Co-creador de Cowboy Bebop critica la adaptación de Netflix, dice que sólo aguantó una escena

En estos momentos ya todos sabemos que Netflix está pasando por una etapa muy complicada. Además de aumentar su oferta, la compañía también ha buscado en los últimos años historias y franquicias que puedan explotar por mucho tiempo. La consecuencia de esto es que la gran mayoría de sus propuestas no llegarán muy lejos y es por eso que también vemos cancelaciones masivas. Los espectadores se dividen en cuanto a estas decisiones, pero hay títulos con los que todos están de acuerdo, como Cowboy Bebop - 67%, que era una de las grandes ideas de Netflix y terminó siendo una gran decepción para todos. El co-creador del anime habló al respecto y para él el problema fue claro: la serie simplemente no era su obra.

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Adaptar videojuegos, caricaturas y anime siempre parece una buena idea, pues cuando se ve el producto original simplemente se piensa que trasladar cuadro por cuadro basta para hacerle justicia a la obra. Los fanáticos más extremos no ayudan en este sentido, pues aunque ciertos cambios son muy necesarios, ellos se quejan mucho antes de ver el producto original, condenando muchas veces algo que tenía potencial. Netflix sabe muy bien que las adaptaciones de anime como Dragonball Evolución - 14% y, en cierto sentido, hasta El Último Maestro del Aire - 6%, son objeto de burla, pero no pueden evitar considerar que si encuentran la fórmula correcta podrán explotar al máximo miles de historias, conocidas y no tan conocidas.

El servicio de streaming ha tomado la delantera y se encuentra trabajando varias adaptaciones como One Piece y otra versión de Avatar: la leyenda de Aang: Libro 1 - 100%, que aunque técnicamente no es anime por ser una producción norteamericana, mantiene su estilo y suele ser considerada como tal. El proceso traerá varias fallas primero, pues todavía hay muchos prejuicios por romper y tendencias por descubrir. El reciente éxito de The Last of Us - 97% para HBO Max, demuestra que es posible hacer una adaptación de calidad que apele a los fans originales así como a los nuevos espectadores que se acercarán por primera vez al canon.

Por ahora, y a pesar de contar con mucho material, Netflix no logra resolver ese problema que tiene de origen. Resident Evil - 41% fue un fracaso monumental del que todos se burlaron en su momento y que ya todos olvidaron, mientras que Cowboy Bebop, protagonizada por John Cho, causó mucha furia entre los admiradores de la obra original. En este caso, fue todavía más desastroso porque Netflix pasó mucho tiempo promocionando la serie en sus eventos y en su catálogo, y simplemente no funcionó. La compañía invierte miles de millones en estas producciones, pero necesita que los resultados sean absolutos y de inmediato, por lo que no dudan en cancelar estos trabajos, incluso cuando sí tienen potencial.

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Cowboy Bebop ya era odiada por todos mucho antes de su estreno. El público no estaba contento con el elenco y el tráiler parecía tratar de mantener el estilo visual del anime, pero eso era un punto muy superficial como para considerarla una fiel adaptación. Shinichiro Watanabe, co-creador del anime, compartió con Forbes su sentir sobre este fracaso y qué cosa pudo salvar la adaptación:

Para la nueva adaptación live action de Netflix, me enviaron un video para revisar y calificar. Comenzó con una escena en un casino, lo que me hizo muy difícil continuar. Me detuve allí y solo vi esa escena de apertura. Claramente no era 'Cowboy Bebop' y en ese momento me di cuenta de que si yo no estaba involucrado, no sería 'Cowboy Bebop'. Sentí que tal vez yo debería haber hecho esto. Aunque el valor del anime original es de alguna manera mucho más alto ahora.

Para Watanabe es bastante simple, si Netflix hubiera acudido a él como creador, la adaptación tal vez habría funcionado mejor. Es muy común que al comprar los derechos no se busque a los creadores originales sino hasta la revisión final, algo que algunos critican y otros creen necesario, pues ellos están familiarizados con la producción de un anime, no con la producción de una serie o película. Sin embargo, el resultado de The Last of Us, que Craig Mazin sí trabajó junto a Neil Druckmann, creador del videojuego, demuestra que no es correcto saltarse a estas figuras, en especial si se va a crear algo totalmente nuevo que busque el "espíritu" de la obra original.

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