Rubia: Ana de Armas no entiende por qué recibió una clasificación para adultos

Rubia - 59% es una de las películas más esperadas del año y pronto sabremos si Ana de Armas será o no una de las fuertes contendientes por el premio Oscar como Mejor Actriz del próximo año. Como ya es costumbre, estos reconocimientos tienen un gusto particular por las actuaciones que se basan en personas reales y si la vida de estas figuras estuvo llena de controversia es todavía mejor. Además, la actriz ha probado su talento en varias ocasiones y aquí se puede marcar un particular impulso para su carrera. El gran problema es que el estreno de Rubia se está abordando desde otros aspectos y para la protagonista la clasificación misma es un error que puede perjudicar la cinta.

Sigue leyendo: Rubia: Marilyn Monroe Estate defiende el casting de Ana de Armas tras reacción negativa por su acento

El libro en el que está basada la cinta, escrito por Joyce Carol Oates , lleva años en circulación. Algunos creen incluso que se trata de su mejor obra, así que cualquier posible controversia debería iniciar por aquí y, efectivamente, sucedió cuando se publicó por primera vez. Los críticos aceptaron bien la historia, pero la idea de la autora puso sobre la mesa el constante debate sobre aprovecharse de un icono. Oates siempre defendió que lo que en verdad quería lograr con el texto era defender la verdadera imagen de Marilyn Monroe, esa que quedó opacada por los abusos de Hollywood y los problemas personales de la artista.

El director Andrew Dominik también comprendía esa necesidad, no de revelar los secretos íntimos de la actriz sino de develar la verdadera personalidad de alguien que siempre se presentaba con una máscara para sobrevivir al sistema. Con esta atención, el creador pasó mucho tiempo buscando a la actriz perfecta y el rol quedó en manos de Ana de Armas, quien se volviera muy popular gracias a títulos como Entre Navajas y Secretos - 100% y Sin tiempo para morir - 83%. La actriz pasó mucho tiempo perfeccionando su tono de voz y sus movimientos para hacerle justicia a Monroe, además de empatar su experiencia en la silla de maquillaje y peinado con el proceso que seguía la protagonista de Una Eva y Dos Adanes - 96% cada que despertaba para un nuevo día.

Todo esto comenzó a generar un interés por la película, y mucho antes de ver un tráiler ya se decía que Ana de Armas sería nominada a varios premios, algo que se reafirmó con las filtraciones de las primeras imágenes desde el set de filmación. Por desgracia, pronto comenzaron los rumores sobre la historia misma y los sucesos que retrataría. Se habló de una escena de sexo explícita y de una que involucraba una agresión sexual, razones suficientes para ponerle una clasificación para adultos, siendo la primera de Netflix en obtenerla.

También te puede interesar: Blonde: Joyce Carol Oates halaga el trabajo de Ana de Armas y asegura que la cinta es una fiel adaptación de su novela

El asunto se convirtió en un verdadero escándalo cuando se habló de una potencial censura, que Dominik siempre negó, y aumentó cuando muchas personas se quejaron de que la idea misma de explotar la vida íntima y el sufrimiento de Monroe en otra película no era más que una excusa sexista para fomentar el morbo. Dentro de todo esto, la propia Ana de Armas tiene una postura muy específica que compartió durante una entrevista con The Hollywood Reporter. Cuando se le cuestionó sobre si Rubia era o no tan explícita como se decía, ella respondió:

No entendí por qué pasó eso [la clasificación para adultos]. Puedo enumerarte una serie de programas o películas que son mucho más explícitas y con mucho más contenido sexual que Rubia. Pero para contar esta historia era importante mostrar todos estos momentos en la vida de Marilyn que la hicieron terminar en la forma en que lo hizo. Necesitaba ser explicado. Todos [en el elenco] sabían que teníamos que ir a lugares incómodos. No fui la única.

Para muchos críticos, la clave de Rubia no será si cuenta o no pasajes escabrosos y desagradables de la vida privada de Marilyn Monroe, sino si se hace con una perspectiva feminista genuina o no. Joyce Carol Oates ya vio el corte final y considera que ese objetivo se logró con creces, pero será el público quien tendrá la última palabra sobre eso cuando la película por fin se estrene en Netflix el próximo 16 de septiembre.

No te vayas sin leer: Ana de Armas espera que Blonde abra las puertas a más actores latinos