Star Wars: Los Últimos Jedi | 5 razones para amarla y 5 razones para odiarla

Star Wars: Los Últimos Jedi - 91% estrenó el 14 de diciembre de 2017, precedida por una amplia aclamación de la crítica que emocionó a los fanáticos a más no poder. Algunos la comparaban con Batman: El Caballero de La Noche - 94%, y otros decían que era lo mejor de Star Wars después de Star Wars: Episodio V - El Imperio Contraataca - 94%.

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La división que causó entre el público al llegar a los cines fue atribuida a muchos factores, pero los que se volvieron fans de la película quisieron ver en el desprecio de tanta gente una reacción natural de rechazo al cambio, un berrinche de fanboys, una nostalgia insana y hasta una conspiración rusa para desestabilizar a la ya de por sí dividida sociedad estadounidense.

¿Qué hay de cierto en todo eso? Tal vez un poco de todo, pero además también existen millones de seguidores de esta franquicia que sinceramente se sintieron decepcionados al ver Star Wars: Los Últimos Jedi, y no solo por seguir la corriente de supuestos bots rusos.

Algunos huecos en la trama o incoherencias del guión fueron justificados por medio de cómics y novelas, lo cual no tiene mucho sentido pues, tal y como se ha repetido hasta el cansancio, un filme debe sostenerse por sí mismo y no depender de numerosas fuentes externas para poder ser entendido.

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Con Star Wars: el ascenso de Skywalker - 61% Lucasfilm tiene la oportunidad de enderezar el barco o terminarlo de hundir, y como todavía queda un año para que sea estrenada en cines, hay mucho por comentar sobre Los Últimos Jedi todavía. Aquí les dejamos cinco razones para amarla y cinco razones para odiarla:

Razón para amarla: Se apoya menos en la nostalgia que el episodio VII

En Star Wars: El Despertar de la Fuerza - 92% fuimos testigos de cómo J.J. Abrams plagió sin reparos a Star Wars: Episodio IV - Una Nueva Esperanza - 93%, hizo casi un remake pero aumentando de tamaño todo y usando los efectos especiales de última generación. En Los Últimos Jedi Rian Johnson optó por no caer en la trampa de la nostalgia e introdujo cosas nuevas que, precisamente por no parecerse a lo visto anteriormente, le atrajeron críticas de los fans más nostálgicos y conservadores.

Razón para odiarla: Plagia descaradamente a El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi

Si bien el octavo episodio de la saga no es un remake de El Imperio Contraataca, sí es un popurrí de esa cinta con Star Wars: Episodio VI - El Regreso del Jedi - 80%, con mucha menos originalidad de la que algunos quieren atribuirle. La visita al planeta donde un viejo maestro se encuentra en el exilio, la mística escena de la caverna, los AT-AT (mejorados) en un planeta de superficie blanca y el escape de los rebeldes para reorganizarse después de una derrota contra los malos... bien podrían entenderse como una descripción acertada de lo que es El Imperio Contraataca, pero de El Regreso del Jedi tenemos el combate frente al trono del emperador (Snoke en este caso), y la traición de su subordinado que termina matándolo, entre otras cosas.

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Razón para amarla: Es transgresora

El mensaje de Star Wars: Episodio VIII es claro, los tiempos están constantemente cambiando y debemos adaptarnos a ello, lo cual está bien retratado en cómo los personajes principales deciden enfrentar su pasado: Kylo lo niega y lo quiere borrar por completo, Rey decide aceptarlo como parte de ella misma y aprender de él, ambas posturas reflejan las fuerzas que luchan a muerte en este universo fantástico. Para aprender la importante lección, la protagonista debe pasar un tiempo junto a Luke, quien considera que en el pasado están los grandes errores y que debe retirarse y no intervenir en el curso de las cosas, aunque al final él mismo aprende una lección de Rey y vuelve a intervenir.

Razón para odiarla: La actitud de Luke Skywalker no tiene sentido

El mismo Mark Hamill lo declaró en numerosas entrevistas, si Luke Skywalker, el joven idealista que salvó a la galaxia del terrible Imperio Galáctico y que pasó de ser un granjero a un maestro jedi, hubiera criado por accidente al próximo Hitler, la respuesta lógica no era huir de todo y dejar a la Resistencia morir sola frente a los terribles nazis de la Primera Orden. Los fans se quejaron al respecto, y el actor que le da vida al personaje también.

Razón para amarla: Tiene excelentes actuaciones

Las actuaciones mediocres es algo que se le ha criticado a Star Wars desde la primera trilogía, con algunas excepciones por supuesto. Sin embargo en Los Últimos Jedi vemos a Adam Driver (Kylo Ren) más expresivo que nunca, a Daisy Ridley (Rey) dando lo mejor de sí, y a Mark Hamill demostrando que los años lo han hecho mejor actor. Carrie Fisher también dio una interpretación notable que destaca en ese cruce de miradas telepático que tiene con su hijo caído.

Razón para odiarla: Finn, Rose Tico y el casino

Además de la pareja con menos química de todo Star Wars, John Boyega y Kelly Marie Tran, Los Últimos Jedi tiene algo peor: la aburrida subtrama del planeta casino al que van sus dos personajes, Finn y Rose Tico. Aunque esta pareja sin sentido sea la encarnación de lo políticamente correcto, no aporta mucho a la historia principal, aunque sí nos deja en claro una cosa, que Rian Johnson no debió estar a cargo de esta entrega.

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Razón para amarla: Tiene complejidad moral

A diferencia de la primera trilogía donde los dos bandos se pueden resumir como “buenos contra malos”, en la cinta de Rian Johnson vemos cómo hay un poco más que eso, más o menos en la línea de Rogue One: Una Historia de Star Wars - 85%. Luke Skywalker niega rotundamente ser un héroe, e incluso cuestiona la heroicidad de los Jedi, a quienes describe como casi tan necios y ciegos como los Sith; incluso se cuestiona la importancia de las enseñanzas de los Jedi cuando está a punto de quemar el árbol donde se encontraban las sagradas escrituras.

Razón para odiarla: Contradice lo mostrado en el episodio anterior

J.J. Abrams puede haber hecho una película con cero originalidad, pero al menos dejó preparado el camino en una dirección, en cambio el director del episodio VIII decidió ignorar varias cosas y cambiarla bruscamente; como ejemplo tenemos a los padres de Rey volando en una nave hacia el espacio, y en Los Últimos Jedi nos enteramos de que eran dos drogadictos malvivientes que se murieron en su planeta natal; la escena final donde Luke sostiene despacio su sable láser y lo observa con melancolía, que en Los Últimos Jedi se convierte en una escena casi cómica; y el Supremo Líder Snoke, claramente destinado a ser el gran villano a vencer como el Emperador fue en el pasado, es despachado sin explicación alguna de su origen ni de su inmenso poder sobre la Fuerza.

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Razón para amarla: Renovó la saga

A Star Wars ya le hacía falta dar un giro pues su mitología (al menos en las películas) se estaba estancando en la lucha de los buenos contra los malos, y era necesario que alguien demostrara que este universo es tan complejo como el nuestro, donde las divisiones entre el bien y el mal son difusas y no tan bien definidas como nos gustaría creer. Johnson fue quien se atrevió a dar ese paso de maduración.

Razón para odiarla: Rey sigue siendo una Mary Sue

Una de las quejas más sonadas del episodio VII fue que Rey era una Mary Sue, ese personaje al que le sale todo bien y es bueno en todo. En Los Últimos Jedi no hay un gran cambio en ese aspecto, ella puede pelear tan bien como Kylo Ren a pesar de que éste lleva años entrenando, y ella en apenas unos días se convierte en casi una maestra Jedi con poderes increíbles.

Epílogo

Star Wars: Los Últimos Jedi puede verse como una renovación necesaria para la franquicia, o como una traición a la misma; como una propuesta original y menos nostálgica, o como un popurrí pretencioso de cosas ya bien conocidas. Sin afán de inclinar la balanza a un lado u otro les dejamos la última palabra a ustedes los lectores, pero de lo que hay duda es que la cinta sigue siendo la más divisiva de la saga, y si alguna vez será revalorizada o si seguirá siendo despreciada, solo el tiempo lo dirá.

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