Berlinale 2017: primeras críticas de Django, película inaugural del Festival Internacional de cine de Berlín

Django, ópera prima del cineasta francés Etienne Comar, fue el filme de apertura de la edición 67 de la Berlinale. La película en competición peleará por el Oso de Oro junto a otros filmes como Una mujer fantástica del cineasta chileno Sebastián Lelio, The Party de Sally Potter, The Other Side Of Hope de Aki Kaurismäki. Fiel a su filosofía, las cintas que conforman el Festival Internacional de cine de Berlín abordan temáticas sociales como la represión y la migración. Sobre ese tenor va la historia de Comar, que refleja la huida del virtuoso músico de jazz francés, de origen belga, Django Reinhardt, durante la ocupación de las tropas alemanas en Francia. La familia del guitarrista formaba parte de la minoría Sinti, y tuvo que enfrentar el acoso de los nazis. En la conferencia de prensa después de la premiere de la película el director, junto al protagonista, Reda Kateb, aseguró que quería plasmar cómo la pasión de un artista puede protegerlo de la terrible realidad. Y remarcó que aunque la historia se sitúa en un tiempo doloroso del pasado, el racismo y el clasismo son paralelos a los tiempos actuales en los que la difícil situación de los refugiados permanece, además de la creciente hostilidad hacia las minorías en Europa y Estados Unidos:

Quería mostrar a un músico en una estructura histórica compleja, y los paralelismos que hay con los refugiados de hoy, como las restricciones que hay sobre ciertas personas para poder viajar, o el rechazo de personas que no piensan igual que tú. Los gitanos nunca tuvieron una patria propia, pero la música es inseparable a su estilo de vida, les proporciona una vitalidad que los mantiene en marcha. Es su sangre de vida, su significado de existencia. Los regímenes totalitarios y terroristas suelen ir detrás de la música primero. Los nazis trataron de detener el jazz porque mezclaba diferentes culturas.

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Tras su primer pase de prensa, el filme ya tiene primeras críticas y aunque los especialistas han alabado el coraje de su director para retratar un tiempo de represión y destrucción de los gitanos también coinciden en que no profundiza en el espinoso tema, lo que provoca que Django no termine de empatizar con la audiencia. Destacan el trabajo interpretativo de Reda Kateb a pesar de las fallas del guión. Les compartimos las primeras reseñas.

Peter Bradshaw, crítico de The Guardian calificó a la película con 2/5 estrellas y dijo del filme:

La película tiene cosas serias qué contar sobre el asalto de los nazis a los pueblos romaníes y la postura de Django Reinhardt en la Segunda Guerra Mundial. De alguna manera, es un poco cándida en el tratamiento que le da al tema del colaboracionismo entre el artista y los nazis en la Francia ocupada, que en La Vida en Rosa - 74% con Marion Cotillard como Édith Piaf, que logró difundir el tema. Hay algo frustrante en el filme de Etienne Comar, una moderación que restringe los momentos dramáticos volviéndola lenta y complaciente en distintos clichés sobre París y los días bélicos. Reda Kateb brinda una actuación consistente como Django, la estrella brillante y virtuosa que regresó a Francia en tiempos de guerra durante su gira internacional, a diferencia de su compañero de la banda de música, el violinista Stéphane Grappelli, que se quedó en Londres. Django es el genio artístico clásico: rebelde, inspirado, desinteresado en alcanzar la fama efímera.

Peter Debruge, crítico de cine de Variety dijo de la película:

Esta dispersa película biográfica, a ratos cautivadora sobre el gran Django Reinhardt, le da al actor francés Reda Kateb, una merecida proyección gracias a su convincente interpretación. En una secuencia de El Gran Amante - 78% de Woody Allen, el personaje de Sean Penn se jacta y dice, "Soy considerado el mejor guitarrista que haya vivido jamás en este país. Hay un gitano en Francia, y es la cosa más hermosa que he escuchado. ¿El único guitarrista superior al ficticio Emmet Ray que personificó Penn? Hablaba de Django Reinhardt, un guitarrista de jazz de origen belga cuyo talento lo salvó durante la Segunda Guerra Mundial. La conmovedora película de apertura de la Berlinale 2017, fue una decisión acertada, ya que el filme –que aunque no es una biopic especialmente convincente o bien contada- aborda la difícil situación que vivió el pueblo romaní a manos de los funcionarios alemanes (y franceses).

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David Ehrlich de Indiewire dijo de Django:

El filme termina siendo irregular. Esa inconsistencia se siente sobre todo en la parte en la que se muestra a Reinhardt primero como un observador desapasionado de la guerra en Francia hasta su transición como un miembro genuino de la resistencia. El guión de Comar, que también dirige, no profundiza en las motivaciones del personaje en la ficción, los evade tanto que se siente un hueco en la narrativa. Y a pesar de sus fallas, a Django se le reconoce hablar de un tema olvidado por la historia: la represión al pueblo romaní. Otro de los aciertos del filme es que dedica la mayor parte de sus secuencias a Reinhardt rasgando su guitarra, su pasión es tanta que cada número se siente como un monólogo revelador.

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