Entrevista | Vencedor: cuál es el valor de este drama cristiano según su director

Sabemos que el cine es una efectiva forma de promover ideología. Desde las películas alemanas de la Segunda Guerra Mundial hasta los filmes de espías, siempre de malvados soviéticos, de la Guerra Fría, sería ilógico pensar que cualquier historia que hemos visto no tenga imprimida en ella valores o visiones del mundo que generalmente son parciales e incluso refuerzan estereotipos. Pero, ¿qué pasa cuando la ideología llega antes que la historia y cobra un papel principal frente a ella? Eso fue lo que le preguntamos al director Alex Kendrick sobre su drama Vencedor - 20%.

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Vencedor narra la historia de Josh Harrison (Alex Kendrick, también guionista y director de la cinta), un entrenador de maratonistas que toma como su protegida a una niña afroamericana que proviene de una familia rota por el abuso de narcóticos de su padre. Es a través de el acercamiento de ambos a la fe cristiana que encuentran no sólo la forma de redimir eso lazos familiares rotos, sino triunfar en la pista de correr.

El filme es el segundo que Kendrick produce con su compañía y ha sido catalogado como un drama cristiano por la importante influencia que la religión, como está adopción de fe, tiene en la narrativa. Pudimos hablar con el director sobre qué tan cómo se siente con esa etiqueta sobre su obra fílmica y parece que es bien recibida:

La película es un drama, esp es por seguro pero como tienen mensajes que son bíblicos entiendo porque lo llaman un drama cristiano. No me avergüenza ser un cristiano, eso es lo principal de mi identidad, creo que soy un hijo de dios y soy un seguidor de Jesús y ese es quien soy y creo que todo tenemos que definir quiénes somos. Y esta película se trata de encontrar tu identidad a través de Cristo.

Esa pasión por su religión, Kendrick la deja ver a lo largo del filme. No solamente, el conflicto dramático entre el padre e hija, separados por la adicción, se resuelve, de una escena a otra, gracias a que ambos se vuelven cristianos, sino que estructuralmente la película utiliza montajes de música cristiana, con claras referencias en su letra a la adoración de esa fe, con planas que la protagonista escribe como parte de su adoctrinamiento.

Vencedor enfatiza, escena tras escena, que es Jesús la respuesta a los problemas emocionales de sus personajes. Casi como un personaje propio, la religión es una salida que se siente fácil, pero más bien anticlimática por eliminar cualquier matiz y profundidad dentro de las relaciones de sus protagonistas. Pese a ello, Kendrick asegura que no le preocupa que la gente no vea sus filmes por esta inclinación ideológica:

Soy un cineasta, un autor y un conferencista. Si jamás hago otra película todavía sé quien soy. La mayoría de los hombres ponen su identidad en su trabajo y si se les quita eso no saben quiénes son. Yo no soy primero un cineasta, soy primero un seguidor de cristo un hijo de dios, luego un esposo, luego un padre y después soy un director. SI no vuelvo a hacer una película, sé quién soy.

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Mientras que es válido explorar el uso de la religión para resolver tragedias emocionales en el cine, quizá el más reciente y excepcional ejemplo sea First Reformed - 95% de Paul Schrader, Overcomer más que una exploración termina pareciendo un panfleto por la poca sutileza con la que realiza su planteamiento y finalmente amarra su final. Cuando le preguntamos si había algo sobre su filme que cree que resultará atractivo a personas que no se identifican como cristianos, respondió que es el arco de redención de este padre que padece de adicción es aquello que será universal para la audiencia y explicó:

Todos amamos la historias de redención, cuando alguien tiene que superar alguna mala decisión o equivocación. Amamos ser perdonados y cuando se nos perdona por cosas que hacemos que pueden herir. Cuando vemos eso en una película es conmovedor, es un recordatorio de que no debemos sujetarnos a la amargura, debemos perdonarnos y pedir que dios nos perdone.

Vencedor - 20% llegará a plataformas y formatos digitales, como Cinépolis Klic, este 20 de noviembre. Aunque el filme difícilmente se ganará a la gente que no esté interesada en un libreto diluido por la fe de su director, quizá quienes comparten religión con él puedan encontrar de menos una especie de entretenimiento apto para discutir en un sermón o misa.

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