Feratum 2016 presentó Kubo y la búsqueda samurái y Forward de Henry Bedwell

Durante el segundo día de actividades de la quinta edición del festival Feratum tuve la oportunidad de ver tres propuestas muy diferentes entre sí: una antología cómica japonesa, un estreno de terror mexicano y, finalmente, una cinta animada en stop-motion norteamericana.

En la noche previa, en el marco del coctel inaugural, Ulises Guzman (director de programación del festival) me había presentado a Tomohiko Iwasaki, uno de los directores japonés de la antología Tetsudon: Fool Wars – Battlefront Japan y un verdadero personaje. Platicamos un poco en inglés sobre Sion Sono y la nueva película nipona de Gozilla (Shin Godzilla - 88%); posteriormente me obsequió un sticker alusivo al filme que presentaría horas después. Dicha estampa, ilustrada con un par de dibujos y la bandera de Japón de fondo, prometía que Tetsudon era “la serie de antologías cómicas más alocada”. Y en efecto, Tetsudon: Fool Wars – Battlefront Japan es una de las cintas más absurdas, bizarras y divertidas del año, aunque bien sufre de altibajos como muchas otras antologías.

Desde la presentación de Iwasaki se podía prever el tipo de película que veríamos, ya que le dijo a los (pocos) asistentes que se sintieran libres de aplaudir o abuchear cada uno de los cortometrajes, además de gritar “quiero mi dinero” si de plano el filme no era de su agrado. Con esto el director se ganó a la gente de Tlalpujahua como pocos lo han hecho.

Basta describir algunos de los cortos para que se den una idea del material que vimos; el que dirigió el propio Iwasaki, por ejemplo, es una parodia del western donde una mujer utiliza sus grandes pechos para distraer y eliminar a sus contrincantes. Otro es protagonizado por el superhéroe Marihuana Man; uno más añade un doblaje con temática gay a un combate lleno de acción; también aparecieron las referencias a Volver al futuro y el corto sobre nada más que flatulencias. El publicó aplaudió pero también abucheó, tal y como Iwasaki esperaba.

La siguiente función en la sede principal del festival fue una premiere mundial: Forward, primer largometraje de Henry Bedwell desde su remake Más negro que la noche - 10%. ¿La particularidad? Fue filmada en un solo plano secuencia (aunque por ahí se usan trucos de edición particularmente con el recurso del split screen). ¿La trama? Bastante sencilla, sobre un par de asesinos a sueldo trajeados - las referencias a Tiempos Violentos - 94% son explícitas: “nos parecemos a John Travolta y al negro de Pulp Fiction” -, quienes arriban a una gigantesca y laberíntica casa para eliminar al hombre que le “robó” la mujer a su jefe. El matón experimentado y su compañero novato saben a la perfección que el lugar tiene fama de estar maldito, y será cuestión de tiempo para que lo comprueben.

Forward presenta un trasfondo, sí, pero resulta sobre todo un ejercicio de estilo que poco a poco nos va cansando. Los protagonistas podrán enfrentar demonios de su pasado dentro de la casa; la mujer del jefe y su amante aparentarán no ser simples mortales; y el giro en la trama dará otro sentido a la noción de sentirse atrapado; pero Forward en su mayoría no hace mucho más que seguir a sus personajes mientras sucede poco (o nada) a su alrededor.

Finalmente, lo nuevo del estudio de animación Laika, Kubo y la Búsqueda Samurái - 97%, tuvo su premiere nacional en Feratum, un día antes de su estreno comercial. Es una de las mejores animaciones del año donde se hace énfasis en hacer lo imposible por los seres queridos. Kubo, un niño tuerto con poderes mágicos en desarrollo y sin conocimiento exacto de su origen, es producto de una relación que representa lo mejor del ser humano. Su madre, un ser superior e hija del rey de la luna, bajó a la Tierra para asesinar a un samurái, sin embargo ella logra ver y se enamora de lo que el rey nunca ha querido conocer: la bondad que puede existir en los humanos.

En esencia, Kubo y la Búsqueda Samurái es simplemente un filme de aventuras con personajes carismáticos (Kubo, un simio y un escarabajo-humano) en medio de una misión clara: obtener las tres piezas de una armadura. Pero este objetivo significa bastante, es - para los padres de Kubo -, asegurar el bienestar de su primogénito, quien a su vez será el que honrará y mantendrá viva, pase lo que pase, la historia de sus antecesores. Una oda a la fortaleza de la familia llena de momentos imaginativos.

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