Jonathan Majors es despedido de varios proyectos importantes en Hollywood

Desde que se dio a conocer la noticia de que Jonathan Majors había agredido a una mujer, se veía venir un ola de despidos para el actor, y ayer se anunció que sus agencias, Entertainment 360 y The Lede Company, cortaron relaciones con él. Ahora Deadline reporta en exclusiva que Majors ha sido despedido de dos proyectos importantes, el primero de los cuales era la adaptación de The Man in My Basement, novela de Walter Mosley, donde actuaría junto a Willem Dafoe (La Última Tentación de Cristo - 82%, Nacido el 4 de Julio - 90%, Anticristo - 70%) y bajo la dirección de Nadia Latif.

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El segundo proyecto del que ha dejado de ser considerado es Otis and Zelma, una biopic del músico Otis Redding, producido por Fifth Season. En este caso el actor no había firmado todavía, pero estaba contemplado para protagonizarla. Igual que con la adaptación de The Man in My Basement, ya se está buscando un reemplazo.

Y si esos dos despidos ya son una razón suficiente para preocuparse, también ha sido despedido de una campaña publicitaria del equipo de béisbol Texas Rangers, que iba a estrenarse el viernes, y ha sido retirada de último minuto. Por ahora no hay noticias sobre su futuro en Marvel, aunque un rumor reciente dice que la compañía aún no toma una decisión.

Este año pintaba demasiado bien para Jonathan Majors, ya que apareció en dos películas populares: Ant-Man and the Wasp: Quantumania - 60%, donde dio vida a Kang el Conquistador, el nuevo gran villano del Universo Cinematográfico de Marvel; y en Creed III - 90%, donde interpretó al villano, que se enfrenta contra el protagonista, Adonis Creed (Michael B. Jordan).

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Las acusaciones contra el actor se dieron el 25 de marzo, cuando atacó a su novia, de 30 años, que fue llevada al hospital con heridas leves en su cabeza y cuello. De acuerdo con la versión original, ella le reclamó por un mensaje de texto que llegó a su celular y que habría delatado una infidelidad por su parte, y al tratar de arrebatarle el celular, él respondió a golpes. Majors está citado para presentarse en la corte el 8 de mayo.

Aunque algunos de sus seguidores tal vez piensen que esto puede ser una calumnia o algo parecido, el director A.B. Allen y el actor y director Tim Nicolai, declararon que es una mala persona, llegando al punto de calificarlo como “vicioso, cruel y abusivo” y “sociópata y abusador”. Esas palabras cuando menos deberían alertarnos de que algo no está bien con Majors.

La situación actual de Majors es resultado de los cambios que ha experimentado la industria del entretenimiento en lo relacionado al acoso y el abuso, derivados del movimiento #MeToo, cuyo auge comenzó en octubre de 2017, cuando la actriz estadounidense Alyssa Milano publicó en Twitter una solicitud a las mujeres que habían sido víctimas de acoso sexual o violencia sexual para que compartieran sus historias con el hashtag #MeToo. La campaña se convirtió en un fenómeno viral y millones de mujeres en todo el mundo comenzaron a compartir sus experiencias de abuso y acoso sexual en las redes sociales.

El movimiento se originó en Hollywood, donde varias actrices famosas habían denunciado públicamente al productor de cine Harvey Weinstein por agresión sexual. Sin embargo, pronto se hizo evidente que el problema era generalizado en todas las esferas de la sociedad, desde la política hasta los negocios y la academia. El #MeToo llevó a una mayor conciencia pública sobre el problema del acoso y la violencia sexual, y provocó una serie de cambios significativos. Muchos hombres poderosos fueron despedidos o renunciaron a sus cargos después de ser acusados públicamente de conducta inapropiada. Varios países también introdujeron nuevas leyes y políticas para abordar la violencia sexual y mejorar la protección de las víctimas.

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