De acuerdo con la revista Hakai, tras el éxito de Disney con Buscando a Nemo en el 2003 y a pesar de que su mensaje es sobre la conservación de las especies, la venta de peces payaso aumentó en un 40% en el mercado estadounidense, debido a que muchos niños querían tener un “Nemo” en casa.
Sin embargo, la demanda pudo cubrirse gracias a que los peces payaso pueden criarse en cautiverio. Y aunque el daño no fue irreparable, muchos biólogos marinos afirman que el ecosistema si sufrió alteraciones debido a que se volvió en la mascota del momento.
Con el estreno de Buscando a Dory casi a la vuelta de la esquina, se teme que el daño al pez cirujano regal pueda alcanzar niveles preocupantes si se repite el caso de Nemo en el 2003.
La razón principal es porque el pez cirujano regal es una especie que no se puede criar en cautiverio, y si la demanda en el mercado aumenta existe la gran probabilidad de que el daño, en esta ocasión, tenga consecuencias sin solución.
Por estas razones los fans han comenzado a difundir una petición para que Disney promueva la protección del pez cirujano regal, incluso que antes de la proyección de la película se muestre un aviso público donde se le pida a la audiencia que no adopte peces de estas especies.
Si quieres unirte a la causa puedes firmar aquí.
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Adrián Rodríguez es redactor y creador de contenido de Tomatazos.com, aficionado a la ciencia ficción en todas sus formas. Síguelo en Twitter en @adrianxxrod