Matabot

En un panorama saturado de narrativas centradas en la IA, Matabot se distingue por su tono único y una narrativa centrada en los personajes. Es una serie que no se toma demasiado en serio, pero que logra ahondar en temas profundos con sutileza e ingenio. Para quienes buscan una experiencia de ciencia ficción que equilibre humor, acción e introspección, Matabot es una adición admirable al género.

Matabot puede gustar a algunos, sobre todo si el humor es impactante, pero muchos la considerarán una comedia de ciencia ficción sombría y anodina debido a un guion tosco y un apartado visual mediocre. Si bien los actores son impecables, los fans de Alexander Skarsgård se sentirán profundamente decepcionados.

Matabot podría ser el próximo gran éxito del streaming. Incluso con su ritmo irregular, que hace que la temporada parezca más larga de lo necesario, Matabot cumple con creces donde debe ser. Con una combinación de ciencia ficción épica y un mundo desenfrenado con travesuras de comedia laboral, una actuación física y vocal excepcional de Alexander Skarsgård y un reparto coral encabezado por la calidez empática de Dumezweni y la picaresca absurda de Dastmalchian, Matabot tiene todo lo necesario para ser el éxito del verano en streaming. Es una mirada emocionante, conmovedora y profundamente irreverente a lo que nos hace humanos y a cómo podemos conectar mejor entre nosotros, oculta tras una comedia de ciencia ficción absurda. Y, en serio, ¿qué más se puede pedir?

Al final, Matabot resulta tan conflictiva como su personaje principal. La serie nunca se compromete del todo con ser una ciencia ficción llena de acción ni una comedia ligera, sino que opta por un punto intermedio. La premisa es ciertamente intrigante y ofrece algunos momentos entretenidos, pero el título puede confundir a los espectadores que esperan una experiencia de ciencia ficción más tradicional. Sin embargo, los espectadores ocasionales pueden disfrutar más de la serie, especialmente dada su corta duración y su formato fácil de digerir. Es una serie que no exige mucho a su público, lo que la convierte en una buena opción para quienes buscan algo ligero y entretenido.

Matabot combina a la perfección varios géneros. Es ciencia ficción ante todo, pero también es divertidísima. Tiene secuencias de acción épicas y mucho drama (y algo de romance). Apple TV+ es conocido por ofrecer algunas de las mejores series en streaming de la actualidad, y esta no es la excepción. Matabot ya ha sido renovada para una segunda temporada, lo que demuestra la confianza que la plataforma de streaming tiene en ella. Después de ver la temporada completa, entiendo perfectamente por qué, y estoy deseando ver qué sucede a partir de ahora.

Con cada episodio de 30 minutos de duración o menos, y programado para debutar semanalmente, es fácil recomendar el programa como un entretenimiento ligero, animado por la presencia constante de Alexander Skarsgård, el equilibrio contrastante de mirada muerta proporcionado por David Dastmalchian y la entrega divertida de todo el elenco de diálogos constantemente divertidos.

Si bien es interesante pensar en "Matabot" como un giro extraño y algo salvaje para Apple TV+, no logra encajar con todos estos intereses y géneros en conflicto. En cambio, se siente deliberadamente inclasificable. Eso está bien, en sí mismo, pero la serie nunca es tan divertida, misteriosa o emocionante como quizás pretendían los cineastas. En cambio, es más competente en esas categorías, sin destacar del todo. A pesar de esto, Skarsgård sigue ofreciendo una actuación realmente extraña; uno se siente en línea con, por ejemplo, su personaje en "Succession", sin repetirse. Si bien "Matabot" puede no ser un éxito total, es lo suficientemente interesante como para recomendarla, especialmente considerando su corta duración. Además, me alegra que Apple se esté arriesgando con series que no encajan perfectamente en ninguna caja algorítmica.

En general, Matabot no va a revolucionar el mundo de nadie. No aporta nada nuevo, ni estilística ni temáticamente, y su escritura es, sin duda, un gusto adquirido. Sin embargo, lo que le falta de originalidad lo compensa con entusiasmo, y aunque el destino es bastante obvio desde el principio, el viaje consigue ser entretenido. Es fragmentado pero sincero, y hay mucha pasión, lo que compensa con creces algunos diálogos ocasionalmente incómodos y alguna que otra falla estructural.

...por muy inspirado que esté el concepto de Wells, se ve empañado por una adaptación mediocre. Los primeros episodios son los más tensos por su gran dependencia del sarcástico monólogo interno de Matabot, que carece del ritmo que hace que una historia con una narración sólida funcione. Hay poca edición expresiva y trabajo de cámara que nos permita comprender la perspectiva del personaje, ya que el robot de seguridad de Skarsgård es, por lo demás, silencioso y, bueno, robótico. Como resultado, la narración nunca encaja del todo con lo que ocurre en pantalla, a pesar de que Skarsgård ofrece justo el tipo de actuación divertidamente torpe que el material requiere.

Una estupenda adaptación que lo tiene todo a su favor: un guión fiel a la novela con adiciones interesantes, un buen reparto, sentido del humor y hasta unos créditos iniciales bien molones.