Bob Iger está mortificado por la demanda de Scarlett Johansson contra Disney

A estas alturas no hay nadie que no haya escuchado sobre la demanda que Scarlett Johansson hizo contra Disney por Black Widow - 87%. Los arreglos con la actriz están en un contrato, mismo que ella consideró violado con el estreno dual de la cinta, tanto en salas comerciales como en Disney+. El asunto es que como productora y protagonista, se hizo un trato en el que obtendría ganancias por la taquilla vendida de la película, pero que tuvo una terrible caída durante su segunda semana, posible resultado de ser estrenada en el servicio de streaming. Esto implica una pérdida millonaria para ella, mucho más allá de la compensación que Disney asegura haberle dado.

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Todo esto podría parecer un simple capricho, pero para muchos en un ejemplo más de los efectos que ha tenido la pandemia en el mundo del espectáculo. No es raro que un actor pida un porcentaje a cambio de que le paguen menos por ser protagonista; después de todo, muchos de ellos son realmente caros. El asunto es que la pandemia causó cierres de cines y cambios constantes en las fechas de estreno, lo que pudo afectar incluso el interés de la audiencia. Que las productoras decidan finalmente vender el producto terminado a un servicio de streaming también es un beneficio para ellos, pero justamente los actores con sus tratos quedan fuera de eso. A pesar de que les den una compensación, les guste o no, el contrato sí ha sido violado.

Johansson no es la primera en tener este problema, Emily Blunt y John Krasinski también querían demandar a Paramount por el estreno de Un Lugar en Silencio Parte II - 93%, y algunos rumores indican que Emma Stone podría seguir sus pasos por la cinta de Cruella - 93%. Uno de los aspectos que más han causado controversia en el caso de la también protagonista de Historia de un Matrimonio - 98% es que Disney respondió públicamente a su demanda y lo hizo con comentarios que fueron tachados de machistas y manipuladores. Esto podría ser prueba de que la compañía está teniendo serios problemas luego de la partida de Bob Iger como CEO.

The Wrap afirma que Bob Iger está realmente mortificado por la demanda de Scarlett Johansson, pero también está realmente molesto con su sucesor, Bob Chapek. Esta fuente aclara que pudo pasar una de dos cosas: que Iger intencionalmente dejara a Chapek para “pegarse un tiro en el pie” o que Iger y Chapek no tienen comunicación alguna para intercambiar consejos sobre el asunto. Estos comentarios se unen a los previos que decían que Chapek no está haciendo un buen trabajo para tratar con el talento de la compañía.

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También se ha dicho que Johansson quedó muy sorprendida con la táctica de Disney. ¿Por qué altera tanto que la Casa del Ratón atacara a la actriz? La respuesta es simple: una compañía tan grande suele resolver estos asuntos de manera privada y eficiente, además de que el buen manejo del talento, uno con el que bien podrían trabajar en el futuro, es indispensable. Si Disney quería ganar aliados apelando a que la actriz no es empática con la pandemia mundial, definitivamente no lo logró. Más allá de los comentarios sobre si ella necesita o no de esos millones, o de si a nadie le interesó ver Black Widow por ser una cinta menor del UCM, lo cierto es que hay pruebas claras para que proceda como lo está haciendo.

De este punto es del que parten los grupos feministas que han defendido a Johansson, pues consideran que de ser un actor igualmente famoso sus exigencias habrían sido escuchadas y tratadas de manera cordial y hasta privada. Bob Iger solía trabajar así, y por eso fue considerado como uno de los mejores CEO, además de ser uno de los nombres indispensables para la estabilidad de las primeras fases del UCM. Todo este asunto definitivamente hace que se sienta al vació de Iger y que se tema por el futuro de Disney en manos de Chapek.

Aunque Disney reporta que no existe ningún tipo de problema entre Iger y Chapek, fuentes hablaron sobre cómo los dos se distanciaron desde que inició la pandemia. Mucho se ha especulado sobre esto porque no se sabe exactamente qué pasó. Algunos creen que tiene que ver con la decisión de estrenar ciertos proyectos en Disney+, pues la llegada de estas cintas a salas comerciales bien podría salvarlas de la bancarrota. Será cuestión de tiempo para conocer el final de este complicado problema.

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