar a los demonios internos: la compasión por el otro.

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