RESEÑA: Mamá se fue de viaje | Entre Más Barato por Docena y La Guardería de papá

Las comedias mexicanas son el pan de cada semana en la cartelera nacional y ahora la famosa conductora del programa matutino Hoy de Televisa, Andrea Legarreta, encabeza la película mexicana de la semana que ha llegado puntual a la cartelera este viernes: Mamá se fue de Viaje - %, dirigida por Fernando Sariñana (Amar Te Duele, Niñas Mal), con un guion que pretendía atraer la atención al duro y poco reconocido trabajo de las amas de casa; sin embargo, la idea termina por hundirse a causa de su falta de encanto.

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Mamá se fue de viaje es el remake de la película argentina homónima del director Ariel Winograd. La premisa como la del filme original, muestra a Casandra (Legarreta), una mamá con cuatro hijos –entre los cuales se encuentra su verdadera hija, Mia Rubin Legarreta–, menospreciada por su familia entera, entre ellos su esposo Gabriel (Martín Altomaro), a quien sólo le preocupa obtener un ascenso en su trabajo. Al darse cuenta de lo poco valorada que es en su hogar, Casandra decide irse durante diez días a un retiro para darse un descanso de la locura que conlleva el ser el pilar de la casa y al mismo tiempo darle una lección a su malagradecida familia.

Dicha historia parece ser una idea excelente debido a que como sociedad muchas veces olvidamos lo importante que es agradecer el tener alguien en casa que nos llene de atención día a día sin un sueldo de por medio, y sólo por el hecho de que nos aman. El problema radica en que lo único bueno de la película es la idea, y alguna que otra risa esporádica que le saca al espectador a lo largo de su hora y media de duración.

Los personajes se sienten acartonados y una vez que Casandra sale de escena, su familia comienza a rodearse de situaciones casualmente convenientes que llevan al personaje de Altomaro a fracasar en todas sus tareas. No sólo no es creíble lo que se ve en pantalla, sino que resulta estresante ver a una familia ineficaz, con situaciones que van desde no saber en dónde queda la escuela, hasta no poder usar una lavadora. La dependencia hacia una madre debe tener un límite, y seguro esta película lo cruza sin mayor problema.

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Otra de las trabas de la cinta no sólo descansa en el guion, si no en actuaciones planas que incluyen desplantes de niños mimados y poco respetuosos hacia sus padres, acciones que se sienten falsas y pesadas quitando todo intento berrinche de la pantalla con frases irritantes como: “Si la despides, aprenderé a manejar y te atropellaré”.

Con todo lo anterior enumerado, es fácil empatizar con el personaje de Casandra y entender el por qué quiere salir corriendo de su hogar; y es aquí donde hay que repetir, la idea de Mamá se fue de Viaje, era buena, se necesita un urgente mensaje de valoración hacia las mujeres que son amas de casa, pero en este caso se siente como si la madre estuviera haciendo un pésimo trabajo al criar a sus hijos por consentirlos de más; mientras que el papá al final logra que todos ayuden y cooperen en casa. Inclusive la misma Casandra se lo pregunta en sus últimas líneas: ¿Entonces el problema soy yo?.

La cinta no termina por ser lo suficientemente graciosa como para que supere sus otros errores, ni tan profunda como para que mande un mensaje contundente. A ratos deja de ser un remake y se convierte en una combinación de Más Barato por Docena, Más Barato por Docena 2 y La Guardería de papá; sólo que a diferencia de estas películas, Mamá se fue de viaje termina por enseñarle a la audiencia todo lo que un buen padre no debería hacer.

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