RESEÑA: La Tercera Esposa | Los límites prohibidos del deseo

El cine oriental posee una mirada muy particular, una forma distinta de ver y leer el mundo. Se construye a partir de detalles, de potentes argumentos dispuestos a innovar y sorprender a través de sus estilos narrativos, los cuales desde la forma de filmar se nota una gran diferencia. Pueden presumir de una estética entrañable que no solo resulta forma, sino que va directo a sumar al fondo a partir de la fotografía o el diseño de producción. El cine asiático, en particular el de corte independiente, concibe con inteligencia y elegancia lo sensual, lo político, lo romántico, lo nostálgico, lo intolerable y hasta lo prohibido. Durante las últimas décadas hemos sido testigos del gran talento de realizadores orientales como Wong Kar-wai (Happy Together - 78%), Gan Bi (Largo Viaje Hacia la Noche - 97%), Takashi Miike(First Love) y recientemente Bong Joon-ho y su obra maestra Parásitos - 100%. Ahora es el turno de Ash Mayfair, una joven realizadora vietnamita que debuta con La Tercera Esposa.

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Vietnam, fin del siglo XIX. A los 14 años May se convierte en la tercera esposa de un adinerado terrateniente. Con esta leyenda en pantalla comienza la ópera prima de Mayfair, la cual está inspirada en hechos reales. Un mensaje desgarrador, ya que somos conscientes que es una realidad que viven muchas adolescentes hasta la fecha. Dicho mensaje nos acompaña en la mente a lo largo de toda la película en la que seguimos a May (Nguyen Phuong Tra My), quien es entregada a un hombre mayor como un intercambio que salda la deuda de su padre. La trama nos muestra como la joven es sometida a su nueva familia y las dos esposas anteriores de su cónyuge son quienes la educan para convertirse en una mujer ejemplar. Ninguna de estados dos mujeres le han dado un descendiente varón a su esposo, por lo que May guarda la esperanza de convertirse en la primera. Con el paso del tiempo, la joven cae en cuenta que sus deseos y pasiones van más allá de lo que el sistema patriarcal y las costumbres de su cultura le han impuesto.

Un historia sencilla, pero potente, este filme posee infinitas lecturas que alojan temas tan contundentes como la maternidad en soledad, la feminidad no explorada, el deseo prohibido y el patriarcado. El guion se desarrolla con buen ritmo y nos permite acompañar a May mientras comienza a descubrir la realidad de su mundo al adaptarse a su nueva vida, pero a su vez nos damos cuenta desde el inicio que es una chica inconforme con las condiciones que le han impuesto, con la vida que le obligan a vivir y esto dota de una fuerza tremenda a su personaje, es entonces que alcanzamos a ver que lo que está descubriendo esta chica es lo que hay dentro de sí misma. Es entonces que nos damos cuenta que estamos ante un viaje de autodescubirmiento. La poderosa actuación de Phương Trà My resulta pieza clave para entender a su personaje tan complejo, tan oprimido y siempre al punto del desborde, sin embargo, lo que más desborda es un silencio impuesto por la tiranía masculina de la que ella y otras mujeres son victimas en este relato. En general, la película se construye a partir de largos momentos de silencio que solo respiran a través del diseño sonoro y la música tradicional vietnamita.

El filme de Mayfair apuesta al poder de las miradas y junto a las acertadas decisiones en la dirección de fotografía, la historia nos revela la mayoría de sus detalles importantes con imágenes dejando a un lado el dialogo y la sobreexplicación. En ese sentido, es notable una asombrante capacidad narrativa en el primer trabajo de esta directora, quien utiliza todos los recursos creativos a su alcance para exponer un contexto y una realidad de la que le preocupa su vigencia en el mundo entero. La fotografía, junto con el montaje dan un resultado poético sobre los limites prohibidos del deseo. Un deseo que es el de encontrarse a una misma y no a través de los deseos de otros. El diseño de producción apoya el tono minimalista de un Vietnam rural, pero el arte resulta importante en esta cinta, ya que está cargado de simbolismos que refuerzan las acciones de la trama. Las metáforas son abundantes en esta historia, que al igual que en la vida real, hay muchas cosas para las cuales no existen palabras para poder explicarlas y en este caso se recurre al poder de las imágenes.

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El mensaje que deja entre líneas esta película, resulta potente y político. El debut de Ashleigh Mayfair es una sutil muestra de un futuro prometedor en el cine y lo deja claro con una cinta que se construye a partir de una excelente agudeza narrativa, con un guion bastante redondo escrito por ella misma y el apoyo de un talentoso elenco que dan como resultado un film que a momentos resulta demasiado correcto, pero profundamente necesario.

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