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Yo, Daniel Blake: top de críticas, reseñas y calificaciones

El drama ganador de la Palma de Oro 2016 llega a México

La ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2016 llega por fin a las salas de cine en México. Yo, Daniel Blake (92%) es el último trabajo del veterano realizador Ken Loach. El director británico siempre ha tenido simpatía por la clase trabajadora de su país y con esta cinta deja en claro que las autoridades inglesas hacen poco o nada por apoyar al obrero y a las familias de escasos recursos.

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El drama que Loach esboza en pantalla posee fuertes toques neorrealistas, propios de películas italianas como Ladrón de Bicicletas (98%) y otros clásicos de dicho género. Así como esas historias, Loach arroja a sus personajes a todo tipo de miserias y situaciones deplorables, en un deseo de convertirlos más en santos y mártires que en seres humanos. A pesar de las buenas intenciones de la historia y de su aguda crítica a la ineptitud burocrática, el exceso de tragedias para los personajes puede hacer que el relato entre rápidamente en terrenos melodramáticos pantanosos, de los cuales nunca sale. La preocupación de Loach se encuentra centrada en hacer un gran discurso antisistema, sacrificando sin piedad a los personajes en el proceso.

Sin embargo, el mensaje importó más que la forma a los especialistas y la cinta fue bañada por elogios. Son contadas las voces disidentes, una de ellas la de Luis Martínez, quien escribió esto para El Mundo hace un año, cuando la cinta competía por el galardón que eventualmente obtuvo.

Loach insiste en construir una cinta transparente, limpia y sin más lecturas que la pedrada. Nada que reprochar. Lo raro sería que a estas alturas el director se descubriera con una loa a Panamá y sus paraísos fiscales. Es sólo un ejemplo. El problema es que con el tiempo y con la edad, el siempre admirable responsable de Lloviendo piedras ha acabado por adelgazar tanto su discurso, hacerlo tan explícito, que, por momentos, acaba en autoparódico. Así de triste y doloroso. El empeño por subrayar cada una de las maldades del sistema sin permitir espacio alguno al espectador acaba por hacer de cada secuencia, una proclama; de cada plano, un acto de fe.

Owen Gleiberman de Variety fue un gran fan de la cinta y señala la influencia del neorealismo italiano en ella.

I, Daniel Blake es una de las mejores películas de Loach, un drama de sensible devastación que cuenta su historia con una simplicidad neorrealista imperturbable que recuerda al trabajo de Vittorio De Sica

June Thomas en el sitio Slate alaba la actuación principal del comediante Dave Johns como el personaje que da nombre a la cinta.

Dave Johns es genial como Blake, el personaje principal cuyas dosis de humor son rápidamente drenadas por la ineptitud del sistema burocrático británico. Ken Loach siempre ha sido un cineasta de izquierda, así que las aristas que este resalta aquí y sobre quien dirige sus armas no deben sorprender a nadie.

Ese estilo tan volcado a las ideas de izquierda y el melodrama será lo que atraiga o aleje al espectador dependiendo mucho de sus expectativas. Christy Lemire lo resume muy bien en su texto para el sitio de RogerEbert.

Yo, Daniel Blake es, para bien o mal, una película extremadamente "Ken Loach".

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