DogMan (2023-09-27T13:00:00+00:00)

Donde la película realmente falla es en su necesidad de inyectar ataques de ultraviolencia, desde las escenas recocidas que involucran al padre y al hermano de Douglas hasta la trama secundaria centrada en una vendetta con un pandillero local que está extorsionando a los lugareños. Cuando Besson desata a los perros de la guerra, todo se vuelve bastante tedioso; una pena, porque la idea de un flautista amante de los cachorros tiene mérito. Por si acaso, incluso incluye un procedimiento estilo Robin Hood (que involucra joyas robadas) y un policía demasiado entusiasta (Christopher Denham). Es un gran desastre en forma de película, en otras palabras: defectuosa y (a veces) divertida.

...una película extraña y entretenida hecha por un hombre fascinado por la violencia, por la oscuridad, pero que muestra exactamente lo que puedes y lo que no puedes hacer. Quizás este sea el momento adecuado para decir que los animales están bien en esta película: Besson todavía conoce las reglas. Personajes humanos, no tanto. Pero normalmente se lo merecen (...) Caleb Landry Jones es tan bueno, tan seductor, que apenas notas que está disfrazado de Marilyn Monroe desaliñado durante gran parte de la película.

Si bien “Dogman” tiene muy poco que decir, se desliza con estilo de manera bastante amigable, mostrando otro giro gonzo de Caleb Landry Jones y presagiando el regreso de Luc Besson. Para bien o para mal, este viejo perro callejero todavía tiene algo de mordida.

Entrenado con precisión y lindo hasta los huesos, el elenco de cuatro patas sirve como una distracción muy necesaria del choque de trenes etiquetado por muchos como el regreso de Besson al centro de atención. Si esto es todo lo que tiene, entonces supongo que el director permanecerá merecidamente en el turbio limbo de la mediocridad.

Tal vez simplemente me encanta ver una historia de "superhéroe" protagonizada por un perrito en las calles de Nueva York. Tal vez simplemente me encanta ver a este tipo deshacerse de la gente mala haciendo que sus perros los ataquen, los muerdan o los asusten. Quizás simplemente me encanta una película entretenida y bien hecha sobre venganza. Sea lo que sea, me lo pasé genial viendo DogMan y sé que no estoy solo aullando sus alabanzas al mundo. Estoy seguro de que la mayoría de los amantes de los perros también la disfrutarán.

Luc Besson, el más hollywoodiense de los directores franceses, tiene una imaginación visual vívida, que más de una vez ha compensado las tramas a menudo caricaturescas de sus travesuras de acción, ciencia ficción y fantasía, o incluso las ha exaltado. Este no es el caso aquí. Dogman puede tener un tono más íntimo y reflexivo que gran parte de su trabajo, al menos hasta su enfrentamiento final entre hombre y perro, pero le cuesta superar ese tono frío inicial (...) Landry Jones está bien, después de todo: no amplía exactamente su alcance en este papel de un bicho raro frágil, pero realiza una actuación conmovedora en un drama de acción con tintes de comedia que atraerá a los amantes de los perros a los que no les importa roer en un cansado y cliché 'gran viaje emocional' durante casi dos horas.

A pesar de una gran cantidad de defectos discutibles que probablemente sugieren una evisceración por parte de aquellos que exigen un pedigrí de narración más refinado, DogMan es una película dura y desvalida, su corazón está en el lugar correcto incluso cuando no aterriza firmemente sobre sus patas.

La película tiene una cualidad genuina que agrada al público. A pesar de que Besson no ha trabajado mucho con animales en su larga y vertiginosa carrera cinematográfica, esta película parece esencialmente bessoniana. No es solo una cuestión de a quién más se le podría ocurrir un protagonista que no solo tenga una conexión psíquica mágica, y a veces letal, con nuestros amigos caninos, sino que también pueda hacer un tributo a la interpretación de Edith Piaf a pesar de la parálisis parcial debajo de la cintura. También es una cuestión de quién más podría hacer una película así y con tanto estilo. Nadie, en realidad.