METE-CRÍTICA | Peter Pan y Wendy, para poner al día la magia

Luciendo demasiado anclada al clásico animado de 1954, pese a anunciarse en sus créditos también como una adaptación del texto original de J.M. Barrie -una obra de teatro que luego se convertiría en novela-; esta nueva versión en live action solo encuentra sentido en el afán de responder a las actuales y necesarias exigencias de equidad e inclusión, y por supuesto a cuestiones de mercado, hay que decirlo.

Podría interesarte: Peter Pan y Wendy | Top de críticas, reseñas y calificaciones

No por nada a diferencia del predominio rubio en la mucho mas compleja y mejor lograda película que dirigiera P.J. Hogan en 2003, con un Jason Isaacs luciéndose al interpretar tanto al papá de los niños como al célebre Capitán Grafío, en un interesante paralelismo que alimenta los apuntes con respecto al mundo adulto; aquí el reparto luce una mayor diversidad, como Tinkerbell que ahora es interpretada por una actriz de ascendencia afroamericana. Sin embargo, contrario a lo que el público más conservador ya sentenciaba, esto no se convierte en una tragedia ni mucho menos.

Lee también: Peter Pan & Wendy: director defiende que haya niñas en el grupo de los Niños Perdidos

Y es que entre lo rutinario de la ilustración, que por cierto aún así presenta algunas bellas imágenes con el amanecer de fondo, visiones melancólicas, simpáticas escenas de combate y estilizadas secuencias de transición entre nuestro mundo y neverland, además de ahondar con acierto en la relación entre Peter y su alterego interpretado por un minucioso Jude Law, agregándoles una mayor cantidad de matices para encontrar así momentos conmovedores y un sugestivo dramatismo; la esencia de los personajes sobrevive ante la puesta al día en cuanto a roles de género al enfatizar solo algunos rasgos de carácter como en el caso de Wendy que se muestra más decidida, apostando por enfoques que sin ser precisamente profundos les permiten establecer nuevos puntos de identificación con el público, principalmente el infantil, para el que lo que en realidad es un sencillo cambio de apariencia que no afecta el concepto, puede resultar en un mensaje muy significativo.

Así pues, aunque esta Peter Pan y Wendy - 68% de David Lowery sigue siendo algo innecesaria, sobre todo si pensamos en otros sugestivos y por momentos brillantes antecedentes como la ya mencionada de P.J. Hogan, o Wendy - 50% (2020) de Benh Zeitlin; hay más aspectos que rescatarle en comparación con artificiosas y ortodoxas adaptaciones como La bella y la bestia - 71% (2017) de Bill Condon o la fallida Pinocho - 20% (2022) de Robert Zemeckis.

Continúa leyendo: Peter Pan y Wendy: Noah Matthews es el primer actor con síndrome de Down en una película de Disney