Canoa, de Felipe Cazals, ¿qué dijo la crítica en su estreno?

El director mexicano Felipe Cazals siempre ha estado interesado en retratar los complicados matices de la sociedad mexicana. Su cine tomó acontecimientos del México contemporáneo y los retrató como pocos cineastas se habían aventurado a hacerlo. Incluso en la actualidad este tipo de cine, inspirado en la nota roja y en sucesos sórdidos, difícilmente tiene vida en las pantallas, salvo en el mercado del video home, un cine de denuncia y contestatario que hoy más que nunca necesitamos para poder entender mejor nuestra realidad.

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Cazals dirigó, entre 1975 y 1976, tres largometrajes inspirados en acontecimientos reales que estremecieron a la opinión pública: Canoa - 100%, que retrata un linchamiento ocurrido en una comunidad de Puebla; el Apando, basada en la infame cárcel para presos políticos recluidos en el palacio negro de Lecumberri y, finalmente, está Las poquianchis (De los pormenores y otros sucedidos del dominio público que acontecieron a las hermanas de triste memoria a quienes la maledicencia así las bautizó), las madrotas que secuestraban y obligaban a jovencitas a prostituirse. Cazals enfocó su lente en todos estos lúgubres acontecimientos y ofreció una mirada sin concesiones al lado oscuro de México.

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También conocida como Canoa: memoria de un hecho vergonzoso, retrata el linchamiento de un grupo de trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla a manos de los pobladores de San Miguel Canoa, que se ubica en las faldas del volcán Malitzin. Los pobladores, que no hablaban español en su mayoría y que no leían periódicos, fueron incitados por el sacerdote del pueblo, quien les advirtió que comunistas llegarían a violar a sus mujeres y robar sus cosechas. Fueron tres de cinco jóvenes los que murieron asesinados, aunque un habitante que trató de protegerlos. A pesar de que varias personas fueron arrestadas, éstas salieron de la cárcel a los pocos meses y a la fecha nadie ha pagado realmente por el crimen que se cometió. Cazals puso su dedo en la llaga de un país sumido en la violencia y el caos. En un momento uno de los personajes dice “estábamos mal, ahora estamos peor”, lo cual funge como una suerte de augurio de lo que vendría después para la sociedad mexicana.

La filmación de Canoa fue un tanto complicada para Cazals, quien tuvo que grabar en un pueblo aledaño y aguantar las extorsiones del párroco local. Televisa retuvo los derechos de la cinta durante los 90 y la exhibía en televisión en una versión mutilada, sin pagar derechos de exhibición. Cazals interpuso una demanda pero no procedió por razones misteriosas. Recientemente la compañía estadounidense Criterion, especializada en cine de arte de todo el mundo, lanzó una debida edición en video a sugerencia de Alfonso Cuarón. Los críticos que vieron esta nueva versión remasterizada, que deja en la sombra a una edición nacional de hace algunos años, tuvieron que decir esto al respecto:

Peter Canavese para Groucho reviews:

Un estudio de lo que puede hacer la histeria colectiva en cualquier momento de la historia, sea en los 60 o incluso en la actualidad.

James Kendrick para Q Network:

Un afilado retrato de lo fácil que es envilecer y deshumanizar a grupos de individuos y justificar violencia sin sentido.

Sean Axmaker para Stream on Demand:

La xenofobia y la manipulación de la gente ignorante es un tema tan relevante ayer como lo puede ser hoy.

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