Alejandro G. Iñárritu recortó 22 minutos de Bardo luego de su decepcionante paso por el Festival de Cine de Venecia

La ambición visual de Alejandro González Iñárritu sólo va aumentando con los años y las nuevas oportunidades que encuentra gracias a su estatus dentro y fuera de México. Si el realizador obtuvo una respuesta inmediata con Amores Perros - 92%, con Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) - 91% convenció a la parte más dura de Hollywood, luego de dar un primer paso en su industria con Babel - 69%. Con el paso del tiempo, ha quedado claro que el creador busca nuevos retos que lo acercan cada vez más a territorio personal y de autodescubrimiento y Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades - 58% es el resultado de ese proceso. Aunque la cinta era una de las más esperadas del año, la mala recepción en el circuito de festivales hizo que el director tomara una decisión importante para cambiar el corte final y acceder a más público.

Sigue leyendo: Alejandro González Iñárritu dice que no sabe si será capaz de hacer cine luego de Bardo

Iñárritu siempre ha tenido muy claro su estilo visual, pero su forma de narrar cambia mucho según el guionista con el que trabaje. Para Bardo, protagonizada por Daniel Giménez Cacho, el director reafirmó su alianza con Nicolás Giacobone , escritor argentino con el que desarrolló Birdman, Biutiful - 64% y Revenant: El Renacido - 82%, y quien ya conoce muy bien el ritmo del creador y lo que busca plasmar en cada una de sus escenas. En ese sentido, una de las virtudes de Iñárritu es que se considera que sus películas no tienen escenas innecesarias, incluso si la duración es un poco más pesada de lo que están acostumbrados muchos de los espectadores. La mezcla de todo eso hace del director uno de los más respetados en la temporada de premios y en los distintos festivales de cine que se dan alrededor del mundo.

En este contexto, Bardo prometía ser una de las grandes películas del año y un nuevo éxito para Netflix, quienes parecen querer repetir el sistema de Roma - 99% de Alfonso Cuarón. Por mucho tiempo se mantuvo en secreto la trama y los expertos se limitaban a decir que sería el trabajo más personal del director. Cuando se anunció que la cinta llegaría al Festival de Cine de Venecia, los críticos y seguidores de Iñárritu estaban listos para verlo ganar todos los premios posibles. Sin embargo, la recepción fue más bien tibia y los comentarios hicieron evidente que algo no estaba funcionando.

Es normal escuchar que durante el Festival de Cine de Venecia el público se levanta y aplaude por varios minutos. De hecho, existe la broma interna para reconocer la película que reciba más tiempo de elogios. El asunto es que esta tradición ya no dicta si una cinta es buena. Por ejemplo, No te preocupes cariño - 31% también recibió muchos aplausos pero no agradó a la crítica especializada; lo mismo sucedió con La Ballena - 73%, donde los aplausos se dieron más por ver a Brendan Fraser nuevamente como protagonista en Hollywood. Al igual que estos otros títulos, Bardo obtuvo su parte de aplausos, pero poco después se dieron a conocer las primeras opiniones y no fueron muy buenas.

También te puede interesar: Alejandro González Iñárritu defiende el estreno de 'Bardo' en Netflix

La mayoría compartía la opinión de que la fotografía, toda la parte estética y la propuesta visual de la cinta eran infinitamente superiores a su calidad narrativa, pues tenía un guion tedioso, algo repetitivo y mucho más superficial de lo esperado. Si Bardo es en verdad el trabajo más personal del director, es un sentimiento que no fue compartido por los espectadores. Algo que terminó por afectar también la película fue que no cumplió con las altas expectativas y que Iñárritu ya tiene una reputación muy específica como artista. Lo más relevante de estas quejas es que aseguran que gran parte del problema estaba en la larga duración de la cinta, misma que nunca logra justificarse.

Según IndieWire, Alejandro G. Iñárritu decidió alterar el corte final y recortar 22 minutos luego de ver por primera vez la película en Venecia, experiencia que compartió con otros espectadores:

La primera vez que vi mi película fue con 2000 personas en Venecia. Fue una buena oportunidad para verla y aprender sobre cosas que podrían beneficiarse de estar un poco más ceñidas, agregar una escena que nunca llegó a tiempo y cambiar el orden de una o dos cosas. Poco a poco lo fui apretando y estoy muy emocionado.

Honestamente, seguiré haciendo esto hasta que se estrene para obtener la mejor película mientras pueda. Nunca terminas una película. Los plazos sólo te piden que la entregues.

Aunque el director asegura que nunca lee las críticas sobre su trabajo, esta no es la primera vez que toma nota de las primeras reacciones, pues los cortes de 21 Gramos - 80% y Babel también cambiaron luego del vistazo inicial. Bardo, que cuenta la historia de un periodista y director de documentales que regresa a México y pasa por una crisis existencial, tendrá una duración de dos horas y 32 minutos, y es muy probable que así sea como se estrene en Netflix el próximo mes de diciembre.

No te vayas sin leer: Bardo: Alejandro González Iñárritu cree que críticas negativas son racistas