Julia Ormond denuncia a Harvey Weinstein por agresión sexual y a productoras por complicidad

El movimiento #MeToo, que irrumpió con fuerza en 2017, continúa siendo un catalizador para un cambio fundamental en la percepción y rendición de cuentas en la industria del entretenimiento. En esta ocasión, la actriz Julia Ormond, quien gozó de gran popularidad en la década de los noventa, ha presentado una demanda que no solo apunta contra Harvey Weinstein, sino que también señala a la agencia de talentos Creative Artists Agency (CAA) y a Disney, acusándolos de negligencia en la protección de sus clientes.

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Julia Ormond denuncia la peor cara de Hollywood

En el epicentro de la revolución social que significó la avalancha de denuncias públicas dentro y fuera de Hollywood, se encontró el productor de cine Harvey Weinstein, cuya posterior detención se debió a una serie de abrumadoras acusaciones de abuso sexual y explotación. Weinstein, fue figura emblemática de Hollywood, que fue señalado como el epítome de la conducta depredadora que el movimiento #MeToo buscaba exponer, no obstante, esto pareció no ser un secreto para muchos miembros de la industria.

En una medida legal, Ormond presentó una demanda contra Creative Artists Agency (CAA), Disney y Miramax, acusándolas de negligencia en relación con la agresión que sufrió a manos del productor de cine, ahora convicto del estado de Nueva York. La demanda, presentada el miércoles en un tribunal del mismo estado, alega que CAA, la agencia de talentos a la que alguna vez perteneció Ormond, no la protegió del comportamiento de Weinstein e incluso la animó a reunirse con él, lo que llevó a la agresión.

De esta manera, Ormond sostiene que agentes de alto nivel de CAA, incluidos Bryan Lourd y Kevin Huvane, estaban al tanto del historial de conducta sexual inapropiada de Weinstein. La denuncia apunta a un incidente ocurrido en 1995 cuando Weinstein habría agredido a Ormond después de una reunión para discutir la financiación de un proyecto cinematográfico.

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Silencios cómplices

La actriz afirma que después de la agresión, Lourd y Huvane la disuadieron de denunciar el incidente a las autoridades, sugiriendo que la percepción que Weinstein tenía del suceso era legalmente más significativa que su falta de consentimiento. Sorprendentemente, le aconsejaron que buscara un acuerdo, pero habría enfatizado que no debía esperar más de 100.000 dólares, considerándolo la compensación estándar por tales agresiones.

Además, la demanda sostiene que CAA tenía conocimiento previo del comportamiento depredador de Weinstein. Ormond hace referencia a un incidente que involucró a la actriz Mia Kirshner en 1994, alegando que Weinstein le habría ofrecido propuestas de índole sexual a cambio de oportunidades profesionales. Kirshner informó del incidente a su agente de CAA, pero ninguna medida fue tomada.

La acción legal también implica a los ejecutivos de Disney Jeffrey Katzenberg y Michael Eisner quienes habrían sido negligentes en su responsabilidad de supervisar la conducta de Weinstein, priorizando en cambio las ganancias de los negocios de Miramax. Aunque Disney adquirió Miramax en 1993 y la demanda argumenta que la compañía no pudo prevenir los crímenes sexuales de Weinstein.

Urgente rendición de cuentas

Desde el inicio del movimiento #MeToo, iniciado por la activista Tarana Burke, y posteriormente amplificado en las redes sociales, miles de sobrevivientes en todo el mundo han alzado la voz para hablar contra el acoso y la agresión sexual.

El caso de Ormond pone de relieve el carácter más profundo sobre la complicidad y negligencia dentro de la industria del entretenimiento en relación con la conducta sexual inapropiada de las personas en el poder. Esto cobra especial relevancia cuando se tiene en cuenta que la prometedora carrera de la actriz de Leyendas de Pasión - 56% se fue a pique tras el episodio de agresión a manos de Weinstein.

Este suceso subraya la urgente necesidad de rendición de cuentas de parte de un sistema que ha permitido que estos sucesos se repliquen, así como la importancia de apoyar y creer en las voces que denuncian. Hasta el momento, ni la CAA ni Disney han respondido a las solicitudes de comentarios por parte de la prensa.

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