Black Mirror T7

La séptima temporada de Black Mirror es una excelente nueva entrega de la serie antológica de ciencia ficción. Charlie Brooker no solo logra conectar toda la temporada con hilos conductores sobre la IA, la militarización de la tecnología y el capitalismo depredador, sino que también presenta al grupo de protagonistas más sólido de la serie hasta la fecha, cada uno con diferentes desenlaces trágicos basados ​​en los tres temas. Para los fans que se sintieron decepcionados por el descontrolado giro de la sexta temporada, la séptima es un glorioso regreso a la cima.

Enmarcada por actuaciones impactantes y realidades inquietantes, la séptima temporada de Black Mirror se enorgullece de sus conceptos deliciosamente extraños y estimulantes. Innovando aún más y creando escenarios donde las estrellas invitadas sorpresa se lucen en diálogos combativos, la serie ofrece a su fiel audiencia una mirada más profunda a las premisas establecidas, a la vez que involucra a los personajes en situaciones impactantes. Los temas de corrupción, dependencia tecnológica y vulnerabilidad son protagonistas en una temporada que valió la pena esperar.

Con el estreno de su séptima temporada, la serie emprende un viaje que entrelaza sus narrativas distópicas distintivas con una calidez y humanidad renovadas. (...) En general, la séptima temporada de Black Mirror representa una madurez en la serie, integrando a la perfección sus temas distópicos característicos con narrativas ricas en profundidad emocional y humanidad. Esta evolución da como resultado una colección de episodios que no solo invitan a la reflexión, sino que también tienen una profunda resonancia personal.

Tras siete temporadas, Charlie Brooker aún guarda muchas sorpresas bajo la manga; desde hace tiempo, ya esperábamos ansiedad inmediata con solo darle al play a un episodio. Con la primera secuela de Black Mirror de un episodio anterior y la repetición de otro más controvertido, Black Mirror puede que no cumpla con todas las expectativas que la serie ha generado a lo largo de las temporadas, pero sin duda sabe cómo superarse a sí misma.

La séptima temporada de Black Mirror es, en términos relativos, bastante buena. Lo digo como una escéptica de toda la vida de la sofisticada La Dimensión Desconocida tecnológica de Charlie Brooker, una serie antológica que, en mi opinión, ha producido más pesadillas emocionalmente manipuladoras que una visión aguda de adónde nos llevan todas estas supuestas innovaciones. (...) conserva la mezcla de tonos y géneros de la temporada anterior, no solo salvando eficazmente de la espiral de ansiedad a los espectadores, que ya se encuentran sumidos en el temor a la IA del presente, sino también explorando respuestas más sutiles al implacable avance del progreso.

La séptima temporada es una versión más ligera y accesible de Black Mirror que la que me enganchó hace 11 años. Lo más cercano a la oscuridad es "Bête Noire", en la que una desarrolladora de alimentos es atormentada por un antiguo compañero de clase al que solía acosar, e incluso eso termina convirtiéndose en una comedia exagerada. Como episodios independientes, los seis episodios no están mal, pero como colección, distan mucho del Black Mirror que una vez nos impactó y nos hizo prestar atención.

Black Mirror regresa para su séptima temporada, y su creador, Charlie Brooker, lleva la serie a un territorio inesperadamente emotivo, sin perder el característico sentido de terror digital de la franquicia. Esta vez, el horror no reside solo en la tecnología, sino en la angustia que esta deja a su paso. (...) En general, a pesar de un par de tropiezos, la séptima temporada de Black Mirror es un regreso impresionantemente sólido. Al fundamentar su visión distópica en el realismo emocional, la serie nos recuerda no solo el futuro que tememos, sino también el presente en el que ya vivimos.

Con todos estos episodios, da la sensación de que Brooker y compañía quieren presentar una perspectiva más optimista, aunque manteniendo ese tono distópico. Sin embargo, aunque algunos episodios funcionan, otros rozan el absurdo en cuanto a tono. (...) En general, la séptima temporada de Black Mirror es una colección de historias satisfactoria, con una mezcla de episodios impactantes y atrevidos, y otros más identificables que pueden resultar más cercanos a casa. Claro, tiene sus peculiaridades que pueden resultar obvias, pero tiene más cosas buenas que malas que no solo mantienen la séptima temporada entretenida, sino también cautivadora.

Black Mirror, creada por Charlie Brooker (que también participa en la escritura de cada episodio independiente), sigue firmemente en el terreno de la ciencia ficción, pero los escalofríos y las risas que provoca son más profundos que nunca. (...) A menudo se ha comparado a Black Mirror con La Dimensión Desconocida, y los elogios nunca han sido menos exagerados. Pocas series, si es que hay alguna, son tan ingeniosas y creativas sobre cómo vivimos hoy en día.

"Es como un episodio de Black Mirror" es la frase habitual cada vez que percibimos algo vagamente tecnológico distópico. Charlie Brooker, el creador de la exitosa serie antológica de ciencia ficción (antes en Channel 4, ahora en Netflix), claramente ha escuchado esto demasiadas veces y ha decidido interpretarlo como una provocación. ¿Quieres un episodio de Black Mirror? Te lo doy. (...) Si las dos temporadas anteriores resultaron curiosamente planas, esta rebosa de inventiva, humor y amor, y encuentra la alegría en los rincones más oscuros. Brooker ha vuelto.