No miren arriba ya tiene calificación de la crítica

En lo que resta del año, una de las cintas más esperadas es No miren arriba (Don’t Look Up), del director Adam McKay (Hermanastros - 55%, La Gran Apue$ta - 88%, El Vicepresidente: Más Allá del Poder - 69%), que pretende hacer que el público tome conciencia de la amenaza del cambio climático, con la historia de un grupo de científicos que tratan de que el gobierno de los Estados Unidos haga algo para detener un cometa que se dirige a la Tierra y amenaza con destruirla.

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Las primeras reseñas de No miren arriba contrastan con las primeras reacciones en redes sociales, que eran muy positivas. Algunos dicen que es una película irregular con un buen mensaje, y otros la califican como una caricatura que ni siquiera llega a ser tan provocadora como lo es la vida real. No miren arriba cuenta con las actuaciones de Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence en los papeles principales, y en papeles secundarios tenemos a Rob Morgan, Jonah Hill, Mark Rylance, Tyler Perry, Ron Perlman, Timothée Chalamet, Ariana Grande, Scott Mescudi, Cate Blanchett, y Meryl Streep.

Según podemos leer en algunas de las reseñas, las actitudes que satiriza No miren arriba, fueron tan comunes en los últimos dos años, durante la pandemia de Covid-19, que ya no tienen el impacto que pretendía el director. Dado que las opiniones están divididas, No miren arriba - 74% ha obtenido una calificación mediocre, pero próximamente podría subir o bajar. La cinta estará disponible en Netflix este 22 de diciembre, y en Estados Unidos tendrá un estreno limitado en cines, con la esperanza de competir en la temporada de premios.

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Lean a continuación algunos fragmentos de las reseñas:

Alonso Duralde en The Wrap:

¿Alguna vez has conocido a alguien que comparte todas tus opiniones, pero lo hace de una manera tan fastidiosa e irritante que empiezas a repensar tu propio punto de vista? Eso es ‘No miren arriba’ en pocas palabras; una película con todas las cosas correctas que decir sobre cómo el gobierno, los medios de comunicación y las corporaciones ignoran el desastre emergente del cambio climático, pero envuelto en una sátira tan pesada que es suficiente para convertir a un abrazador de árboles en un pro-fracker.

David Ehrlich en Indie Wire:

‘Don’t Look Up’ tiene la desgracia de ser demasiado profética; cuando McKay escribió una comedia amplia sobre la miopía autodestructiva que parece haber condenado a nuestra especie, no tenía forma de saber que una pesadilla mucho más rápida vendría ocho segundos después y la haría sentir más como un documental. Concebida antes de COVID y filmada durante la pandemia, la película de McKay puede haber sido escrita en la línea de ‘Dr. Strangelove’, pero se parece más a una de esas perezosas aperturas frías de SNL que simplemente regurgita los eventos más trágicos de la semana con la esperanza de forzarlos a una farsa.

Andrew Webster en The Verge:

Para una sátira tonta sobre un cometa que destruye el planeta, Don’t Look Up te lleva a un viaje emocional. La película, dirigida por el escritor y director Adam McKay … comienza de manera divertida, con estrellas de renombre intercambiando frases ingeniosas en medio de un apocalipsis inminente. Pero durante su largo tiempo de ejecución, poco a poco se transforma en otra cosa. Las risas dan paso a la ira, la frustración y, en última instancia, a una especie de esperanza desesperada.

Matt Goldberg en Collider:

La conclusión de McKay sobre el grito enojado de una película es: ‘Bueno, al menos lo intenté’, pero Don’t Look Up no supone un gran esfuerzo. No es un gran esfuerzo hacer una observación básica y cansada y no agregar nada que no sepamos. No supone un gran esfuerzo hacer una película repleta de personajes famosos bien intencionados y conseguir que Netflix pague por ella.

Justin Chang en Los Angeles Times:

Nada sobre la estupidez y la extravagancia de lo que nos muestra la película, sin importar cuán virtuosos y cortados por el editor característicamente nervioso de McKay, Hank Corwin, realmente puede competir con los horrores de nuestra idiotez estadounidense del mundo real.

David Rooney en The Hollywood Reporter:

Desde que cambió de hacer comedias tontas a sátiras de temas importantes con The Big Short y Vice, el guionista y director Adam McKay se ha especializado en películas demasiado complacidas consigo mismas, ya que incitan al público a sentirse superior a los conservadores amorales, los liberales piadosamente satisfechos de sí mismos y los capitalistas insaciablemente avaros. Lo que no suelen aportar es profundidad, matices o cualquier tipo de curiosidad inteligente.

Brian Lowry en CNN:

Como era claramente su intención, Don't Look Up utiliza la sátira para estimular una conversación sobre la posibilidad de ignorar una crisis hasta que sea demasiado tarde. Es un mensaje aleccionador, pero que nos llega a través del lente de una película irregular.

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