Jugando con Fuego | Pero parece que no te invitan del todo a su diversión

Siendo la comedia uno de los géneros más difíciles de lograr es complicado que una película saque carcajadas genuinas a su público. Dentro de la comedia existen películas que se cuelgan de la irreverencia y lo exagerado para complacer a quienes las vean, sobre esta línea podemos encontrar No me las Toquen (85%), Buenos Vecinos (73%) y la nueva cinta protagonizada por John Cena, Jugando con Fuego (32%).

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Jugando con Fuego presenta una historia que gira alrededor de un jefe de rescatistas protagonizado por el exluchador. Este personaje es presentado como un tipo duro, insensible y comprometido en su totalidad con su trabajo; un trabajo que además tiene cierto valor sentimental y que se le compara con el de un superhéroe. Junto con su escuadrón, está acostumbrado a mantener un completo orden a su alrededor y que esté todo bajo las normas establecidas. Sin embargo, esta pulcritud se viene abajo cuando rescata a tres pequeños de edades distintas, liderados por la actriz Brianna Hildebrand. Después de pasar unos días en la estación de los rescatistas, estos niños pondrán de cabeza la vida y el corazón del macho alfa y de sus allegados.

Esta comedia podría haber sido una buena idea. Contaba con una historia funcional y actores que son buenos en su materia como es el caso de Keegan-Michael Key, John Leguizamo y Judy Greer. Sin embargo, el guion pretende abarcar tantos temas como la familia, la niñez, la diversión y rigidez que termina por traicionarse a sí mismo y presenta momentos cortados y muy forzados que causarán una que otra risilla, pero sin llegar a la genuina carcajada.

La cinta se siente como una fallida idea de querer lograr lo que Disney consiguió con Niñera a Prueba de Balas (20%), al someter a hombres llenos de testosterona en un ambiente de ternura que logre suavizarlos. Bajo esta misma premisa, el director Andy Fickman abusa de los clichés y cae en los lugares comunes con la esperanza de arrancarle al público una sonrisa; sin embargo, por más que Cena intenta seguir el ritmo, su personaje y sus seguidores quedan acartonados y difícilmente se siente como una comedia orgánica.

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Los personajes más desperdiciados son los femeninos. Brianna Hildebrand, a quien conocemos por su participación en Deadpool (84%), no logra terminar de convencer como una adolescente sarcástica y preocupada. Lo cual resulta extraño porque era la misma premisa que manejaba en la película protagonizada por Ryan Reynolds. Lo mismo le pasa a Judy Greer, quien representa a una “supuesta” doctora y científica altamente inteligente, que queda reducida a una boba que habla con las ranas, luciendo todo el tiempo inferior a su coprotagonista, dando la impresión hasta el final de que la idea es elevar a los personajes masculinos al demostrar lo valientes y sensibles que pueden ser mientras se la viven salvando a las mujeres.

Reitero, la idea de esta cinta era buena, nunca está de más el hablar sobre el valor que tiene la familia y la unión entre seres humanos más allá de los lazos de sangre. Sin embargo, aquí parece que los únicos que la pasan bien son los actores, ya que ofrecen largas escenas en las que demuestran que hacer esta película les entregó días de diversión gracias a su exageración; pero en ningún momento logran transmitir esa emoción al público.

Luchando con fuego es de esas películas que hubiera sido mejor si se estrenaba directamente en formato casero para que no se sienta como un fraude el que de toda la duración película sólo te rías unos cinco minutos.

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