Después de que un exorcismo no saliera como se esperaba y cobrara la vida de Hannah, sus familiares deciden llevar el cuerpo una morgue. Meses más tarde, Megan Reed acepta el turno nocturno en ese mismo lugar, esperando que las cosas mejoren en su vida. Al enterarse de que será la única persona viva en el edificio y sus únicos compañeros serán cadáveres ella toma esto como algo normal en el trabajo. Una noche, comienza a oír y ver una serie de eventos que parecen provenir de un cadáver en específico. Pronto se dará cuenta de que cuando un exorcismo falla, el demonio que habitó dentro del cuerpo anterior, buscará un reemplazo y la única persona viva en todo el edificio es Megan.