Hogwarts Legacy: Anthony Rapp, actor de Star Trek: Discovery, se une al boicot contra el videojuego

El trabajo tan grande que los desarrolladores pusieron en la creación de el videojuego Hogwarts Legacy, ambientado en el mundo mágico de Harry Potter, se está viendo empañado por la postura transfóbica de la autora de los libros, J.K. Rowling , pues muchos fanáticos de la saga que están decepcionados, así como aliados de la comunidad trans, están llamando al boicot, y el más reciente en hacerlo fue el actor Anthony Rapp.

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Rapp es reconocido en años recientes por su papel del Teniente Comandante Paul Stamets en Star Trek: Discovery - 90%, pero también trabajó en las películas Una Noche por la Ciudad - 76%, School Ties - 60% y Rebeldes y Confundidos - 94%, entre otras. En 2017, cuando comenzó el auge del movimiento #MeToo, acusó a Kevin Spacey de haberlo acosado cuando sólo tenía 14 años, lo cual llevó a más acusaciones contra el veterano actor, y a su despido de varias producciones en las que trabajaba, como House of Cards - 71%, y además fue eliminado de la cinta Todo el Dinero del Mundo - 63%.

Ahora, a través de su Twitter, Rapp se unió a las voces que proponen no comprar ni jugar Hogwarts Legacy como protesta contra J.K. Rowling, quien apoya a organizaciones anti-trans y propaga ideas nefastas que afectan a las personas de la comunidad. El actor es gay, pero se considera un aliado.

No compraré ni jugaré el juego de Hogwarts porque me niego a hacer algo que contribuya con un centavo a JK R*wl*ng. Ella está usando su dinero y poder para financiar organizaciones anti-Trans y está haciendo un daño real a esta comunidad ultra vulnerable y oprimida. A la mierda las TERF para siempre. #TransAlly

I won’t be buying or playing the Hogwarts game because I refuse to do anything that will contribute a penny to JK R*wl*ng. She is using her money & power to fund anti-Trans orgs & is doing real harm to this ultra-vulnerable & oppressed community. Fuck TERFs forever. #TransAlly

— Anthony Rapp SAG-AFTRA National Board Member (@albinokid) February 9, 2023

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Warner Bros. Games declaró que J.K. Rowling no tuvo ningún papel en el desarrollo del videojuego, pero aún así recibirá regalías por las ventas de Hogwarts Legacy. La escritora comenzó su infame campaña contra las personas trans (con especial énfasis contra las mujeres trans) en 2020, luego de anunciar que estaba a favor de Maya Forstater, una investigadora que fue despedida de su trabajo por comentarios transfóbicos. Después de eso publicó un ensayo extenso titulado "TERF Wars", y luego continuó en Twitter con su cruzada de desinformación y odio.

A pesar de que Rowling se presentó a sí misma como la mejor aliada de la comunidad LGBTQ, su obra ya dejaba en claro su conservadurismo. Después del lanzamiento de la última novela de Harry Potter ella dijo que Dumbledore era gay, pero antes de eso jamás lo había siquiera insinuado en su obra, lo que dio a entender que se trataba más bien de un intento por congraciarse con su amplio público queer.

Los últimos dos años (ya casi tres) deben haber sido duros para los fans de Harry Potter que veían en Rowling a una persona ejemplar y ahora la ven como que siempre ha sido, una empresaria conservadora y a la que le importan muy poco sus fans, como ha dejado claro en algunos tuits, comenzando con aquel donde llamaba "muggles" a sus detractores, o sea usaba el término despectivo y racista de los villanos de su obra literaria para referirse a los humanos sin magia. Después ha expresado en más de una ocasión que no le importa perder seguidores, pues sólo le interesa el dinero que ha ganado con regalías. Ese tipo de actitudes dejan ver a una mujer muy diferente de la Rowling que imaginaban los fans de la saga del mago.

Los desarrolladores de Hogwarts Legacy no tienen la culpa de que la creadora de la franquicia se haya convertido en una persona nefasta, pero la verdad es que será difícil seguir consumiendo productos de Harry Potter y su mundo mágico sin la consciencia de que Rowling gana mucho dinero por ello.

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