Hija de Robin Williams critica el uso de IA para recrear la voz de su padre

¡Te extrañamos, Robin! En el vasto y mágico mundo de la actuación, pocos nombres brillan con la calidez de Robin Williams. El carismático comediante y actor, conocido por su ingenio inigualable y su habilidad para sumergirse en una variedad asombrosa de personajes, dejó un legado imborrable en la industria cinematográfica y en los corazones de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, este legado se encuentra ahora en medio de un debate complejo e inquietante: el uso de la inteligencia artificial (IA) para recrear su voz.

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¿Qué cuestiona la hija de Robin Williams?

Zelda Williams, la hija de Robin Williams, ha alzado su voz en este debate, expresando su profunda preocupación por el empleo de la IA para replicar el sonido de su padre. En un mensaje emotivo compartido en sus redes sociales, Zelda señaló que esta práctica plantea cuestiones éticas fundamentales en la industria del entretenimiento.

"Estas recreaciones son, en el mejor de los casos, un pobre facsímil de personas más grandes, pero en el peor, un horrendo monstruo frankensteiniano, improvisado a partir de lo peor de todo lo que es esta industria, en lugar de lo que debería representar", declaró Zelda. Sus palabras resonaron profundamente, recordándonos que las cuestiones éticas y morales no pueden ser ignoradas en la búsqueda de la innovación tecnológica.

La preocupación de la hija del intérprete, que nos maravilló con su voz Buenos Días, Vietnam - 89%, se centra en el uso de la IA para recrear voces de actores sin su consentimiento, una preocupación legítima que arroja luz sobre un tema polémico en la industria del entretenimiento. La voz de un actor es una parte integral de su arte, y su capacidad para dar vida a personajes es única y personal. La IA, aunque puede ser asombrosamente avanzada, no puede replicar la singularidad y la emoción que un actor aporta a su trabajo.

Estos comentarios llegan en un momento en el que la industria cinematográfica está lidiando con las implicaciones éticas y creativas de la inteligencia artificial. Mientras que la huelga del Writer Guild of America (WGA) contra los estudios abordó cuestiones relacionadas con el uso de IA, incluyendo la creación de diálogos generados por IA; SAG-AFTRA aún está en huelga por el mismo motivo y otros puntos de conflicto. La voz de Zelda Williams se suma a este debate crucial y subraya la importancia de proteger la integridad del arte y la contribución de los actores vivos.

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"Los actores vivos merecen la oportunidad de crear personajes con sus elecciones, dar voz a los dibujos animados, poner su esfuerzo y tiempo HUMANO en la búsqueda de la actuación", enfatizó Zelda en su mensaje. Su llamado resuena con la lucha de los actores por preservar la autenticidad y la singularidad en un mundo donde la tecnología puede tentar con su eficiencia.

El legado de Robin Williams, un hombre que luchó contra sus propios demonios internos, ha vivido a través de sus obras maestras cinematográficas. Películas icónicas como La Sociedad de los Poetas Muertos - 85%, Mente Indomable - 97% Papá por Siempre - 71% y Jumanji - 48% continúan inspirando a generaciones de espectadores. La voz inconfundible de Williams, su capacidad para hacernos reír y llorar en igual medida, es una parte intrínseca de lo que hace que estas películas sean inolvidables.

¿En dónde se quiere emplear su voz?

Sin embargo, su legado se ve ahora enfrentado a un nuevo capítulo con el uso de la IA. La voz de Robin Williams aparecerá en un nuevo cortometraje de Disney, Once Upon a Studio, en el papel de su querido personaje, el Genio de Aladdín - 94%. La controversia surge porque este uso de la voz de Williams se basa en grabaciones preexistentes, realizadas antes de su muerte, y se utiliza con el consentimiento de sus herederos.

Josh Gad, conocido por dar voz a Olaf en Frozen: Una Aventura Congelada - 89% de Disney, confirmó que el corto emplea "diálogos nunca antes escuchados" grabados por Williams. Esto plantea la pregunta de si el consentimiento póstumo debería considerarse válido o si, como sostiene Zelda Williams, esto infringe los derechos y la integridad de los actores.

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La vida de Robin Williams estuvo marcada por desafíos personales, incluyendo la ansiedad, la depresión severa y la enfermedad de Parkinson. Una autopsia posterior a su fallecimiento reveló que también luchaba contra la demencia con cuerpos de Lewy. La complejidad de su experiencia personal hace que el debate sobre el uso de su voz sea aún más delicado.

El cortometraje de Disney, que celebra el centenario del estudio, reúne a cientos de personajes de Disney en una obra maestra de animación. Sin embargo, la cuestión central sigue siendo si la voz del Genio de Williams debería ser revivida por la IA o si su legado debería permanecer inmutable, una voz única e irrepetible en el mundo del entretenimiento. La pregunta que nos queda es si debemos permitir que la IA lo reviva o si debemos preservar su singularidad y su humanidad en la historia del cine.