Desconcertante y perturbadora como pocas, la llegada de Cats a la pantalla grande fue recibida con comentarios sobre lo “terrorífica” o “espeluznante” que es según parte del público que la vio en mayor parte durante su primer fin de semana de estreno. Lo cierto es que el primer tráiler ya avisaba lo que se podría esperar de la película dirigida por [Director] Tom Hooper y protagonizada por un elenco lleno de estrellas irreconocibles por el CGI aplicado en ellos para que luzcan como gatos. Sin embargo, muy distante estuvo todo de la obra musical en la que los gatos que se ven en escena no son tan horripilantes como los que llegaron al cine.
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Así, cualquier expectativa que el público haya tenido hacia la película que reúne a Taylor Swift, Jason Derulo, Enrique Martínez, Sarah Jude Sutherland, Jada Harris y compañía, se vio reducida a nada a pesar de que no se dejó de hablar de ella, aunque de forma negativa, pero para bien o mal generó conversación. Eso no aseguró que tuviera éxito en taquilla, ya sea porque algunos deseaban ver la adaptación cinematográfica, o porque otros solo estaban intrigados y querían descubrir si la película realmente era tan mala como parecía.
Pero lo que pocos reconocen es que, a pesar de que la crítica despedazara el proyecto con una calificación muy baja en sitios como Rotten Tomatoes, e incluso a pesar de que su recaudación no logra ni siquiera suplir los gastos del estudio cinematográfico, hay puntos que merecen destacarse de Cats. Así que en este artículo defenderemos todo lo que hizo bien y que debería al menos serle reconocido; nunca podrá ser la peor película en la historia del cine ya que siempre habrá dura competencia.
La banda sonora cumple su función
De la música no se puede decir algo malo (ni del trabajo de coreografía y danza). La banda sonora cumple a la perfección: hay canciones pegajosas, hubo nueva música y también estuvieron las recordadas melodías del musical. Todo está a la altura de una película de su presupuesto, que cuenta con grandes cantantes como Jennifer Hudson que se encarga de cantar la clásica “Memory” y la música del siempre genial [Escritor] Andrew Lloyd Webber , que hace que lo de Cats sea una banda sonora pegajosa, divertida y lo suficientemente entretenida como para poder hacer olvidar al público de otras fallas.
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Es una historia intrigante
Creado a partir de una serie de poemas escritos por [Escritor] T.S. Eliot , presenta una trama que gira en torno a la tribu de los gatos Jélicos durante la noche en que toman "la elección jelical" y deciden cuál de ellos renacerá en una nueva existencia. No sabemos a qué se refieren con jélicos, pero básicamente los gatos se enfrentan unos a otros contando detalles de sus vidas en las canciones que interpretan, con el fin de ser el gato que muera y vaya al cielo. Suena descabellado, pero fue la historia que conquistó Broadway por años y que ahora se repite en el cine para las nuevas generaciones que de seguro buscaron el nombre del libro en Google. Además, mientras los otros gatos se preparan para la ceremonia, aparece uno malvado que hará lo posible por salir elegido para dejar la vida de gato por siempre.
Su aspecto visual es llamativo
Masacrar Cats es lo que está de moda, y muchos son capaces de enterrar la película con tal de conseguir seguidores nuevos. Parte del éxito de la obra musical es que es una rareza y los gatos que protagonizan la historia también son extraños. La película no fue la excepción y honra a la obra, pero también hay que admitir que el trabajo en el apartado visual estuvo muy bien. Parece que hubo mucha gente que se esforzó para desarrollar la película y especialmente para hacer que los actores se transformen en los animales. Así imaginamos que los artistas deben haber estado horas pensando en cómo harían que se conviertan en gatos, y aunque todo luce realista y convincente no podemos dejar de pensar en quién aprobó la forma en la que estos se veían porque aunque en este aspecto hicieron un gran trabajo, parece que el culpable es el diseño de los gatos jélicos.
Es una película que arriesga
Sabemos que Cats no es una película original, pero eso no le impidió proponer algo diferente a lo que Hollywood está acostumbrado. Muchos musicales han llegado a la pantalla grande, pero no uno que parece estar más destinado al teatro que al cine y que al final le costó. No obstante, se merece el beneficio de la duda por parte de quienes no la han visto y solo se dedican a criticar antes de ver, pero vale la pena intentarlo como una forma de acercarse a los musicales en general.
Es un proyecto lleno de pasión
Digan lo que digan, el equipo involucrado en la producción y realización del filme estuvo muy de acuerdo en llevar al cine al memorable musical gatuno. Al contrario de muchos casos donde sus actores lucen más como víctimas obligadas a participar de un proyecto, Cats se alimenta de la pasión de la gente que trabajó en ella y eso incluye a sus actores que parecen haberse divertido mucho en la grabación de la cinta. Cuando una película, por más mala que sea según la crítica o el público, siempre encuentra algo nuevo para ofrecer y esa es una de sus fortalezas, ya que se siente la intensidad de y el esfuerzo de quienes trabajaron en ella.
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