Greta Gerwig logró algo increíble al adaptar a la muñeca más famosa de todos los tiempos. Lady Bird y Mujercitas ya habían probado que la directora era capaz de resaltar mujeres fuertes que no necesitan sacrificar su femineidad para probar esas otras virtudes, y ahora con Barbie da un paso más arriesgado. Aquí aborda temas importantes como los roles de género, el feminismo y la necesidad de contar con un legado propio.
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Pero la naturaleza intrínseca de estos muñecos dista de ser algo fácil de entender si sólo nos atenemos a los estereotipos que circundan entorno a la muñeca. La esencia del producto, que tenía como propósito inspirar a las infancias, entraña un llamado al empoderamiento humano, no sólo femenino, pero partiendo del género sometido al mundo creado por su contraparte: la mujer. Y en su capacidad creativa, la mujer, tiene la posibilidad de transformar a la civilización —si ella se lo propone y los hombres colaboran.
Tal vez pienses de inmediato en la plasticidad de su anatomía, incluso de su mente si acaso te asaltan los prejuicios de este “Mundo Real”; o tal vez te enfoques en el rosa de su vestuario. Lo cierto es que estos elementos ya no bastan para identificarlos, especialmente en la gran ciudad.
Decidimos explicar a detalle cuáles son las características principales de estos seres (interpretados en la película por Margot Robbie y Ryan Gosling) que, si eres en verdad afortunado, te encontrarás un par de veces en la vida y no sólo en la pantalla grande.
Anatomía de dos arquetipos: Barbie y Ken
Barbara Millicent Roberts, a.k.a. Barbie, sentenció “sé lo que quieras ser”. Así instauró un pensamiento muy especial para las infancias, siendo ella su propio ejemplo. Justo es por este toque camaleónico que la muñeca es tan difícil de encontrar en la vida real.
Para ello, intentemos diseccionar su anatomía.
1. Cabello. Este elemento es presto a la experimentación. Sin embargo, su cuidado es indispensable. De alguna manera, forma parte crucial de la construcción de una personalidad y, por lo tanto, de una identidad.
2. Cabeza. Esta es la sección más importante de todo el conjunto. Aquí acontecen, dentro de ese cráneo asimétrico y su cerebro, sueños, ideas, formas de transformar al mundo, las emociones más tristes, las alegrías más intensas; revolotean los recuerdos, las formas de traducir al universo conocido en una razón para sonreír. Las aventuras comienzan en las decisiones tomadas al interior de esta fábrica de maravillas.
3. Ojos. Son dos faros que iluminan el camino de una Barbie. Son, también, dos ventanas al cosmos. Dejan pasar las imágenes de las personas, los fenómenos de la naturaleza, los colores, los atardeceres y las pinturas más hermosas. Estas imágenes son materia prima para la fábrica de maravillas del cerebro. Pero cuando funcionan como faros, es impensable apartar la mirada de ellos, como si iluminaran algo muy dentro de nosotros.
4. Sonrisa. Sí, una Barbie no tiene una boca, tiene una sonrisa. Ahí acontece el saludo más espléndido que puede tolerar un ser humano. Es una caricia para restar pesadez al ambiente. Un haz de optimismo para refrescar los tropiezos, los malos días y una manera de decirle a un mundo hostil: “No podrás vencerme”.
5. Cuello. Espigado y altivo. Porque así, incluso cuando sólo se desea esconder el cuello entre los hombros o la cabeza entre las rodillas, no faltará el valor para mantener erguido el rostro, mientras una finísima mascada de seda enmarca esta pieza de fortaleza cual si una columna.
6. Piernas. Tan largas y kilométricas como su metabolismo lo decida. Son los pilares para dar pasos agigantados entre los mortales.
7. Pies. De puntitas. Porque así se procurará estar cada día más cerca del cielo. Y del éxito, claro está.
8. Outfit. Una Barbie, sin importar cómo decida vestirse, se caracterizará por denotar hacia afuera lo que acontece en su corazón y la fábrica de maravillas.
Existe, también, una especie directamente asociada a esta figura. Consiste en lo que, tradicionalmente, denominaríamos un Ken.
1. Cabello. Estilizado, corto y muy a la moda. Lo importante es que reafirme su compromiso de denotar el tipo de Ken individual que es cada uno de ellos.
2. Cabeza. Aunque a algunos pueda parecerles un bobo, en realidad se trata de un individuo muy reflexivo y hasta racionalista cartesiano. Todo porque su cabeza alberga sueños por cumplir y enfrenta sus inseguridades, miedos e imperfecciones abrazando las maneras de promover la creación, no la destrucción.
3. Ojos. Chispeantes porque poseen más preguntas que respuestas. Son el puente para enamorarse del entorno que los rodea. Es el punto de inflexión puntual para que establecer un contacto con los demás.
4. Sonrisa. Aunque originalmente esta gestualidad nació con afán de seducción, la sonrisa es el estado natural y de gracia de un Ken.
5. Músculos. Para Ken su cuerpo es un templo. Su salud está basada en el ejercicio y el respeto a sus ciclos de sueño, dietas y tonificación de sus tendones.
6. Piernas. Atléticas y bailarinas. Sobre todo de películas clásicas.
7. Pies. Listos para la acción, el deporte y emperifollarse con un calzado digno de envidia.
8. Outfit. Un Ken sabe cómo diferenciarse al incentivar que sus atuendos respondan a lo que se trama dentro de su conciencia.
Ken es más sencillo, pues sabe su lugar junto a Barbie. Es consciente de su propia importancia, aunque seguro desea un mayor reconocimiento como individuo. El muñeco se sabe constante y leal, y se toma con mucha seriedad la privilegiada posición que tiene para admirar a su pareja.
Para identificar a una Barbie genuina debes fijarte ante todo en su postura. Según textos clásicos sobre el tema, esta postura tan particular viene de nacimiento y no se limita a la forma de sus pies en punta que resaltan perfectamente con tacones.
Una verdadera Barbie sabe cómo caminar para hacer de cualquier calle su pasarela, y sabe el momento justo en el que debe detenerse, posar, saludar con la mano y sonreír, iluminando así la gris existencia del resto de las personas.
La postura en cuestión se debe a una confianza única con la que estas muñecas nacen, confianza generada por su habilidad natural para irradiar energía positiva.
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Así que encontraste a una Barbie, ¿ahora qué?:
Los cazadores se encontrarán con muchos obstáculos y falsas presas, pero aquellos que logren diferenciar una copia del original tendrán una oportunidad única.
¿Quieres atrapar a una Barbie para siempre como amiga, socia de negocios, aliada estratégica o hasta compañera de vida?, ofrécele la oportunidad de convertirse en una profesionista. Muéstrale, o crea tú mismo, una carrera increíblemente interesante que ella no conozca; créeme su ambición por ser todo lo que se le ocurra la llevará a dedicarse de lleno al tema… algo que la mantendrá ocupada varios años.
El caso de Ken es muy distinto, y a él se le puede atrapar con la promesa misma de Barbie. Los mejores muñecos para capturar son esos que están extraviados, lejos de sus preciosas Barbies y lo único que quieren es volver a encontrar el centro de su universo, el faro en la adversidad, la luz al final del túnel.
Es por eso que es importante estar preparados, pues tener un encuentro con ellos puede dejar secuelas que pueden tardar mucho en desaparecer. También es posible que tengas un encuentro en otros lugares como el cine. Será fácil saber que Barbie está ahí aunque no la veas directamente porque las filas de cualquier establecimiento se abren ante su llegada porque ella es naturalmente VIP.
Esto, por cierto, no lo logra gracias al dinero, sino a la forma en la que domina un lugar con su mera presencia, siendo su sonrisa esa estrella del norte que no sabías que necesitabas cuando compraste boletos para la primera función de su película. En estos casos puedes reaccionar de dos formas, huyendo o aprovechando el momento para admirarla; pero ten especial cuidado con su mirada, pues si te observa directamente a los ojos verá a través de tu alma y te provocará una crisis existencial sin precedentes.
Una Barbie y un Ken ejercen un poder especial en las personas que sólo se vuelve más fuerte cuando están juntos. Al final, la esencia de ambos perdura demasiado, lo suficiente como para inspirarte al menos unos días, según el tipo de contacto con Barbie tal vez hasta unas semanas.